La Policía del Chaco tiene órdenes precisas de convocar al Comando de Operaciones Especiales (COE) en situaciones de crisis entre las que se cuentan los casos de salud mental. Así lo pudo corroborar el portal judicial Litigio, tras acceder a la directiva emitida por el subjefe de Policía, Manuel Silva.
Dirigido a los supervisores de Zona Metropolitana I, II, III, IV, V, VI, XXII, XXIII, XXIV y XXV, como así también al jefe de Departamento del Servicio 911 y al jefe de la División Unidad Seguridad Hospitalaria, la orden tiene fecha del 10 de junio pasado y fue retransmitida por el Director General de Seguridad Metropolitana, Carlos Fernández.
En la misma, se recoge la directiva firmada por el subjefe Silva, quien reconoció que se deben tomar mayores recaudos a la hora de intervenir en situaciones de alto riesgo debido a que se vienen observando “falencias en el desempeño del servicio”.
Para eso, enumeró tres puntos que los jefes policiales del Área Metropolitana deben cumplir y hacer cumplir.
El punto uno establece que “al tomar conocimiento de un acontecimiento como ser tentativa de suicidio, toma de rehenes y/o cualquier otra situación en la que se halle en inminente peligro la vida de cualquier persona, inmediatamente deberá acudir al lugar del hecho el jefe de la Comisaría que por jurisdicción corresponda, quien con la urgencia del caso realizará un relevamiento de la situación que se le presente, para posteriormente activar el protocolo de intervención tendiente a disponer de las medidas preventivas y necesarias para procurar el resguardo de la vida en peligro”.
Posteriormente, se informa que el jefe de la Comisaría comunicará lo que está ocurriendo a sus superiores, sin perjuicio de dar inmediata intervención a la Directora de Abordaje Territorial, quien “se encargará de disponer un equipo de trabajo del Cuerpo de Operaciones Especiales (COE) a cargo del Jefe de Departamento, por intermedio de quien se articulará los mecanismos idóneos para la intervención del caso en particular, por donde se analizará si correspondiere la concurrencia de un mediador, franco tirador, entre otros. Como así también de forma similar a través del Director de Bomberos, quien se encargará de brindar un grupo de trabajo con personal especializado para el hecho”.
Finalmente, el punto tres de la directiva indica que el jefe de la Comisaría será el encargado de solicitar y dar inmediata intervención a la Fiscalía que en turno corresponda, como así también la presencia de personal de salud con la respectiva ambulancia situados en el lugar. Además, se deberá informar de manera inmediata vía telefónica a la jefatura de Policía, Fernando Romero y al subjefe “quienes confirmarán la orden del traslado e intervención del grupo especializado del COE”, adelantando de manera verbal para seguidamente te detallar pormenorizadamente vía plantilla de WhatsApp.
Esta directiva policial tuvo gran implicancia en el caso de Gabriela Casa, la empleada judicial que fue retirada a la fuerza de su domicilio del barrio Provincias Unidas, en Resistencia, el 7 de octubre pasado para ser internada contra su voluntad por sus problemas no tratados de salud mental.
En esa ocasión, se puso el foco de las críticas en la actuación de la Policía del Chaco y principalmente en la presencia del COE en dicho operativo, por considerarla desproporcionada.
El incidente con el sujeto que fue baleado en el tórax
Un violento episodio que tuvo lugar a principios de junio por la madrugada en Resistencia terminó, con un hombre de 40 años con padecimientos de salud mental que amenazaba con suicidarse y que fue internado en grave estado tras recibir un balazo de goma en el tórax durante una intervención policial.
El hecho ocurrió en una casa ubicada en Salta 230 de la capital chaqueña y la persona herida fue Álvaro Suárez López, quien padece de esquizofrenia y resultó baleado con postas de goma desde corta distancia, cuando intentó agredir a los uniformados que participaban del operativo.
De acuerdo con la información suministrada de manera oficial por fuentes policiales, el padre de Suárez López había llamado a la fuerza de seguridad pidiendo ayuda porque su hijo tenía intenciones de quitarse la vida y se había atrincherado en una de las habitaciones de la vivienda.
En el caso intervino la Fiscalía Penal 1 de Resistencia, a cargo de Ingrid Wenner, quien dio al Cuerpo de Operaciones Especiales (COE) la orden de ingresar al cuarto en el que se encontraba el hombre con padecimiento de esquizofrenia.
Los uniformados actuaron haciendo uso de gas lacrimógeno, pero debieron emplear un disparo con cartucho de posta de goma contra el sujeto, quien intentó en varias ocasiones agredir con un arma blanca a los efectivos.
Anteriormente, había actuado el negociador policial Cristina Ramírez durante más de 90 minutos, intetando apaciguar la situación. Sin embargo, en un momento Suárez López sale de la habitación y embiste contra él y contra otro efectivo con un cuchillo.
Una vez reducido con el empleo de la posta de goma, el hombre fue trasladado hasta el hospital Perrando donde, en primer término, le diagnosticaron con herida de arma de fuego en tórax y que el sujeto se hallaba consciente y estable.
Más tarde, a las 5, la doctora Adriana Noguera dispuso que Suárez López sea trasladado de urgencia a quirófano para una cirugía, tras la cual fue diagnosticado como post operatorio de laparotomía más ventana pericárdica por herida de arma de fuego en tórax con asistencia mecánica y que su estado en grave por lo que permaneció un tiempo internado en el shock room del servicio de Guardia y Emergencia del hospital.