Después de dos años de pandemia, se realiza desde el sábado y hasta hoy, en San Luis, el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries con la participación de delegaciones de todo el país, incluido el Chaco, para debatir en más de 105 talleres las demandas principales que serán volcadas al documento final leído en el cierre, y que conforma la agenda de demandas que configurarán las luchas y demandas de este año.
Se estima que más de 100 mil participantes llegaron a este encuentro con un quiebre: por primera vez en 35 años hay dos encuentros anuales, el plurinacional, que incluye a todas las identidades; y el nacional de mujeres, que se realizará también en San Luis, en noviembre próximo.
Por esto, el encuentro comenzó con una ceremonia ancestral y exigieron la libertad de las mujeres mapuches detenidas durante el operativo de desalojo de la comunidad mapuche Lafken Winkul Mapu en Villa Mascardi, Río Negro, el miércoles último.
Posteriormente se dio lectura de un extenso escrito, con la defensa del cambio de nombre: «Queremos ser firmes: no es solo un nombre, es la potencia de la lucha de nuestres hermanes indígenes, de mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, intersexuales y no binaries», leyeron las organizadoras. «Nombrarnos plurinacionales y con las disidencias significa romper con las fronteras nacionales que nos impone el colonialismo y con las fronteras de los cuerpos que nos impone un biologicismo que define una supuesta normalidad a partir de la supremacía blanca y el régimen heterosexual y el binomio varón-mujer en el que se nos encasilla», añadieron.
La apertura
Durante la apertura del encuentro también se denunciaron los crímenes ambientales y exigieron la sanción de la Ley de Humedales; condenaron el extractivismo y la concentración de la tierra. Para defender la integridad de las niñeces se pronunciaron contra el «chineo», nombre que se le da al abuso sexual de niñas indígenas por parte de hombres criollos.
Bajo la consigna «La deuda es con nosotres», el documento recorrió las estadísticas de pobreza e indigencia del país que afectan particularmente a los sectores más vulnerables, entre los que ubica a la población travesti y trans.
En párrafo aparte se repudió el intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Por la tarde se realizó la marcha contra los travesticidios y transfemicidios. Colorida y creativa, la movilización de los colectivos disidentes volvió a preguntar a viva voz «¿Dónde está Tehuel?», el joven trans desaparecido en marzo de 2021.
Las disidencias reafirmaron además una de sus históricas consignas: «La Iglesia y el Estado son asuntos separados», y reclamaron el efectivo cumplimiento del cupo laboral travesti-trans que instauró la Ley 27636 y el acceso a los servicios de salud y educativos en igualdad de condiciones que la población heterosexual.
Experiencia local
Paula Ojeda, coordinadora de Mumala Chaco, explicó con respecto a la participación y la finalidad de este encuentro: «Nuestro feminismo lucha para que se garanticen los derechos de mujeres y disidencias conquistados en las calles, queremos paridad, cupo para travesti-trans».
«Volvemos a este encuentro plurinacional luego de dos años con muchas ansias de poder reencontrarnos con compañeras y compañeres de lucha con quienes esperamos fortalecer una nueva agenda política feminista y disidente en donde todas nuestras voces se escuchen», añadió.
Además, dijo que «este aspecto plurinacional es de suma importancia, porque estamos reconociendo que la Argentina está compuesta por varias naciones, que son las originarias. También dar un lugar a nuestras hermanas originarias es un paso adelante que dimos como espacio feminista y disidente».
Por su parte, Laura Cánepa, coordinadora del Movimiento Juvenil Sur agregó: «Las juventudes feministas nos organizamos para participar en este nuevo encuentro plurinacional. Sabemos que la deuda es fundamentalmente con las juventudes, las mujeres y las disidencias».
Natalia Romero, integrante del secretariado provincial de Libres del Sur Chaco, declaró: «Estoy convencida de seguir construyendo juntes este feminismo, popular, federal y disidente, seguiremos estando en la lucha, recuperando todos los derechos que aún nos quedan y haciendo cumplir los que ya hemos conquistado entre todos».
» La transformación de este encuentro
El encuentro es una práctica social feminista que se realiza anualmente en la Argentina desde 1986 y que inició con el nombre de Encuentro Nacional de Mujeres. Es un encuentro de ideas y acciones en el que se plantean los nuevos desafíos del movimiento feminista y, a través del cual, se ubica en agenda las luchas feministas por la definitiva liberación contra la opresión que históricamente impone el sistema capitalista, patriarcal y colonial.
Desde la comisión organizadora señalaron además que «llegamos a este 35° encuentro gracias al trabajo, compromiso, lucha de muchas compañeras y compañeres que se animaron a construir otra historia para nosotras y nosotres. Al principio, eran alrededor de mil y año a año ese número se fue multiplicando hasta llegar a las y les miles que hoy somos. Diversificando, creciendo; como todo movimiento. Así también en la historia de nuestros feminismos los encuentros tuvieron y tienen un lugar fundamental. Lugar de debates, tensiones y construcciones colectivas. Cada debate generó y genera nuevos temas, nuevas formas, más talleres, más compañeras y compañeres de cada rincón del territorio nos fuimos sumando», detallaron.
«Cada año el encuentro crece. Nosotres como integrantes de esta comisión organizadora somos parte de la construcción de la historia del encuentro. Un eslabón más, para que esta historia se siga escribiendo. Asumiendo de dónde venimos y mirando hacia dónde vamos, creemos humildemente que tenemos la responsabilidad política de darle respuesta a esas miles de compañeras y compañeres que vienen expresando desde hace años que no se sientes nombrades, cuando se habla de encuentro nacional. Y tal cual nos enseñó el feminismo que lo que no se nombra no existe, creemos que teníamos una deuda con las y les compañeras originarias, las y les compañeras que sin haber nacido en nuestro territorio son nuestras vecinas y vecines, compañeras y compañeres de lucha. También con nuestres compañeres trans, travestis históricamente violentades, invisibilizades por este sistema colonialista, capitalista, patriarcal», manifestaron.