Más allá de la historia y el mito, la forma y composición de la rosca tienen su significado. La redondez representa la eternidad y la corona de Cristo y los huevos enteros que lleva su versión más clásica se asocian con la idea del renacimiento y la fertilidad.
Huevos de chocolate y roscas de Pascua: ¿cuál es el origen de esta tradición? Egipto e Italia tienen mucho que ver en el origen de estas costumbres cristianas.
El origen de la costumbre de comer huevos de chocolate en Pascuas viene de los antiguos egipcios, que en las ocasiones especiales se regalaban huevos decorados por ellos mismos.
Los primeros cristianos adoptaron esa tradición para celebrar la resurrección de Jesús. Durante la cuaresma, que son los 40 días anteriores a la fiesta de Pascua, estaba prohibido comer huevos. Era una especie de sacrificio que los cristianos hacían para purificar su alma. Pero cuando por fin llegaba el Domingo de Pascua, salían de sus casas con canastas de huevos para regalárselos unos a otros. Más tarde, los pasteleros europeos los elaboraron con chocolate e incluyeron sorpresas y confites en su interior.
El origen de la Rosca de Pascuas se remonta al año 476, cuando un rey bárbaro había sitiado la ciudad de Pavia, en Italia. En ese lugar, un humilde pastelero preparó un postre con forma de paloma para la Pascua, símbolo de paz y amor y se lo regaló al monarca. Tan conmovido quedó el rey, que en prueba de amistad levantó el sitio de la ciudad y liberó a la población. Con el correr del tiempo, fue cambiando la forma del postre, hasta llegar a la rosca tan conocida, que representa con un anillo el amor y la amistad que unen los pueblos.
Las roscas fueron en su principio simples panes leudados. Sus antecedentes no están relacionados con la religión sino con festejos paganos de la antigüedad. En estas oportunidades se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos y miel.
Otros señalan el origen de la Rosca de Pascua también en Italia, pero en Bolonia, con el fin de complementar el ya tradicional huevo de pascua. Los reposteros italianos retomaron estas tradiciones antiguas nunca perdidas del todo para “competir” con la también antigua tradición del huevo.
Lo cierto es que para su confección utilizaron productos simples: leche, huevo y harina. Y de esta manera nació la “Rosca de Pascua”, que, por otra parte, no debe ser confundida con la Rosca de Reyes.
¿A qué precio?
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Como siempre se aconseja, camine señor, señora, camine.