En el medio de la pelea del Presidente con los gobernadores, el correntino recibió su visita.
El presidente Javier Milei fue recibido por el gobernador Gustavo Valdés en el aeropuerto local, Piragine Niveyro. la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
Tras un breve encuentro protocolar, ambos mandatarios se dirigieron al Espacio Andes, donde se desarrollará el conversatorio que congrega a dirigentes y pensadores de ideas liberales.
El libertario arribó a la provincia en un avión de línea, y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
El jefe de Estado partió pasadas las 17:40 con rumbo a la capital correntina, a bordo del Tango 11, un Learjet 60SE, y poco más de una hora más tarde arribó al aeropuerto de destino, donde ya lo estaba esperado el dirigente radical, quien le dio la bienvenida.
Junto a Milei, en tanto, se encontraban el ministro del Interior, Guillermo Francos, que este martes tiene previsto reunirse con varios gobernadores en Salta, y el vocero presidencial, Manuel Adorni.
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En medio del conflicto entre el Gobierno y las provincias tras la caída de la Ley Ómnibus en el Congreso, el Presidente se mostró junto a Valdés, uno de los gobernadores que tienen buena sintonía con la Casa Rosada y que, tras varias especulaciones, lo acompañó en el evento libertario.
Durante el acto que fue a encabezar el mandatario, primero tomó la palabra el profesor Alberto Benegas Lynch hijo, a quien el propio Presidente considera como “uno de los máximos exponentes del liberalismo en la Argentina” y que durante su exposición hizo un análisis sobre el libre albedrío.
“Los cimientos es la libertad, es la responsabilidad individual. Si un elefante entra a nuestro jardín y lo destroza, no lo llevamos a los tribunales, porque no es un sujeto responsable. Entonces, de todas las especies conocidas, tenemos la bendición, la facultad, la posibilidad, el atributo del libre albedrío, de decidir entre distintos caminos”, señaló.
Ante una consulta del público, Benegas Lynch hijo, que participó del evento por videoconferencia, pidió “abandonar las expresiones de derecha o izquierda, porque son tan anodinas como arriba, abajo, atrás y adelante” y “usar la diferencia entre estatismo y liberalismo para dividir las aguas”
“Yo tengo la satisfacción enorme de haber tenido el padre que tuve, que me mostró con gran paciencia otro lado de la biblioteca, porque si no, yo sería trotskista o, por lo menos, keynesiano, debido a lo que les ocurrió a mis condiscípulos en los dos doctorados que completé. Nunca desde la cátedra escuché nada razonable respecto de la tradición del pensamiento liberal”, agregó.