Desde la noche del martes se registraron largas filas de vehículos en las estaciones de servicio de Resistencia, ante la posibilidad de que en los próximos días se aplique un nuevo aumento en el precio de los combustibles.
Las filas llegaron a superar las dos cuadras en algunos casos, lo que generó importantes demoras para los conductores que esperaban para abastecer sus tanques.
Como suele suceder, las estaciones de servicio con más demanda fueron las de YPF, ya que tienen los precios algo más bajos que el resto.
El motivo
La inminente suba se debe a que, tras casi tres años, el congelamiento de los impuestos a los combustibles llegaría a su fin y podría tener un impacto en las naftas del 25% para llegar a una cotización de 1,2 dólares por litro.
Este jueves vence la última prórroga dictada por Sergio Massa y la decisión del nuevo Gobierno es recomponer, aunque sea, una gran parte del atraso acumulado. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), si el Ejecutivo decide trasladar la totalidad del atraso, el impacto en combustibles sería del 25%.
“El impuesto nacional a los combustibles mantiene inalterado su valor en $27,6 desde octubre de 2022, a pesar del aumento de la inflación. No obstante, a fines de del corriente mes vence el ultimo decreto firmado, por lo cual, de no renovarse este decreto el valor de este tributo aumentará según la inflación. En marzo de 2018, el valor del tributo era de $7,13. Ese monto a precios de enero de 2024 equivale a $227. Respecto al valor actual de $27,6, el valor potencial del impuesto es un 722% más alto», explica el documento.
Un dato no menor en este contexto de urgencia fiscal tanto para la Nación como para las provincias es que la medida implicaría recursos extras por 0,37% del PIB a nivel nacional y del 0,15% del PIB para los distritos provinciales.
Mayor carga tributaria
Se trataría de una importante fuente de recaudación, luego de que el gobierno decidiera bajar el paquete fiscal tras empantanarse en el Congreso la discusión por la Ley Ómnibus.
“La contracara de este congelamiento en el valor real del tributo al combustible, es la pérdida de recaudación real. A medida que comenzó a disminuir el valor real del tributo a mediados del año 2021, la recaudación del mismo empezó un descenso significativo de manera paulatina, al comparar la recaudación de diciembre 2018 con la de diciembre 2023, se vislumbra un descenso real del 77%”, agrega el reporte.
De este modo, considerando la carga total sobre el valor final de la nafta súper, la carga tributaria pasaría de un 24% en la actualidad a un 39%.
Suba en cuotas
Fuentes oficiales indicaron que la medida está en análisis y no se descarta dividir el impacto en tres meses. El problema es que, como el ajuste se hace por inflación cada tres meses, el 1 de marzo vuelve a vencer otro trimestre y se juntaría con la recomposición de los períodos previos.
Al mismo tiempo, en el último mes la cotización del Brent subió alrededor de un 8% y estiró la necesidad de aumentos para llegar a la paridad de exportación que busca la Secretaría de Energía.
Otra de las ideas que piensa el equipo de Eduardo Rodríguez Chirillo es “hacer un mix” entre la recomposición impositiva y el sendero hacia paridad de exportación con subas en torno al 10% o 15% durante tres meses consecutivos.
Sin embargo, la línea más fiscalista del Ministerio de Economía entró en alerta luego del retiro del paquete fiscal de la Ley Ómnibus y el impacto negativo que podría tener en los mercados si no se dan señales rápidas. En Hacienda, por lo tanto, prefieren una recomposición impositiva lo más rápida posible.
CON INFORMACIÓN DE MÁS ENERGÍA
FOTO: OSBALDO SALVADOR RAMIREZ