Un delincuente se resistió al arresto intentando balear a un efectivo policial. Como la bala no salió, se procedió a su detención sin que haya que lamentar heridos, aunque los agentes debieron hacer uso de la fuerza a raíz de que el marginal se defendió con patadas y puñetazos.
EL CASO
Se trataba de un joven que quiso disparar con su arma de fabricación casera, pero el proyectil quedó en la recámara. Agentes de la comisaría Tercera de Fontana lo detuvieron el lunes a la noche en la esquina de calles La Rioja y Juan Domingo Perón.
Cerca de las 23, los efectivos de la Tercera realizaban sus recorridas de prevención por calle La Rioja. Sobre la vereda y al llegar a la esquina con Juan Domingo Perón, notaron a un joven de 24 años agachado.
Los agentes se acercaron a identificarlo ya que la situación en que estaba el apuntado despertó muchas sospechas.
No quedó muy claro cuál era la intención que tenía, pero quedó en claro que no eran muy santas, ya que se molestó mucho al ser interceptado por los uniformados.
De hecho, el tener un arma de fuego dio por sentado que algo malo buscaba hacer.
LA BALA TRABADA
Cuando se pusieron lo suficientemente cerca como para dialogar, el joven sacó una «tumbera» y quiso accionar su mecanismo de disparo.
El tiro no salió, pero el sospechoso siguió con las agresiones hacia los policías con puñetazos y patadas.
Finalmente fue reducido y la fiscalía dispuso que sea aprehendido por «Supuesta infracción al artículo 189° bis, resistencia y atentado contra la autoridad». El arma utilizada fue incautada.