Tras la difusión del índice de inflación de agosto por parte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) que arrojó un 12,4%, el más alto desde marzo de 1991, durante la salida de la hiperinflación, desde la Cámara de Supermercadistas del Chaco, su titular Miguel Simons, en contacto con LA VOZ DEL CHACO, analizó el impacto de estas cifras en el sector que representa.
En primera medida el referente señaló: «Realmente nosotros pensamos que la inflación real es mayor que el 12,4%, porque en realidad los últimos aumentos se vienen superponiendo, o sea que para fin de septiembre probablemente recién estén todos los aumentos por la devaluación de los días pasados en las góndolas».
«O sea que en septiembre quizás se podría morigerar un poco porque se volcó bastante en agosto, pero después, octubre, probablemente por la elección, esté un poquito tranquilo, más que hay muchos productos y servicios congelados. Y en noviembre y diciembre creo que vamos a volver a tener esta inflación alta», anticipó.
Al momento de señalar el impacto que esto tiene, Simons reconoció que «por supuesto que le quita poder adquisitivo a la gente. Y realmente lo que primero sentimos la caída del volumen de ventas en las cajas fuimos los pequeños comerciantes, las pymes y los supermercados de cercanía.
Pero ya la semana pasada hemos detectado que las grandes cadenas, los supermercados mayoristas están teniendo una caída bastante importante en su movimiento. Es lógico porque si nosotros no vendemos, los supermercados mayoristas no venden».
Al tiempo que añadió: «Los supermercados de cadena, que su mayor volumen se traduce por ventas con tarjetas de crédito, tarjetas de débito, están muy saturadas las cuentas de los ciudadanos, por lo cual las tarjetas están limitando los créditos. Inclusive, bueno, la persona por sí misma empieza a achicarse para no tener demasiadas deudas y terminar con problemas».
Simons indicó que «todo esto se traduce en recesión. Pero sabemos que esa recesión es provocada. Según nuestro funcionario a nivel nacional dice que es culpa del FMI.
Realmente es una discusión que podrán tener ellos. Para nosotros la realidad es que la recesión que fue provocada, cada vez se acentúa más en el rubro alimenticio, aseveró».
Los rubros
más afectados
Más adelante, el referente de los supermercadistas indicó cuáles son los rubros que tuvieron mayor impacto: «En las carnicerías, por ejemplo, ya se quemaron todos los libros. Porque antes cualquier supermercadista, cualquier carnicero, sabe que tiene que hacer un mix de cortes. O sea, se gana menos en el puchero, se gana menos en la falda, se gana menos en la paleta, pero se compensa con asado, con vacío, etcétera.
Aparte, el mix de carnes entre blanca y roja, incluso el cerdo, antes nos daba una rentabilidad pareja. Ahora se vende casi todo pollo, muy poca carne, y como la carne de cerdo va acompañando, pero en menor medida, a la carne de vaca, entonces también ahí tenemos dificultades».
Y seguidamente amplió: «No solamente dificultades, por el costo en sí, sino que nos van quedando cortes que por último terminamos vendiendo, como el caso de las pulpas, en forma de milanesa, o directamente a un precio más bajo para poder rotar».
Asimismo, el supermercadista reconoció: «También tenemos dificultades en la parte del lácteo, porque los productos lácteos, primero que han bajado mucho la calidad, eso es una realidad. Hoy, por más que compre una marca de prestigio, la calidad ha bajado muchísimo, se nota mucho en los quesos blandos, y el queso duro prácticamente no se vende al precio realmente que hay que vender.
Si uno bajaba, no sé, 20 hormas de queso de colorado, hoy si baja 4 le alcanza y le sobra», y explicó que «se fueron los valores, tanto en los quesos duros como la mozzarella, que la gente dejó de consumir. Y me estoy refiriendo a los supermercados pymes, a los supermercados cercanías, como siempre les recalco, porque la historia en grandes cadenas es otra, aunque sí ya se nota una merma en el surtido de lácteos que están teniendo las góndolas».
Además, añadió: «Los yogures, por ejemplo, de marca, que son de buena calidad, todo lo que usted quiera, pero tienen precios que realmente son llamativos».
El referente continuó describiendo: «Después otro número, que no es de primera necesidad, pero sí ha caído bastante, es la parte de galletitas y golosinas. Solamente se venden saladas, se venden salvados, por ahí una galletita dulce y ni que hablar de chocolatería y caramelería. Realmente hoy comprar 20 caramelos son $500, estoy exagerando un poquito, pero más o menos es así».
En este sentido, Simons afirmó: «Realmente no hay rubro que se salve. La gente compra lo necesario o lo que les alcanza el bolsillo, nada más. Y no solamente eso. También se nota un cambio de actitud hacia el producto. O sea, ya no se valoriza más el producto en sí mismo por su valor calórico, por su calidad, por su presentación. Se valora solamente el precio.
Se busca el precio, que realmente es comprensible, ¿no?, porque cuando tomamos el universo de la alimentación, todos nos agarramos los pelos pero usted va y le compra cualquier cosa que le haga falta para su hogar, si tiene que hacer una llave, si tiene que comprar un transformador chiquito para su celular porque se le cayó al agua y no puede usarlo. Todo, todo son valores inmorales para el ingreso de la gente. No digo que no sean reales los costos, pero ya se volvieron valores inmorales para la gente».
Salarios por
la escalera
Como otro factor que contribuye a esta situación, Simons indicó: «Para colmo se está retrasando mucho el tema de las paritarias y creo que es adrede. O sea, están atrasando los arreglos salariales como para que el bulto le caiga a quien sea elegido, el partido que sea elegido como futuro presidente.
Porque no puede ser que realmente no se hayan ajustado ni los salarios, ni hablar de los jubilados, ni se hayan ajustado los salarios en la mayoría de los gremios. No hablo de los gremios que tienen mucha fuerza y paran al país. Hay muchos gremios, pequeños gremios, que realmente están atrasadísimos».
A modo de ejemplo, el empresario comentó: «Cuando voy a la farmacia, mientras espero mi turno, no escucho que la cajera diga menos de $5 mil, $7 mil, $12 mil, $15 mil los tiquetes. Realmente, eso digo, es inmoral el nivel de precios que hay en la economía actual con respecto a los ingresos asalariados de los pequeños comerciantes, de los pequeños profesionales, de los autónomos, de todos».
A lo que también añadió: «La parte impositiva no bajó, al contrario, cada vez hay más presión, hoy mantenerse, fíjense lo que le digo, no al día, pero con más de un atraso de 60 días, el pago del impuesto es un milagro. Yo creo que si hago una encuesta entre los comerciantes que pagan impuestos, porque sabemos que hay muchos que no los pagan, creo que del 100%, el, 25%».
Al momento de visualizar soluciones a esta problemática reconoció: «Los problemas que tenemos en inflación son complejos, yo realmente no estoy capacitado, pero lo que sí puedo asegurar es que lo que se deben tomar son medidas de fondo, no parches, porque poner con Precio Justos, congelar todo, el pan, los combustibles hasta diciembre, pueden congelar esto, todo son parches.
Bueno, yo creo que en realidad una de las primeras cosas que deberían hacer es tomar medidas de fondo, que sean realmente, que dicen que los tres candidatos a presidente, que las tienen, bueno, ojalá, pero deberían tomarse eso, y cambiar, digamos, la mentalidad de nuestros empresarios, tanto nacionales como extranjeros, es muy difícil».