Hace tiempo que los ahorristas eligen el dólar como principal método de ahorro ante una moneda local que no para devaluarse año a año. Pero este fin de 2022 tiene algo particular: con una inflación que se espera que se acerque o alcance los tres dígitos a fin de año y con la llegada de un año electoral, muchos se debaten en qué invertir en el corto, mediano y largo plazo ya sea en pesos o en dólares. En esta nota, recopilamos algunas de las recomendaciones.
Según un informe publicado por portfolio personal de inversiones (PPI), el dólar financiero debería acercarse a los $350 y recomendan posicionarse en moneda dura, aunque admiten que es difícil prever cuándo pegará el salto.
«Dentro del mercado argentino, a priori lo que más nos llama la atención es la tranquilidad que reina en los dólares financieros. El Contado con Liquidación (CCL) estuvo operando entre $302/313 durante las últimas 28 ruedas (desde el 16 de septiembre)» señala la publicación.
A su vez, agregan que «en la medida en que el CCL no aumenta en términos nominales, el propio andar de la inflación lo va “abaratando” en términos reales» y muestran su análisis: «Viendo la evolución del CCL en pesos constantes, el 79% de los días de la administración de Alberto Fernandez estuvo en niveles reales por encima del umbral actual».
“Siguiendo esta dinámica, el CCL debería estar alrededor de $348,7, es decir alrededor de 13,2% por encima del CCL actual”, calculan. “Está claro que es imposible predecir cuándo se puede corregir esta situación, pero mirando otros momentos todos tienen en común reacciones muy abruptas y repentinas”, afirman desde el broker.
La debilidad reciente del mercado de pesos, la mayor liquidez por las nuevas intervenciones del BCRA, la sequía, la incertidumbre política y la típica volatilidad estacional generan un terreno propicio para una corrida cambiaria como la que hemos experimentado una serie de veces en los últimos años. “Así, creemos que los desafíos actuales merecen adoptar un enfoque defensivo en las carteras de inversión”, aseguran.
“Nos parece interesante volcarse por instrumentos en moneda dura, o, en otras palabras, que tengan implícito el dólar financiero en su cotización. Tanto bonos soberanos en dólares para los más agresivos, como títulos provinciales, ONs corporativas e incluso CEDEARs para perfiles menos osados pueden verse beneficiados “en pesos” ante un salto del CCL”, concluyen en el informe.
Plazos fijos
En base al Relevamiento de Expectativas de Mercado(REM) para los últimos dos meses del 2022, en noviembre el plazo fijo UVA le ganaría al tradicional (6,95 vs 6,16%). Para diciembre, el plazo fijo tradicional y el UVA estarían mucho más cerca (6,37% tradicional vs 6,57% UVA). Pese a que el Banco Central todavía no dio señales de un nuevo aumento de la tasa de referencia, qué hacer depende de cada inversor.
En el caso de que se busque la dolarización de cartera para las elecciones venideras en el corto plazo, la mejor opción podría ser el plazo fijo tradicional. En tanto, si se busca ganar por inflación y no rescatar por tres meses, el UVA sigue siendo una buena alternativa.