Las tolerables temperaturas que extrañamente se registran en la región a pesar de la temporada, tendrán un alto cuando llegue la ola de calor que durante estos días se encuentra afectando el sur del país. En el transcurso de la semana las marcas se irán incrementando progresivamente hasta superar los 41 °C el fin de semana.
Desde hoy hasta el jueves, las máximas se mantendrán en 36 °C y las mínimas serán de 22 °C a 24 °C. Mientras que el viernes comenzará a apretar el calor con 39 °C, antesala de un sábado y domingo con temperaturas de 41 °C. Mientras que las mínimas de 23 °C a 24 °C darán un respiro a las calurosas jornadas.
De esta forma, después de una primera etapa con bastantes lluvias y temperaturas moderadas en el centro y norte del país, el último tramo del mes trae condiciones mucho más típicas de verano.
Se derrite el sur
Un bloqueo atmosférico continúa afectando el sur del país, y desde ayer, principio de la semana, se mantiene la alerta roja del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por temperaturas extremas en el norte de la Patagonia, Mendoza y sur de Buenos Aires. Esto genera un marcado ascenso térmico que se comenzará a registrar en el centro y norte del país.
En Cuyo se dieron marcas consecutivas que sobrepasan los 40 °C. A lo largo de esta nueva semana, un panorama similar comenzará a experimentar el sector central de la Argentina, en donde se espera que los primeros días de febrero se conviertan en los más calurosos de lo que va de la temporada de verano, que hasta el momento venía siendo bastante moderada.
Este bloqueo atmosférico que persiste a nivel regional llegó para poner una pausa a un verano que venía mostrando mucho dinamismo, en materia de frentes fríos y frecuentes precipitaciones en el centro y norte de la Argentina, acorde a lo esperado en esta época del año bajo un escenario El Niño como el que se transita.
Pero desde que comenzó esta quincena, la Patagonia norte argentina dio el puntapié inicial de esta llamativa ola de calor que se extiende persistentemente por el país, a excepción del sur y noreste argentino, en donde se presentan condiciones térmicas más normales.
La actualización del Sistema de Alerta Temprana del SMN mantuvo, ayer, un nivel de alerta rojo por temperaturas extremas en Mendoza, el oeste de San Luis, el norte de Neuquén, el centro-este de Río Negro, y la costa sur bonaerense en torno a la ciudad de Bahía Blanca.
Esta región del país viene experimentando en los últimos 10 a 15 días temperaturas máximas de 35 °C a 40 °C, sometiendo a millones de personas a las dificultades que implica acumular tantos días de calor intenso.
A lo largo de esta semana habrá un sostenido ascenso de temperaturas en el norte, y fundamentalmente las provincias centrales de la Argentina, en donde se esperan anomalías positivas muy significativas para el cierre de enero y comienzos de febrero.
Un panorama similar también experimentará las provincias del noreste del país, que hasta el momento venían presentando una segunda quincena de mes seca, pero con temperaturas algo más frías que lo habitual.
Este patrón de bloqueo atmosférico persiste fuertemente en esta segunda quincena de enero, siendo el desplazamiento desde el norte de la Patagonia hacia el centro y norte de la Argentina la principal característica que observaremos en estos días.
Durante esta semana se mantienen muy reducidas las probabilidades de que se registren precipitaciones en el país. De todas maneras, el ambiente tan caluroso irá fomentando una ligera y mayor inestabilidad respecto a la semana pasada, con lo cual no pueden descartarse algunas tormentas típicas de verano, muy puntuales y eventualmente fuertes por un breve periodo.
Las proyecciones a mediano plazo de los principales modelos de pronóstico indican que este patrón de bloqueo, sequedad y ola de calor, podría comenzar a revertirse durante la segunda mitad de la próxima semana.
Es decir, se espera un período de siete a diez días más con temperaturas muy elevadas en buena parte de la Argentina, para luego, probablemente retornar a condiciones térmicas más moderadas y con el regreso de precipitaciones, siendo posiblemente la región Pampeana la que podría volver a mostrar los mayores volúmenes de agua a partir de aproximadamente el 7 u 8 de febrero.
Qué depara febrero
El evento de El Niño estaba generando una muy buena frecuencia de lluvias con acumulados importantes en muchas zonas del país, además venía acompañado de temperaturas muy moderadas, ya que en general los registros térmicos se mantuvieron dentro de los promedios, o incluso inferiores a lo normal en gran parte del centro y norte de la Argentina.
En la segunda quincena de enero, esto cambió rotundamente. Las lluvias se disiparon, un centro de alta presión se instaló sobre el centro del país generando una situación conocida como «bloqueo» que no permite el avance de los sistemas frontales y aporta una circulación de viento del sector norte muy marcada, favoreciendo el aumento de las temperaturas.
No obstante, la situación que están transitando en el tramo final de este mes es un hecho circunstancial y temporario, por lo que se espera que la situación se reestablezca durante febrero, volviendo a tener condiciones de lluvia más cercanas a los promedios en la mayor parte del país.
Al estar todavía en vigencia el evento El Niño, los modelos climáticos de largo plazo, mantienen las probabilidades de que los ingresos de humedad y los pasajes de sistemas frontales vuelvan a ser recurrentes, permitiendo el desarrollo de precipitaciones más parecidas a lo que ocurrió durante el último tramo de diciembre.
Si bien la situación no será pareja para todo el país, se espera que la zona central y el Litoral argentino sean los sectores con la recuperación más rápida, mientras que hacia el centro y oeste, las lluvias tarden más en regresar a sus caudales normales.
Si se tiene en cuenta lo ocurrido a lo largo de la primavera y lo que va del verano, se transita uno de los períodos estivales más benévolo de los últimos tiempos. En general se han registrado pocos días de temperaturas elevadas en el país, y mucho menos olas de calor. De hecho, el evento que estamos transitando durante estos días es el primero de la campaña a nivel generalizado.
Luego de esta ola de calor del final de este mes, se espera que vuelvan a recomponerse las temperaturas a valores dentro de los promedios durante la primera semana de febrero.
Si bien es cierto que hasta que no llegue el próximo evento de lluvias generalizado, los registros térmicos no presentarán grandes variaciones y seguirán siendo elevados. Pero se espera que durante la primera semana de febrero, el bloque ceda y permita el avance de un sistema frontal que provocará el desarrollo de las lluvias.
Esta nueva circulación permitirá que el viento rote al sector sur o sudoeste, lo que motivará al ingreso de una nueva masa de aire con menores temperaturas, y se vuelva a reestablecer un patrón más próximo a los niveles medios.
Si bien a lo largo de febrero se puede dar otra ola de calor, situación totalmente normal en los meses de verano, en general se espera que el promedio mensual de la temperatura se presente dentro de los valores promedios o levemente superiores para la época del año.