Como parte del plan de seguridad y en el marco de la emergencia decretada en ese aspecto, el Gobierno continúa realizando los operativos del programa Escuchar para hacer. Estos despliegues, en los que se controlan más de 1.500 personas en cada jornada, tienen por objetivo mejorar la prevención y el combate hacia el delito con un fuerte abordaje territorial.
Escuchar para hacer es un programa planificado por el gobierno provincial a través del Ministerio de Seguridad y Justicia y la Policía del Chaco para fortalecer la prevención de delitos en el Gran Resistencia, Sáenz Peña y las ciudades de mayor incidencia delictiva, según lo establece el mapa de delitos elaborado por el área de Inteligencia Criminal.
En esta oportunidad, los controles se realizaron en la intersección de las avenidas Ávalos y Lavalle, y en el Parque de la Democracia, todos en Resistencia. En estos controles participan efectivos de las comisarías de la zona intervenida y personal de la Policía Caminera. También del Cuerpo de Operaciones Motorizadas (COM), del Servicio de Investigaciones y de unidades especiales (Consumos Problemáticos y Caballería); en tanto que acompañan personal de las fuerzas federales con presencia en la provincia.
El jefe de Prensa de la Policía del Chaco, Alejandro Domínguez, explicó cómo es la organización de estos operativos. «Partiendo de la información que se brinda desde el Centro de Análisis Comando y Control Policial (Ceac), se define la intervención utilizando un mapa de delitos, que indica en qué lugares ocurre la mayor cantidad de ilícitos y las zonas son identificadas por puntos cardinales para organizar los recorridos», sostuvo.
Domínguez dijo además que se recopila información aportada por las y los vecinos de los barrios y, en base a esto, se planifican y arman los cuadrantes correspondientes para iniciar los recorridos.
¿Qué incluye
cada operativo?
En cada intervención los efectivos policiales instalan puestos en las principales avenidas de la zona en las que interceptan motos y vehículos. A sus conductores les solicitan la documentación del vehículo y DNI para hacer las consultas al Sistema de Gestión Biométrica (Sigebi), que permite conocer si la persona posee pedidos de captura o antecedentes penales. Con la presencia de canes se controla también la tenencia de estupefacientes. Es por ello que no se comunican los lugares donde se realizan los operativos.
Domínguez explicó que estos operativos se vienen realizando hace tiempo, tanto en paradas de colectivo, así como recorridas en motocicletas para contar con calles seguras. Además, entre sus acciones, realizan tareas de «ciberpatrullaje» para evitar todo tipo de delitos informáticos.
«Todos los días se realizan operativos y luego damos a conocer los resultados. En un operativo se controla a más de 1.500 personas y en julio pasado se controlaron cerca de 85 mil motovehículos que son el resultado de todos los operativos que venimos realizando. Nuestra principal función es la prevención y que no ocurran delitos», amplió Domínguez.
El plan de seguridad se basa en seis ejes estratégicos que ya se implementan: más inversión en tecnología para combatir el delito, transporte seguro, prevención y control territorial para calles seguras, más presencia policial, mejora del sistema de denuncias, ampliación de la capacidad instalada para detenidos del Servicio Penitenciario con la incorporación de 700 celdas, y más eficiencia, publicidad, oralidad y agilidad para el proceso penal con el impulso de una serie de iniciativas legislativas.