El atentado que sufrió la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner encendió una alarma sobre el impacto de los llamados discursos de odio que se propagan por redes sociales y medios de comunicación. Por esto, la directora de Medios Públicos del Chaco, Guillermina Capitanich, adjudicó este hecho, en una entrevista radial, a lo que se conoce como la «instalación de marcos mentales por parte de la extrema derecha 2.0».
La licenciada en Comunicación y máster en Marketing y Comunicación Política explicó que la comunicación tiene «tres patas” fundamentales: por un lado la comunicación tradicional de los medios de comunicación, la comunicación de la calle y la comunicación digital. En este sentido, la funcionaria dijo que a partir de la actual oleada de la extrema derecha, es importante mencionar que «vivimos y formamos parte de un momento populista, entendiendo esto como la posibilidad de que haya un populismo de derecha como un populismo de izquierda, con la diferencia de que persiguen distintos intereses».
La comunicadora destacó la definición Chantal Mouffe para referirse a este concepto, y afirma que «hay bases que no se sienten conformes con la élite gobernante». Menciona además la definición de Ernesto Laclau, que habla de un «ellos y un nosotros, es decir el pueblo vs las elites», dijo. La directora de medios públicos del Chaco dijo que actualmente existen auges y estallidos donde se empiezan a ver los discursos de odio, «ante cuestiones insatisfechas de las comunidades en un contexto político y sociocultural particular».
«Hay gente que no se siente cómoda con los cambios disruptivos que hoy estamos viviendo, como por ejemplo el feminismo o el ambientalismo», señaló Capitanich y puso como ejemplo lo ocurrido en la gestión del expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que «fue un ejemplo de discurso de odio: xenofobia, antimigración y polarización total». «Se trató de un discurso políticamente incorrecto con herramientas vehiculizadoras en los medios de comunicación».
De esta manera, la comunicadora habló sobre la responsabilidad de los medios en el avance de estos discursos y expresó que es necesario dejar de darle relevancia, motorizar y ensalzarlos.
La cuestión digital
En continuidad al ejemplo de lo que ocurrió en los Estados Unidos, Capitanich comentó que en ese país hay foros destinados a criticar y donde la gente se organiza a través de las redes sociales, lo que favorece a la creación de «burbujas» que proyectan cada vez más los discursos de odio. En este sentido, mencionó dos teorías de la comunicación que considera claves para entender este proceso: la teoría de la agenda setting y la disonancia cognitiva.
«Cuando hablamos de los medios tradicionales decimos que tienen una responsabilidad nada desdeñable en el avance de los discursos de las extremas derechas 2.0 y de los discursos de odio», señaló y dijo que la primera de las teorías «plantea que los medios te dicen sobre qué pensar y cómo pensar y abordar ciertos temas», mientras que la segunda, afirma que «en esta creación de burbujas lo que cada uno hace es motorizar el pensamiento que es igual al tuyo». Ante esto, la funcionaria dijo que «estamos en una batalla comunicacional y en una batalla por la instalación de marcos mentales».
«La extrema derecha 2.0 es excelente en la instrumentación de teorías conspirativas», dijo y agregó que «es un error caer en el marco mental de tu opositor».
La especialista en Market ng y Comunicación Política se refirió al concepto de marcos mentales, y referenció a George Lakoff, «que habla de moldear la forma de ver el mundo», sostuvo y comentó que cada marco mental «evoca otras palabras».
«¿Por qué estamos viralizando nosotros y nosotras el contenido de nuestros opositores?», se preguntó la funcionaria e hizo un llamamiento a toda la comunidad, a no seguir reproduciendo los discursos de odio. Ante la consulta del medio sobre la regulación de los contenidos mediáticos, Capitanich dijo: «Soy defensora de la libertad de expresión», y aseguró que «los medios no tienen que tener ningún tipo de restricción».
«La libertad de expresión forma parte de la democracia», enfatizó la funcionaria y afirmó que «Cristina (Fernández de Kirchner) ha sido la representación máxima de quien ha sufrido los discursos e imágenes de odio». «Hago un llamado a la reflexión a quienes tenemos la posibilidad de comunicar, desde los medios, pero también desde las redes sociales», expresó la comunicadora y reflexionó acerca de la importancia de cuestionarse si lo que se dice «está lastimando a otra u otro en democracia».