Después de 26 días de lucha constante contra el fuego en la zona cordillerana de Chubut, los cientos de brigadistas que estuvieron en la línea de combate y los habitantes de la zona tienen un verdadero motivo para festejar: el incendio entró en la fase de “controlado” tanto dentro como fuera de los límites del Parque Nacional Los Alerces.
“Ahora entramos en la etapa de extinción”, adelantó Mario Cárdenas, jefe del equipo de Incendios del Parque. Las actualizaciones sobre el territorio afectado finalmente indicaron que la superficie quemada es de 6.924 hectáreas. Si bien se había estimado hace algo más de una semana que afectaba a más de 8 mil, los ajustes realizados con la información que se suma en terreno diariamente -sobrevuelos, análisis perimetral con drones, trackeos del personal en la zona e información satelital proporcionada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CoNAE)- cambiaron la cifra, esta vez para mejor.

El estado actual de controlado implica que a partir de las tareas de contención exitosas, se pudieron establecer los límites al alcance del fuego sin posibilidad de un nuevo avance. “Aunque puede existir actividad en su interior, la línea de control ha quedado establecida definitivamente y asegurada, por lo que esta situación es irreversible”, comunicaron fuentes del Sistema Nacional de Manejo del Fuego y de Parques Nacionales a este medio.
“Se pasó al estatus de ‘controlado’ en todos los sectores del incendio, aunque, obviamente, quedan puntos calientes”, detalló Cárdenas. Entre brigadistas de Parques Nacionales -que llegaron de distintas partes del país- y equipos de bomberos forestales de la provincia de Chubut el “ejército” de combatientes que todavía se mantiene activo en la montaña asciende a 155 personas, sobre un total de 259 que trabajan en logística, traslados, cocina y asistencia médica.
“Durante la jornada de hoy se mantendrán los sobrevuelos para monitoreo general de puntos calientes, complementando la observación con equipo de drones. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF), coordina la operación alternada de helicópteros para transporte de personal y aviones hidrantes”, comunicaron a este medio desde el Comando Unificado.
“Todos los días se sigue yendo, trabajando y monitoreando para detectar un punto caliente y enfriarlo para ir liquidándolo. Ahora viene la etapa de extinguir, de empezar a recorrerlo y meterle trabajo básicamente con agua para enfriar bien y que se acabe”, explicó el jefe de Incendios de Los Alerces.
Cuando un incendio forestal pasa a etapa de controlado significa que no sigue comiéndose al bosque. Sin embargo, mantiene zonas con fuego y, sobre todo, con brasas encendidas y la tierra muy caliente. Ese mismo calor es el que puede encender nuevo material combustible, con la ayuda del viento. Por eso los brigadistas en esta etapa trabajan mojando todos los pequeños focos humeantes y los perímetros del incendio. Es lo que se llama “guardia de cenizas”.

Este trabajo demandará un tiempo indeterminado. La lluvia y la humedad hacen un trabajo mucho más potente que cualquier equipo de brigadistas y asistencia aérea. “No se puede estimar el tiempo que lleva, dependemos del clima”, dijo Mario Cárdenas y adelantó que para esta madrugada “hay pronosticada una lluvia que algo va a ayudar”.
Sin embargo, el incendio “es muy grande y sería irresponsable de nuestra parte hablar de tiempos de extinción definitiva. Por ahora estamos con la guardia de cenizas”. Una fuente reservada del Sistema Nacional de Manejo del Fuego dijo a este medio que este trabajo demandará “meses”.