Claudia Moreyro, gerenta general de la empresa Indunor, dio a conocer ayer la postura de la empresa taninera sobre el despido de 16 trabajadores en la planta de La Escondida.
En declaraciones radiales hizo una reseña sobre la situación que generó el conflicto con los trabajadores de la planta industrial. «El conflicto comenzó a principios de octubre, cuando el sindicato planteó una cuestión interna sobre dos puestos de trabajo en una sección específica de la planta, que no estaba relacionada con salario ni con problemas de seguridad e higiene. Ante la amenaza de una huelga verbal por parte de los gremios, solicitamos la conciliación obligatoria a la DPT (Dirección Provincial del Trabajo).
Sin embargo, el sindicato violó esta orden y llevó adelante una huelga de 24 horas», detalló.
En este contexto, resaltó que este tipo de situaciones no es la primera vez que ocurre. «Este año, es la segunda vez que se viola una conciliación.
En esta situación, después de un año agotador para la empresa, nos vimos obligados a enviar telegramas de despido que habíamos pospuesto durante mucho tiempo. Lamentablemente, este último evento nos colocó en una situación económica y de orden interno que nos llevó a tomar esta medida», precisó la gerenta general.
En este punto, agregó que «los empleados despedidos carecían de compañerismo, compromiso y responsabilidad, y personalmente no creo que sea justo que sigan ocupando el mismo lugar en la empresa que aquellos que se esfuerzan diariamente».
A su vez, Moreyro remarcó: «Quiero dejar claro que no estamos enfrentando una disputa salarial, ni estamos llevando adelante una reestructuración o despidos masivos. El aumento de la conflictividad con los trabajadores ha sido un patrón durante todo el año de presionar con problemas menores a través de huelgas, y fue necesario ponerle fin de alguna manera».
En este contexto, señaló que Indunor lleva 60 años radicada en la provincia y cuenta con 365 empleados. «Contamos con excelentes trabajadores en La Escondida, La Verde y también en Buenos Aires. Somos como una gran familia, y confío en que se resolverá esta situación», dijo Moreyro y reiteró que «la gravedad radica en la violación de la conciliación obligatoria en dos ocasiones; esta es una medida legal proporcionada por el Ministerio o, en el caso de Chaco, por la Dirección Provincial del Trabajo, para facilitar el diálogo entre las partes cuando no logran entenderse.
En este contexto, cualquier parte puede hacer uso de esta herramienta válida, cuando sea necesario».
Sobre la posible reincorporación de los trabajadores despedidos, la mujer fue tajante: «Eso no va a suceder. Las personas no han sido despedidas por el paro, sino que han sido despedidas por su legajo, performance, responsabilidad, falta de compañerismo para con los otros».
En este punto volvió a reiterar: «Acá hay una situación de desmanejo durante un año completo, donde todos los canales de comunicación han sido inútiles, inclusive en lo legal».
Y remarcó que la «mesa de diálogo sigue abierta», y vaticinó que se espera llegar a una solución entre las partes.
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