Con la llegada de las bajas temperaturas, las condiciones para las personas en estado de vulnerabilidad se endurecen mucho más. Por esto, desde el programa Mirame, que ejecuta la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, se refuerzan los dispositivos de contención con atención inmediata a personas en situación de calle.
Las operadoras y los operadores de Mirame recorren zonas y barrios de Resistencia, Barranqueras, Fontana y Sáenz Peña, para llegar a las personas sin techo. También se dispone de equipos interdisciplinarios de la Dirección de Abordaje Psicosocial (operadores sociales, psicólogas, trabajadoras sociales), que realizan operativos en terreno para la detección de casos.
El programa cuenta con dispositivos de alojamiento transitorio para aquellas personas adultas que decidan libremente salir de la situación en la que se encuentran y también posee centros convivenciales para encarar un trabajo a mediano o largo plazo, lo que incluye que quienes llegan empezarán otros proyectos de vida.
En primera instancia se realizan capacitaciones en oficios, controles sanitarios, tratamientos médicos y psicológicos para casos de consumos problemáticos, trámites para renovar el Documento Nacional de Identidad (DNI) y acceso a terminar estudios primarios o medios. Como acción de corresponsabilidad social, se pide a la ciudadanía alertar estos casos llamando al 0800-888-6472.
Parador
En época invernal, las tareas de detección se multiplican con el propósito de que nadie pernocte en la intemperie y sí lo haga en el Parador Nocturno, que funciona en avenida 25 de mayo 835 de Resistencia, de 20 a las 9.
El espacio cuenta con instalaciones adecuadas para que quienes ingresen voluntariamente al lugar tengan las necesidades básicas cubiertas y el acompañamiento de un equipo de operadores psicosociales y profesionales de la Subsecretaría.
En aquellos casos que la persona adulta en situación de calle, decida no acudir, se le otorga provisión de alimentos, bebida caliente y abrigo durante el horario nocturno, más asistencia alimentaria por la mañana.
Convivencia
Los centros de alojamiento transitorio de convivencia son: Mirame 1 (Formosa al 634), Mirame 2 (Fortín Alvarado 336), y Mirame 3 (Santa Fe 461).
Además de ello, se asiste con viandas diarias (almuerzo, cena y postre), a una población aproximada de 100 personas, más otras 50 del programa Contener destinado a adultas y adultos mayores que se encuentran en vulnerabilidad social y con trabajo informal.
Melina Coloschi, directora de abordaje psicosocial de la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, en declaraciones a Radio Nacional Resistencia, detalló el trabajo que realizan en este sentido.
En primera instancia explicó que el programa Mirame comenzó en 2020, por decisión del gobernador Jorge Capitanich como parte de las políticas públicas para las personas de extrema vulnerabilidad social. «Un trabajo que venimos haciendo, es un proceso arduo, que comenzó con una geolocalización de aquellas personas que se encontraban pernoctando en la vía pública», comentó.
«Habilitamos dispositivos de albergue donde las personas pueden asistir, higienizarse. Esto es en función de poder revertir la situación de calle. En este proceso de reversión se trabaja de manera intersectorial e interministerial, porque no solo es resolver una cuestión habitacional, sino también cuestiones de acceso a los diferentes derechos que estaban siendo vulnerados», afirmó.
Además añadió: «El equipo de territorio del programa Mirame reparte una vianda por el mediodía el almuerzo y una en la cena. Eso se viene haciendo desde 2020», y agregó: «Tenemos una línea de emergencia que es el 0800-888-6472, funciona las 24 horas, los 365 días del año, que cualquier miembro de la comunidad puede comunicarse a ese número e informar sobre una situación de calle o de extremo vulnerabilidad social, el equipo se va a acercar y va a trabajar con la persona a ver de qué modo se puede asistir».
Voluntario
Más adelante, Coloschi aclaró: «Nosotros trabajamos desde la voluntariedad. Es un proceso, que implica diferentes recursos, herramientas, estrategias que utilizamos, que obviamente no son de un día para el otro, hay personas que no quieren albergarse en ninguno de nuestros dispositivos, se respeta y se trata de seguir asistiendo y de proteger sus derechos desde el lugar que nosotros podamos».
También detalló que «el programa Mirame está conformado por equipos técnicos, que son personas que trabajan en el Ministerio, que funciona en avenida 25 de Mayo 835, donde está lo que es el parador nocturno, ahí también se pueden acercar o redirigir a alguna persona para recibir la asistencia, usar el albergue, lo pueden enviar a ese lugar o pueden acercarse a ese lugar como a la línea de emergencia».
Asimismo indicó que «en el año 2021, habilitamos lo que es el parador nocturno, en función de lo que son los operativos de Noche Sin Frío que consisten en intensificar esta georreferencia, los recorridos, se hacen cuatro recorridos diarios, para detectar las personas que se encuentran pernoctando en la vía pública, ampliamos muchas veces lo que es el radio, porque si bien se localiza en lo que es nuestro centro, también tenemos que llegar hacia la periferia también de la ciudad y otras localidades, dónde vamos detectando situaciones de calle y se suma lo que es la merienda y el desayuno», precisó. Al tiempo que aclaró que el «parador nocturno es un albergue más bien transitorio y con una modalidad mucho más flexible, las personas ingresan a las 18 horas y egresan al otro día a las 8 de la mañana, reciben merienda, cena y desayuno, ahí pueden acceder a un espacio para asearse y pernoctar más caliente y bajo techo».
Puente de incersión
También detalló que «en el parador nocturno tenemos espacio para albergar a familias, niños, obviamente esto es transitorio, es alguna situación específica que haya sucedido, mayormente nosotros tenemos adultos y varones», comentó. Y añadió: «el número es muy variable porque si bien tenemos los tres dispositivos de carácter convivencial, el parador nocturno funciona como este puente, que es para ir creando el vínculo, es más flexible, las normas de convivencia son más limitadas, hay menos tiempo de convivencia, por eso mismo, en este trabajo de poder revertir la situación de calle es parte de ir acercando a las personas», sostuvo. Y seguidamente explicó: « una vez que la persona accede al parador, accede a los otros dispositivos convivenciales, vamos trabajando en función de la inserción social, laboral, tenemos lo que es terminalidad educativa, para que puedan realizar un oficio a través del polo social y productivo que pertenece al ministerio de Desarrollo Social, ahí tienen oficios como carpintería, herrería, auxiliar de maquinaria textil, y ahora estamos en función de lo que es la producción textil», enumeró la funcionaria. «Entonces entre todos esos oficios posibilita también la inserción laboral de las personas».
La funcionaria precisó que en los espacios convivenciales mayormente se albergan varones, adultos, mayores de 18 años, y un promedio entre 25 y 35 años más o menos.
Por último, al referente resaltó que «hay que poder tener en cuenta que estas personas tienen derechos, que necesita posiblemente nuestra ayuda y que no pasemos por alto, sino que se comuniquen, cualquier persona se puede comunicar, nos informa y nosotros nos podemos acercar a esa persona a ver de qué manera se la pueda asistir», finalizó.