Más del 70% de esta franja etaria del país consume con baja frecuencia legumbres, cereales integrales, verduras y frutas. Datos el observatorio de la de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Un informe sobre el análisis de la alimentación de niños, niñas y adolescentes (NNyA) elaborado a partir de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) 2021 revela cómo se alimenta este sector etario de Argentina. Se trata de un trabajo conjunto entre el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), en el marco del Proyecto PISAC-COVID-19 de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
El estudio indagó la frecuencia y ocasiones de consumo de alimentos recomendados y no recomendados y comparó las respuestas con las recomendaciones de las Guías Alimentarias (GAPA) y las emergentes de una reciente revisión de CEPEA que condujo al diseño de canastas sustentables.
Las cifras
Solo el 5 % de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) consumen de manera simultánea alimentos recomendados por las Guías Alimentarias (GAPA) en cantidad frecuente (aceptable o adecuada). En el extremo opuesto, el 38% los consume, también simultáneamente, en forma regular o inadecuada. El resto (57%) tiene una alimentación de calidad media, en la que alguno o varios de los grupos de alimentos protectores o saludables se consumen en cantidades inferiores a las recomendadas. Cuando alguno de esos grupos de alimentos -verduras, frutas, legumbres, cereales integrales, lácteos, carnes- registran bajas frecuencias de consumo la alimentación pierde calidad, variedad o ambas cosas a la vez.
Los datos corresponden al análisis de la alimentación de NNyA de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) 2021, un trabajo conjunto entre el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), en el marco del Proyecto PISAC-COVID-19 de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación.
El estudio indagó la frecuencia y ocasiones de consumo de alimentos recomendados (los mencionados arriba) y no recomendados (gaseosas, galletitas dulces y pastelería y golosinas) y comparó las respuestas con las recomendaciones de las GAPA y las emergentes de una reciente revisión de CEPEA que condujo al diseño de canastas sustentables.
Las brechas más amplias ocurren en el consumo de legumbres (y cereales integrales), verduras y frutas: en todos esos grupos más del 70% de los NNyA presentan frecuencias de consumo genéricamente bajas. En el extremo opuesto, el patrón de consumo de carnes refleja mejores resultados: aún en los hogares de nivel socioeconómico muy bajos es mayor la proporción de quienes se acercan a las recomendaciones y aún en algunos casos tienen un patrón de consumo alto (en el promedio, un 13% de NNyA).
La calidad de la alimentación empeora a medida que disminuye el nivel socioeconómico de los hogares.
El consumo de lácteos mostró un patrón aceptable, en particular en el análisis de la calidad de los desayunos: el 90 % de los NNyA los incluye, de alguna forma (solo, en infusiones o como yogur). Un tercio del aporte de lácteos proviene de leche en infusiones (no se registraron cantidades de cada componente) y a la vez casi la totalidad (98%) de los desayunos que combinan lácteos con algún otro grupo de alimentos tienen a los panificados o cereales como principal acompañante.
El estudio también analizó el patrón de consumo de algunos alimentos característicos entre los no recomendados y halló que el 27% y 15% de los NNyA tienen un patrón de consumo frecuente de gaseosas y pastelería, dos categorías trazadoras de exceso de azúcar en la dieta infantil, en ambos casos con tendencia a empeorar a medida que mejora el nivel socioeconómico de los hogares.
Finalmente, también se analizó el patrón combinado de consumo de ambos tipos de alimentos (recomendados y no recomendados), a través de un puntaje de calidad que suma cuando el patrón de consumo de los primeros es frecuente y resta cuando sucede lo propio con los segundos. Según este criterio, el 64% de los NNyA tiene un patrón de calidad bajo y la mayor contribución está representada por los consumos poco frecuentes de alimentos protectores.
El estudio de ODSA-UCA y CEPEA revela una preocupante situación de la alimentación infantil en 2021. La mayoría de los NNyA muestra un patrón de consumo inconsistente con las recomendaciones nutricionales, en especial por la frecuencia inadecuada de tres grupos alimentarios habitualmente deficitarios y de origen vegetal: verduras, frutas y legumbres (junto a cereales integrales). El déficit es mucho menor en lácteos y aún más bajo en carnes (grupo en el que incluso las recomendaciones de las GAPA locales son mayores que las recomendaciones internacionales). Los consumos poco frecuentes de alimentos protectores terminan siendo los de mayor incidencia en la baja calidad que caracteriza a la dieta infantil.
Ficha Técnica de la Encuesta
ENCUESTA DE LA DEUDA SOCIAL ARGENTINA | |
Dominio | Aglomerados urbanos con 80.000 habitantes o más de la República Argentina. |
Universo | Representativa del universo integrado por hogares particulares en viviendas de centros urbanos del país mayores a 80 mil habitantes. |
Tamaño de la muestra | Muestra puntual hogar: aproximadamente 5.860 casos por año. La cantidad total de niños/as relevados en 2021 fue de 4.391 niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años. |
Tipo de encuesta | Multipropósito longitudinal. |
Asignación de casos | No proporcional post-calibrado. |
Puntos de muestreo | Total 960 radios censales (Censo Nacional 2010), 836 radios a través de muestreo estratificado simple y 124 radios por sobre muestra representativos de los estratos más ricos y pobres de las áreas urbanas relevadas. |
Dominio de la muestra | Aglomerados urbanos agrupados en 3 grandes conglomerados según tamaño de los mismos: 1) Gran Buenos Aires: Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense (Conurbano Zona Norte, Conurbano Zona Oeste y Conurbano Zona Sur); 2) Otras Áreas Metropolitanas: Gran Rosario, Gran Córdoba, San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo, y Gran Mendoza; y 3) Resto urbano: Mar del Plata, Gran Salta, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran San Juan, Neuquén-Plottier-Cipolletti, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia y Ushuaia-Río Grande. |
Procedimiento de muestreo | Polietápico, con una primera etapa de conglomeración y una segunda de estratificación. La selección de los radios muestrales dentro de cada aglomerado y estrato es aleatoria y ponderada por la cantidad de hogares de cada radio. Las manzanas al interior de cada punto muestral y los hogares de cada manzana se seleccionan aleatoriamente a través de un muestro sistemático, mientras que los indicadores de los niños/as dentro de cada vivienda son relevados para el total de los miembros de 0 a 17 años a través del reporte de su madre, padre o adulto de referencia |
Criterio de estratificación | Un primer criterio de estratificación define los dominios de análisis de la información de acuerdo con la pertenencia a región y tamaño de población de los aglomerados. Un segundo criterio remite a un criterio socioeconómico de los hogares. Este criterio se establece a los fines de optimizar la distribución final de los puntos de relevamiento. |
Fecha de realización | Segundo semestre 2021 |
Error muestral | +/- 1,5%, con una estimación de una proporción poblacional del 50% y un nivel de confianza del 95%. |