Silvio E. Buittoni
Villa San Martín venció 94-90 a Montmartre y de esa manera igualó la serie de octavos de final que ambos protagonizan. Hoy va el tercero. (Ver aparte)
volver y ganar
Villa San Martín recuperó el eje en los últimos minutos y de esa manera pudo cerrar con victoria frente a Montmartre el segundo juego de la serie de Reclasificación que ambos protagonizan por la Conferencia Norte. Fue 94-90 luego que el Tricolor llegara a ostentar hasta 20 puntos de diferencia. Pero el conjunto catamarqueño lo superó luego en intensidad -en el último cuarto- y de esa manera llevó a una dramática definición al encuentro que se jugó en el estadio del ganador ante aceptable marco de público. Villa asentó su triunfo en ese «regreso» a las fuentes en el último tramo del cotejo y en muy buenas actuaciones individuales tales como las de Guevara -25 puntos y 16 rebotes-, Pérez (24) y Vittar (19), este último con un rebote ofensivo/recupero en el cierre que le permitió a Villa estirar mínimamente la ventaja a segundos de la chicharra final. Antes de todo ello, hubo un partido que, en los dos primeros cuartos, se presentó parejo, con alternancia en el mando del tanteador, aunque el local ganó ambos por 28-27 y 49-46 respectivamente. Ya allí se vería la muy buena noche de Pérez primero y Guevara luego. Enfrente la visita apeló -y encontró respuestas- en las bombas -y algunas individualidades como las de Gómez (20) o Conrradi (16)- que inexorablemente lo mantuvieron en el palo y palo. Pero tras el descanso largo Villa volvió a tener en Pippen Pérez a su líder ofensivo y, con el acompañamiento de Vittar más algún triple, llegó a aquella máxima de 20 (74-54) para finalmente cerrar los primeros 30 por 15 arriba: 74-59. Esa diferencia influyó negativamente en el local -que dio la sensación de bajar la intensidad-, y positivamente en la visita que salió decidido a vender cara la derrota. Y lo hizo con tanta convicción e intensidad que superó a un tibio Villa que vio como Montmartre se acercaba inexorablemente hasta alcanzar la igualdad en 88 a dos minutos del final. Y allí Villa dio una gran muestra de carácter porque dejó de lado la tibieza, volvió al ritmo e intensidad que lo había puesto en condición de quebrar a su rival ya en el tercer período, y con su perímetro, selló el 94-90 que lo mantuvo vivo y forzó el tercer juego a desarrollarse hoy nuevamente en el estadio de la calle Saavedra.