El diputado nacional Juan Manuel Pedrini, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO, afirmó que el gobierno nacional no muestra interés en que el presupuesto 2025 sea aprobado.
Al contrario, estimó que el Ejecutivo preferirá prorrogar el presupuesto 2023 para tener mayor flexibilidad en el uso de los recursos de manera discrecional.
Dado el contexto, remarcó que el debate sobre el presupuesto carece de la importancia política necesaria para generar consenso.
Aseguró que las discusiones en la comisión están marcadas por una falta de diálogo y violencia verbal, entre otros factores que dificultan el debate constructivo, y acusó al presidente de la comisión, José Luis Espert, de actuar de forma autocrática limitando las intervenciones y tiempos de exposición, para impedir un intercambio efectivo entre legisladores y los representantes del Gobierno.
-¿Cómo se desarrolla el debate en torno al proyecto de presupuesto 2025?
-El gobierno nacional no está muy interesado en que se apruebe el presupuesto, porque si estuviera interesado mandaría a quien lo hizo, al ministro Luis Caputo, quien gasta la mayor cantidad de recursos y es el responsable del área social.
A la ministra Sandra Pettovello creo que eso marca que no es muy importante para el Gobierno la aprobación del presupuesto. Creo que prefiere prorrogar 2023 y realizar gastos en forma absolutamente discrecional.
-¿No hay diálogo?
-Caputo no fue, gasta la mayor parte del presupuesto, la ministra tampoco fue, Sandra Pettovello, mandan a secretarios y subsecretarios, y el presidente de la comisión, José Luis Espert, es un autócrata que impide el diálogo de forma sistemática, impide el diálogo que debe existir entre legisladores y funcionarios de segunda línea que envía el gobierno nacional.
Pone límites permanentemente a las exposiciones y a los tiempos de las comisiones, con lo cual, torna imposible que las mismas sean fructíferas. Todo en un marco de violencia verbal, que es sumamente desagradable.
CRÍTICAS AL CONTENIDO DEL PROYECTO
-Diputados del oficialismo opinan que no puede negar el presupuesto al Ejecutivo nacional. ¿Qué opina?
-Hay que generar un presupuesto, pero si ese presupuesto quita USD5 mil millones a las provincias, asigna menos recursos a la educación, ajusta a las universidades, y ajusta a los jubilados y al gasto social, no nos pidan a nosotros que creemos en políticas redistributivas que aprobemos un presupuesto destinado básicamente al pago de la deuda.
Este es un presupuesto que no es para el pueblo argentino, es para los acreedores externos. Eso no lo dice Pedrini, lo dice el artículo 1 del presupuesto, que establece la regla fiscal. Está explícito que hay que generar un superávit financiero que abarca el pago de la deuda, los vencimientos de la deuda.
-¿Acompañaría con su voto este presupuesto?
-Cuando haya un presupuesto para los argentinos, vamos a acompañarlo. Para seguir con la timba de Caputo y compañía, no cuenten con nosotros.
Fragmentación política
-¿Cuál es su lectura de la división del bloque de la Unión Cívica Radical, y del acercamiento de un sector del mismo a las posiciones de Unión por la Patria?
-Hay dos características de la política argentina: una es la fragmentación política, la derecha se está orbitando alrededor de Milei; podemos poner al PRO, sectores del radicalismo y partidos provinciales, y va a haber una oposición que orbita alrededor del peronismo, pero que es más amplia.
Es mucho más amplia que el peronismo. Van a abrevar sectores de la izquierda, irigoyenistas, antiimperialistas y seguramente socialistas.
Creo que la irrupción de Javier Milei trastoca el mapa político tradicional; alguien ganó las elecciones como un outsider sin partido, por lo tanto, pone en crisis a los mismos partidos políticos.
-En amplios sectores ya comienza a palpitarse el escenario electoral de 2025. ¿Qué rol considera que debe cumplir el justicialismo?
-Creo que el peronismo tiene el deber de convocar a un gran frente que sea la alternativa al polo de derecha que orbita alrededor de Javier Milei.
Es un polo de derecha verbalmente violento, sin anclaje partidario, y que sigue los caprichos de su líder, Javier Milei. Enfrente hay que poner un frente de políticos racionales, que no se guíen por caprichos y que respondan a los intereses de la Argentina productiva.
¿Cómo mantienen Caputo y Milei esta seudo estabilidad en la que vivimos? Muy fácil, endeudándonos. Este año nos endeudaron en USD90 mil millones.
El rol del justicialismo ante el nuevo escenario político y económico
-Dado el escenario actual, ¿qué consejo da a los dirigentes del PJ que han comenzado a activar sus bases?
-La primera responsabilidad de un dirigente político peronista es hoy generar las condiciones para la transformación, mirar más allá del partido peronista, ampliar las bases de sustentación y después ir generando las condiciones para lo que el peronismo hace naturalmente: el trasvasamiento generacional.
En el Chaco, el último gobierno de Jorge Capitanich fue el gobierno más joven de la historia. Nuestro parlamento es el más joven provincial y nacional. A ese proceso lo tenemos que profundizar.
-¿Qué contraste puede hacer de esta convocatoria, en relación al proyecto político que encarna el Presidente de la Nación?
-Lo de Javier Milei políticamente es discutido, pero de viejo contenido; no hay nada nuevo. Al final de Milei vas a encontrar la vieja receta liberal: recesión y endeudamiento, de dólar sobrevaluado y de fuga de divisas. Milei es nuevo, el programa económico es viejo, como quienes lo llevan adelante.
Milei es la novedad, pero su gabinete proviene de la casta que él dice combatir. No hace falta explicar: Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger, Luis Caputo, participantes de cuanta estafa financiera se descargó sobre el pueblo argentino.
-¿Cuál es su lectura del contexto al que los argentinos se ciñen ya ha casi el cierre de 2025?
-Creo que gran parte de la sociedad argentina, en pos de la estabilidad económica, ofrece una caída de sus ingresos, una caída del poder adquisitivo del salario y, en consecuencia, un peor nivel de vida, e incluso la pérdida de empleo, y más aún la pérdida de industria.
Esas son las ofrendas que se hacen en el altar de la estabilidad. Las consecuencias son una recesión económica y una caída en los ingresos de las familias, de los jubilados, de los asalariados en la Argentina.
Tendremos que pasar una fiesta solidaria, mirando y ayudando a los miles de compatriotas que hoy están excluidos de las políticas neoliberales.