El incidente violento entre un hombre e inspectores de Tránsito municipal de Fontana, ocurrido la semana pasada, dejó mucha tela por cortar, en especial por conocerse la historia del vecino que protagonizó esta trifulca.
Gastón D. fue realmente policía del Chaco, dado de baja por circunstancias violentas hace menos de dos años.
Un informe publicado por Diario Chaco cuenta que en 2022, el hombre de 35 años fue despedido de la Policía del Chaco debido a la denuncia que realizó su ex en marzo de 2018 por las amenazas y lesiones que sufrió en un contexto de violencia de género.
Por este episodio fue condenado a seis meses de prisión en suspenso y a dos años de cumplimiento de normas de conducta. La conducta reincidente de D., quien al momento de su despido contaba con 63 días de arresto y 15 días de suspensión de empleo, solicitado por la Jefatura de la Policía del Chaco, provocó su cesantía de la fuerza.
UNA MUERTE CONOCIDA
Por si fuera poco, también está imputado por homicidio preterintencional por la muerte, el 13 de febrero de 2020, de Diego Emanuel Barreto en misteriosas circunstancias. A pesar de que la causa fue inicialmente catalogada como suicidio, Analía Ojeda, madre del joven, luchó incansablemente para que se investigara y logró que tres agentes pronto estén en el banquillo de los acusados, entre ellos Gastón.
Los eventos, según la primera reconstrucción de la querella, ocurrieron entre las 7 y las 8.30, cuando Diego, de 25 años, cayó del balcón de su casa en la calle Edison 1395. Después de la caída, el joven intentó aferrarse a un auto que pasaba, ocupado por un hombre, su hermana y su pareja, quienes intentaban ayudarlo pero no comprendían la situación.
En ese momento, un policía fuera de servicio intervino, seguido por un patrullero de la seccional Séptima. Según los testigos aportados por la querella, la Policía «trató violentamente» a Diego, sujetándolo por los genitales y sometiéndolo a una presión extrema que terminó por asfixiarlo. A pesar de los intentos de reanimación, Diego falleció.
La autopsia reveló que el joven no había consumido drogas, alcohol ni medicamentos. Su madre sostiene que la causa de la muerte fue asfixia mecánica por la presión ejercida sobre el cuello durante la intervención policial. Por este hecho se prevé el inicio del juicio en las próximas semanas.
OTRO DECESO
Dominga Arias, de 16 años, fue encontrada muerta en el río Teuco-Bermejo, en la costa formoseña en enero de 2018. Un «alerta» sobre presuntas fallas en la actuación policial en la comisaría de El Sauzalito hizo que el Ejecutivo intervenga y que seis policías fueran suspendidos. Uno de ellos era Gastón D.
Dominga salió de su casa el martes 9 de enero con su hermana y una amiga y fue llevada por un grupo de jóvenes a un lugar conocido como «El Algarrobo». Allí habrían intentado abusar de ellas, pero Dominga logró escapar y dar aviso a su familia, donde su madre radicó una denuncia. Sin embargo, la chica nunca regresó y su cuerpo fue encontrado con golpes en la cabeza y dos puñaladas en la zona lumbar.
Se cree que la denuncia de la madre de la víctima no fue tenida en cuenta y por eso se iniciaron esas actuaciones administrativas contra los agentes.
Aquella pelea
en Fontana
Gastón D. protagonizó un violento episodio al ser descubierto circulando con documentación vencida. Si bien se presentó como policía, había apartado de la fuerza tras una condena. Está próximo a ir a un juicio y su nombre forma parte de un emblemático caso.
«Dame mi cédula, la concha de tu madre», gritaba el expolicía Gastón D., de 35 años, el pasado miércoles en la intersección de las calles Sarmiento y Sargento Cabral de Fontana. El hombre se identificó como Policía y reclamaba su licencia de conducir, la cual los inspectores de Tránsito le tenían retenida debido a que estaba vencida. El aviso de que iban a confeccionarle una multa habría despertado la ira del hombre, quien quedó filmado en un video lanzando golpes de puño y patadas.
Toda esta situación provocó que cuatro inspectores lo denunciaran por lesiones leves y otros dos por sentirse agraviados. También la jefa del operativo denunció lo ocurrido, relatando que todo se desencadenó por intentar secuestrar el Renault Clío de D.
LA VERSIóN
DE GASTóN
Horas más tarde, el expolicía contó que a las 8.45 estaba circulando con su auto junto a su pareja, de quien resaltó que se desempeña como martillera pública, cuando en la intersección de las calles Sarmiento y Santiago del Estero notaron que había un control vehicular.
«En ello nos estacionamos a un costado y se nos aproxima uno de los inspectores y me solicita la documentación del rodado, en el momento en que estuve exhibiéndole parte de la documentación este inspector de Tránsito que ignoro sus datos de identidad, me quita de la mano el documento y el carné de conductor y me dice ‘te tengo que secuestrar el vehículo’, le dije que no tenía problemas y desciendo junto a mi pareja», relató, dando a entender con su versión la calma con la que se tomó el operativo de tránsito.
El exagente acusó que cuando bajó del auto pidió que le devolvieran la documentación y que, contrario a lo que se observa en el video, fue el agente de tránsito quien se alteró, lo empujó y comenzó a agredirlo, por lo que él se defendió.
«Nos agarramos en golpes de puños, pero también me golpeó el resto de los inspectores de tránsito, como mi pareja estaba junto a mí a ella también la golpearon», añadió. Tanto Gastón como su pareja denunciaron el hecho, dando una versión opuesta a la de los trabajadores municipales, y exhibiendo heridas.