Tras conocerse el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la región del NEA de diciembre de 2023, que arrojó un incremento de 28,4%, la más altas entre las regiones del país en este mes, récord histórico para la región; con un acumulado interanual del 219,5%, LA VOZ DEL CHACO consultó con el referente de la Cámara de Supermercadistas del Chaco, Miguel Simons, quien describió cómo impactan estas cifras diariamente en estas pymes locales.
«Son números que realmente dan miedo, porque toda previsión que uno puede hacer en precio se desbarranca de buena a primera», comenzó detallando.
«La situación para nosotros es cada vez más complicada, porque perdimos ya totalmente conexión con un precio que podamos manejar. Los cambios son tan bruscos y tan seguidos que, por más que uno trate de ir actualizando, siempre terminamos prácticamente vendiendo al costo, porque por un lado no podemos irnos de precio por la competencia y, sobre todo, porque la gente tiene un bajo poder adquisitivo, y no podemos subir de precio», aportó.
Asimismo continuó: «Por el otro lado, tenemos el tema de la reposición. Nos cuesta más reponer, nos cuesta más conseguir ciertas mercaderías, porque a su vez, al mayorista también le cuesta estoquear algunos productos, y se nos está complicando bastante».
El consumo
Simons también indicó cómo repercuten estas estadísticas en los consumidores: «La gente se da mucha vuelta de la góndola. No solamente en nuestros negocios, sino también pasa en las grandes cadenas, la gente se da vuelta. Mira el precio y no llega a la caja. El consumo está muy bajo, muy hacia lo esencial, muy hacia lo más necesario, mucho más hacia el día a día».
Al tiempo que advirtió: «Eso para nosotros es muy contraproducente porque los gastos, los costos fijos del negocio siguen siendo los mismos, más inclusive. Porque tengamos en cuenta que todavía nos falta la actualización de las tarifas eléctricas, la actualización de los impuestos municipales, la actualización del agua, y todo eso, más los salarios y los aportes difíciles de cumplir, se nos complica porque nos ha bajado la rentabilidad».
Más adelante continuó describiendo la modificación de los hábitos de consumos: «Todo eso se traduce en la góndola, la gente busca lo más barato, compran poco, y es un derecho, hay que buscar precios, porque hay mucha dispersión».
También aseguró que el medio de pago más utilizado es el débito, y advirtió que muchos comercios están dudando en continuar aceptando este medio de pago por el costo que les implica. Mientras que las compras con tarjeta de crédito quedaron circunscripta a la gente que buenos ingresos: «Porque si no pagas el 100% la tarjeta, las tasas de interés que cobran los bancos, por solamente pagar el mínimo, pueden ir del 140% o el 180%, o sea que no es aconsejable usar mucho la tarjeta de crédito».
Asimismo indicó: «Aparte veo los changuitos, incluso en las grandes cadenas, son los en el mejor de los casos llegan a la mitad».
Competemcia desleal
Más adelante, el referente advirtió: «Creo que si la Municipalidad, el gobierno nacional y provincial no lanzan alguna campaña de clarificación, de sinceramiento de los comercios que están encuadrados, habilitados y aptos para comercializar, vamos a tener serios problemas, porque siempre fue muy diferente los precios de un lugar que paga los impuestos, aunque sea medianamente, entre que no paga nada», alerta la competencia desleal que se genera entre los comercios encuadrados legalmente y los que no.
En este punto polémico se encuadra el empleo registrado: «Ningún comerciante quiere ser delincuente, porque no pagar los impuestos, tener un empleo negro es delincuencia, pero en algunos casos es la cuestión de su existencia tanto para el empleado como para el empleador, porque es tan oneroso, tan costoso el mantenimiento hoy de un personal en blanco, que mucha gente se juega y se convierte en delincuente porque no tiene otra opción».
«Si los impuestos fueran normales, accesibles, si hubiera una legislación un poco más flexible, yo creo que ninguno querría tener empleo negro, pero es una cuestión de existencia, por eso el mismo estado es empleador negro, porque esa no es la realidad», comparó.
las medidas del gobierno
En cuanto a las medidas que lleva adelante el gobierno nacional, Simons enumeró: «El aumento del 15% de las retenciones, la vuelta del impuesto a las ganancias, más la inflación, todo esto lo que está haciendo es retrasar el dólar, y en cualquier momento, dos o tres meses, va a tener que volver a devaluar, porque cuando arrancamos, la diferencia entre el oficial y el libre era un 10%-15%, ahora estamos en el 40 y pico de vuelta, todo eso hace que sea imposible para el Estado bajar impuestos en este momento», afirmó contrariamente a las promesas de campaña del actual presidente Javier Milei sobre la quita o reducción de los gravámenes.
Por lo que entendió que «vamos a tener que seguir conviviendo con esa presión fiscal y por supuesto que saca de competitividad a toda la industria y a los productores, por ejemplo, hay muchos exportadores que ya están pensando con los costos internos, con la cantidad de impuestos, más el aumento de retenciones, si les va a convenir exportar».
Respecto a esto Simons reconoció: «Pensé que algunas cosas iban a mejorar, pero lo que es la parte impositiva está igualita que siempre». Tras lo cual añadió: «Todos entendemos la situación heredada por el Gobierno, todo eso es entendible, pero también sabemos que es muy difícil armar un plan económico sin primero estabilizar la inflación, pero en el mientras tanto la gente tiene que sobrevivir, y con estos costos no se puede esperar mucho».
Para mayor comprensión, el referente indicó: «Si la devaluación hubiera sido menor, si la inflación hubiera sido un poco menos, si el ajuste de tarifa hubiera sido menos, aunque no estemos recibiendo mejores ingresos, podríamos ir tironeando, pero fue tan brusco y tan alto los aumentos que si antes se podía aguantar seis meses, u ocho meses, para darle tiempo al Gobierno.
Ahora, esta situación no va a aguantar la gente ni tres meses, o sea, se acortó el plazo que uno podía esperar a ver los resultados de una nueva economía».
«No tenemos margen para esperar, porque no voy a poder pagar las expensas, no voy a poder pagar la luz, no voy a poder pagar la prepaga, no voy a poder pagar el seguro de los vehículos, no voy a poder pagar la patente, a todos se nos ha acortado el ciclo económico», aseguró.
«La mayoría de la población, no digo toda porque hay algunos que puede ser que no les toque, no vamos a poder esperar mucho tiempo de ver resultados, y eso es malo, porque va a provocar más pobreza, desocupación, intranquilidad en la población, disconformismo y pérdida de paciencia, porque también siempre dicen que tenemos que tener paciencia, pero uno ya, sobre todo, personas de mi edad, más de 70 años, ya hemos tenido suficiente paciencia y siempre estamos en la misma», dijo.
Abastecimiento
Por otra parte, el referente de la Cámara de Supermercadistas del Chaco aseguró que por el momento no tienen faltante graves de productos.
No obstante señaló que «las empresas no entregan todo lo que uno demanda, porque están regulando la entrega, en el sentido de que no desabastecer al cliente, porque las consecuencias serían más graves, pero no dejarlo estoquear.
Sí, por ejemplo, hoy uno pide cierta cantidad de aceite, pide 100 cajas, le van a entregar 25, 30 cajas, o sea, no va a dejar de entregar, pero no en un volumen, porque están viendo que a mayor volumen, si estos signos de la economía se agudizan, más van a perder, al reponer, ellos mismos su materia prima, van a tener que pagar más, entonces van regulando la entrega».
«No dejan de entregar, pero no de forma abierta, eso están haciendo la mayoría, no entregan volumen porque no saben qué va a pasar», aseveró.