12 embarazadas rusas llegan por día a parir al país. El fenómeno fue retratado por un artículo del periódico británico The Guardian. Buenos Aires se transformó en un destino ideal para mujeres que van dar a luz en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
«Mujeres rusas vuelan a Argentina para dar a luz. El país sudamericano está experimentando un auge en el turismo de maternidad, ya que los rusos hacen uso de los raros viajes sin visa«, dice el periódico inglés The Guardian, en un extenso artículo publicado el martes, que pone el foco en la cantidad de embarazadas que optan, a razón de 12 mujeres por día, por llegar a Argentina para dar a luz, y beneficiar a sus hijos con la doble nacionalidad, sobre todo tras el inicio de la guerra con Ucrania.
Las estimaciones de la embajada rusa indican que en 2023 podrían ser 10.000 las mujeres que lleguen al país, básicamente por lo que se denomina «turismo de nacimiento«.
FÁCIL VISADO Y GRAN SISTEMA DE SALUD
La nota del periódico inglés comienza haciendo foco en la historia personal de Polina Cherepovitskaya, una de las tantas mujeres rusas que tuvo a su hijo en Argentina en las últimas semanas. Se trata de una diseñadora de joyas que anteriormente residía en Moscú y que dio a luz en diciembre pasado.
Este desconocido fenómeno de «baby boomers» ruso en el país, según ‘The Guardian’, tiene un origen ligado a dos situaciones: una, el comienzo de la guerra que ‘expulsa’ a ciudadanos de esa potencia para asegurar un futuro más calmo a su próxima generación. Y otra, es la simplicidad que constituye para las ciudadanas rusas la posibilidad de arribar a Argentina sin demasiados trámites burocráticos, además de la gratuidad en un sistema de salud que califican como «de excelencia».
Lo que llama la atención es que haya tenido que ser un medio inglés el que detecte este fenómeno de 12 mujeres al día llegando a Argentina a parir desde la lejana Rusia. También es llamativo como en redes sociales nadie parece objetar la llegada de extranjeros para ser atendidos por la sanidad pública, como sí sucede cuando se subraya la misma situación, pero con inmigración proveniente de países vecinos.
Sin dejar de sacar provecho a esta exótica situación, ‘The Guardian’ aprovecha a golpear al gobierno de Putin por provocar una especie de diaspora rusa, y eligió a Argentina para ejemplificar ese ‘éxodo’.
«Si bien el concepto de turismo de maternidad no es nuevo, el aislamiento de Moscú del oeste como resultado de la guerra ha convertido a Argentina , donde los rusos no enfrentan requisitos de visa, en el destino al que acuden las familias que buscan brindarles a sus hijos los privilegios de una segunda ciudadanía. El llamado de Vladimir Putin a cientos de miles de reservistas militares puede haberse sumado a la tendencia», arriesga el diario inglés como justificativo a esta tendencia.
ESTE AÑO SERÍAN 10 MIL
En cuanto a los números estadísticos agrega que el jefe del departamento consular de la Embajada de Rusia en Argentina, estimó que entre 2.000 y 2.500 rusas se mudaron a Argentina en 2022, muchas de las cuales, dijo, eran mujeres rusas que planeaban dar a luz en el país. “En el año 2023, ese número puede crecer a 10.000”.
También destaca ‘The Guardian’ que: «Además de los privilegios de un pasaporte argentino, los rusos eligen Buenos Aires por la alta calidad de su atención médica, tanto pública como privada»,y subraya que «Los padres extranjeros de un bebé nacido en Argentina también tienen un camino relativamente fácil hacia la ciudadanía argentina, que puede tramitarse en menos de dos años».
Por último el artículo además señala que: «No sólo embarazadas llegan a Buenos Aires. También trabajadores de la industria tecnológica que ven en el país sudamericano un destino donde continuar sus carreras luego de que el clima de negocios se resintiera seriamente en Rusia. Además de un buen lugar para estar lejos de cualquier intento de reclutamiento para ir a pelear a Ucrania».
Argentina está de moda, y a partir del triunfo mundialista las autoridades nacionales deberían estar atentas a este «boom» que ya venía desde antes, pero que se está potenciando aún más, y así sacar partido turístico y de atracción de inversiones por parte del capital extranjero.
Valorar más las potencialidades que los extranjeros ven en Argentina debería convertirse en una política de Estado, para no dejar pasar esta coyuntura que puso al país más que nunca en la vidriera del planeta.