El presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda (Ipduv), Diego Arévalo, participó del acto de entrega de certificados de capacitación a 16 mujeres que se instruyeron en el aprendizaje de distintas técnicas constructivas.
La iniciativa funcionó de manera conjunta con el Programa de Mejoramientos de Barrios (Promeba) y se desarrolló teniendo en cuenta la perspectiva de género.
Mediante un acto en las instalaciones de la Usina Urbana del parque Tiro Federal, se llevó adelante la finalización de la capacitación mediante la iniciativa comunitaria Construyendo Espacios, Consolidando Comunidad, impulsado por un área específica del Ipduv.
Esta propuesta formativa se desarrolló en el barrio El Timbó de Resistencia, y tuvo un tiempo de duración de ocho meses.
Desde el organismo provincial indicaron que las mujeres que participaron de la propuesta se capacitaron en el manejo, uso y provisión de elementos de seguridad, herrería, carpintería, albañilería y hormigón. También se instruyeron en todo lo referente al protocolo de seguridad en obra.
«Se quiere seguir generando, desde el organismo, proyectos y medidas de acción inclusivas para que mayor cantidad de mujeres puedan acceder a estas oportunidades y puedan lograr empoderarse a través de la formación y las herramientas de trabajo», sostuvo Arévalo.
«Es una alegría enorme ver cómo este programa le puede cambiar la realidad a muchas mujeres chaqueñas», dijo, por su parte, la coordinadora del Programa de Iniciativa Comunitaria (PIC), Ana Clara Buttice.
Con la implementación de este programa se construyeron bancos para la Escuela 969 Maestro Di Nubila y también para espacios verdes del barrio.
Historias de superación
Rosalía Blanco, una de las mujeres que participó de la iniciativa, logró alcanzar su preparación en herrería, carpintería y producción de bloques remarcó la importancia que tuvo el programa.
«Estoy emocionada y agradecida por la oportunidad que nos dio este programa, de juntarnos las mujeres y poder trabajar, de tener una formación para poder salir adelante», afirmó y mencionó que a pesar de que le costó un poco más porque es madre de familia, «se hizo un tiempito para cumplir su sueño».
También dio testimonio de su esfuerzo Griselda, otra de las mujeres que alcanzó su capacitación y recordó cómo fue su trajín para asistir a las clases.
«He aprendido a mi edad, cosas que nunca me enseñaron, en mi casa me tuve que organizar. «Primeramente a las disparadas decía: vamos a cocinar esto, comemos aquello rápido y luego a las 13.30 salía de mi casa a pasos apresurados para llegar a horario a las clases», expresó, en declaraciones suministradas por el área de prensa oficial.
Mientras que Luisa recalcó todo lo que aprendió. «Aprendí a construir, a hacer mezcla, bloques y todo lo que sea albañilería», señaló, al tiempo que reflexionó que «nadie nos regala nada, dejamos muchas cosas de lado para venir a cumplir con nuestros compromisos con el trabajo».
Por otro lado, Natalia subrayó que «este oficio era un trabajo que siempre veía a los hombres hacerlo y que nunca imaginó que iba a poder hacerlo ella misma, hasta que lo hizo».
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