De acuerdo al relato del albañil, él, junto a otros trabajadores, fueron contratados por José Álvarez Tobar (ex pareja de Buyatti), quien a su vez era contratado de la empresa Tercer Norte, para realizar una serie de obras en la localidad de Santa Sylvina. Contó en detalle cómo fue la situación, los llamados, y las primeras dificultades para dejar asentadas las denuncias hasta la filtración de los audios.
Marcelo Acosta, empleado de la construcción que encabeza la denuncia contra la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia de Villa Ángela, Laura Buyatti, habló esta mañana con Radio Provincia para brindar mayores precisiones del hecho, dando una cronología de los desencadenantes previos a las acusaciones que pusieron a la jurista en la mira tras la difusión de llamadas en las que evidencia maltrato, violencia y amenazas.
De acuerdo al relato de Acosta, él, junto a otros trabajadores, fueron contratados por José Álvarez Tobar (ex pareja de Buyatti), quien a su vez era contratado de la empresa Tercer Norte, para realizar una serie de obras en la localidad de Santa Sylvina. “Yo era el encargado en las obras de la pérgola, la comisaría y la plaza, y después quedé también en Sáenz Peña. Somos 50 trabajadores”, contó, y explicó que todas las semanas se trabajaba por un monto, sin embargo, el día del cobro se les pagaba sólo una parte: “Siempre venía quedando una parte a deber”.
Frente a esta situación, Acosta recuerda que sus compañeros le recriminaron la falta de dinero e incluso lo acusaron de quedarse con ello, por lo cual, los habría invitado a cuatro de ellos a que lo acompañen el día del cobro: “Esa semana se hizo $70.000 de trabajo. Cuando llegamos, el señor nos pregunta cuánto hicimos, le informamos la suma y, en eso, le dice a la secretaria que nos pague $30.000 nomás, los compañeros le preguntan por qué lo hacía de esa manera, y él les dice que la empresa Tercer Norte no le está pagando a él”.
En ese camino, señala que algunos compañeros desistieron de seguir trabajando porque “seguíamos con ese drama”. Es allí donde apunta que aparece un hombre a quien nombra como “Walter”, quien denuncia a Álvarez Tobar “por herramientas, perfiles, portones y otras cosas que él estaba reteniendo”, y recuerda que “en ese problema nosotros estábamos en el medio y no podíamos cobrar el trabajo, y en base a esto, él, encontrándose con eso, nos paga $90.000 para que vayamos a la comisaría de Santa Sylvina a encadenarnos, en favor de que le paguen a él y él a nosotros. Estando encadenados, en una tarde, ellos arreglan en tribunales, donde recibe $5 millones Tobar, y este señor Walter me manda los comprobantes de transferencia y nos pide que salgamos de la comisaría”.
Acto seguido, ya con los comprobantes en mano, señala que viajaron hasta Villa Ángela por pedido de Álvarez Tobar, encontrándose con él en un cajero automático que funciona cerca de la alcaidía. “Llegamos, nos encontramos y le entrego la llave de la camioneta que era de él, nos vamos al cajero, retira $20.000 y les da eso a los compañeros, y dice que a la tarde me iba a depositar en mi cuenta $60.000 y que me iba a llevar $10.000 en efectivo a mi casa, que integran los $90.000 por lo de la comisaría. Ahí comienza la discusión contra él, le dicen que nos debía y que a él le pagaron, que queríamos que pague. Él dice que la cuenta que le depositaron es de él y que por los cheques que está debiendo al Banco del Chaco le congelaron la plata, entonces él no puede retirar. Ahí le dicen que cómo, si tenía la cuenta congelada, pudo sacar plata, entonces él explica que esa era la tarjeta de su señora, la jueza (Buyatti)”, contó, en relación a la primera aparición de la jueza.
En esa deliberación, asegura que el empresario le pidió una semana para cambiar un cheque por $2 millones, sin embargo, recuerda que cuando fue a cobrar “me dice que el cheque no tenía fondo, que no nos podía pagar, entonces empezó la discusión de vuelta”. Es en este momento donde Acosta señala que tomaron la decisión de hacer una exposición en la Policía, donde habría asentado que se iban a encadenar “pacíficamente en su casa y en su empresa”.
“Mando la grabación a los medios de comunicación, de ahí le avisan a la hermana de ella, y ella me vuelve a llamar, cambia el discurso, me habla más tranquila diciéndome que no me iba a meter preso, y me dice que por qué la estaba molestando a la hermana”.
Marcelo Acosta
Tras esto, relata que el empresario nuevamente lo volvió a llamar “amenazándome, diciendo que la casa de él está siendo incendiada, que en el negocio pasaba lo mismo, acusando que lo queríamos fundir”, y contó que en una segunda llamada “me dice que me iba a depositar $50.000 y que ‘había una cuestión con la jueza’”. “Eso lo grabamos todo y al otro día nos dirigimos a la oficina de Empleo y aclaramos que lo íbamos a denunciar por la deuda, y que pedíamos disculpas a la jueza porque él la estaba involucrando para que vayamos en contra de ella”, agregó.
Posteriormente, ese mismo día, comenta que fueron a la comisaría para una nueva denuncia, no obstante, se hizo presente Álvarez Tobar y lo acusó de haberse quedado con la plata de sus compañeros, al tiempo que habría hecho una denuncia en su contra. “Viendo eso nos retiramos del lugar, para las 14 me llaman, atiendo y no tenía agendado, y esta señora (Buyatti) lo primero que me dice es ‘te voy a matar a vos, tu hija, tu señora, tu hijo’. Fue una llamada de seis minutos que no pude grabar. Me quedé asustado, porque me dijo que me iba a meter preso porque la nombre en un reportaje”, explica Acosta, y cuenta que en respuesta decidió mandarle un audio contando otras deudas que le reclamaban a su ex pareja, momento en el cual vuelve a recibir un llamado que pudo grabar, donde se reflejarían las amenazas e insultos provistos por la jueza: “Mando la grabación a los medios de comunicación, de ahí le avisan a la hermana de ella, y ella me vuelve a llamar, cambia el discurso, me habla más tranquila diciéndome que no me iba a meter preso, y me dice que por qué la estaba molestando a la hermana”.
Frente a esa secuencia, Acosta contó que se fue nuevamente a la comisaría para radicar una denuncia por todos los hechos, sin embargo, sostiene que “me la hicieron mal, incluso les dije que estaba disconforme, por eso volví a hacer otra que también me la hicieron mal”. De todas maneras, con los audios ya difundidos, el hombre sostiene que a partir de eso “cambió el sistema de la Policía”, y remarcó que “al principio tiraban para el lado de ella”.
A partir de toda esta secuencia, la jueza Buyatti estaría recibiendo una investigación sumaria tras una actuación de oficio, con lo cual se buscaría determinar su desempeño con posibles consecuencias judiciales respecto de su cargo.