Por Facundo Sagardoy
El arquitecto, curador, artista, investigador y docente del Departamento de Estudios Morfológicos en el área Fundamentos del Diseño de la Unne, Daniel Fischer, entrevistado por LA VOZ DEL CHACO, reflexionó sobre su labor curatorial, a la que definió como una forma de construcción identitaria.
Destacó de su trayectoria los proyectos humanitarios que dirigió junto a Naciones Unidas y Unicef, las muestras como «Cuánto pesa el amor» y «Breve historia de la eternidad», y expresó su profundo interés por participar en el futuro Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes Ñande MAC.
El especialista consideró que el nuevo museo contará con capacidades suficientes para ofrecer una perspectiva cuidada y consensuada sobre el arte contemporáneo, y destacó el gesto de su fundador, el artista visual y coleccionista Luis Niveiro, quien ha donado gran parte de su patrimonio artístico para su formación.
Afirmó que la labor de Niveiro trasciende lo personal y se convierte en un acto de responsabilidad colectiva, y distinguió su generosidad en pos de la preservación de la memoria de las obras como un ícono cultural para las futuras generaciones.
-Su trabajo es muy recomendado en ferias y galerías de arte. ¿Cómo fue la Feria Internacional de Arte en Resistencia?
-Yo trabajo hace mucho tiempo más afuera que acá. Vivo en Resistencia, Chaco. Muchos me dicen: «¿Vives en Buenos Aires?» No, no, no, vivo en Resistencia, Chaco. Siempre me piden que traiga algo de allá de Buenos Aires para ver todas esas cosas fantásticas que puedo hacer.
No es fácil producir una feria internacional. Esta feria es la quinta edición; los dos primeros años fueron 3.500. Luego, por un tema de poder nombrar a la feria y tener una identidad, migró a A362, que es como se conoce ahora, Feria Internacional de Arte.
Esta es la segunda edición que yo hago, a la que se me invita para ser curador a cargo, lo cual es una tarea bastante difícil. No es una muestra convencional como en un museo, en una galería o en un centro cultural. La feria, si bien me gusta mencionar a Magritte, «esto no es una pipa», no es solo una feria; tiene un componente que radica en la venta, la promoción de los artistas y la difusión y visibilidad de ellos.
Por otra parte, como es una feria reciente y en 2024 han surgido varias ferias a lo largo del país, también para recuperar y permitir que el artista viva de su trabajo y su oficio, esto ha generado la dificultad de tener que identificarse y de encontrar una forma identitaria.
Este año, trabajando con la comisión directiva, que está formada por Alejandra Meana, Marilyn Cristófani y Carlos Nicolini, comenzamos a pensar qué dirección le daríamos y cómo diferenciarnos, por ejemplo, de Arteco y otras ferias en Rosario y Paraguay, como Pinta Paraguay.
En esta línea, reflexionamos sobre cómo sería la configuración de los proyectos que llegaran a la feria.
Siempre se piensa en la federalización del territorio argentino para configurar un mapa inclusivo y diverso que abarque todos los territorios y lenguajes de distintas categorías.
Pero también decidimos mapear o cartografiar otra forma de territorio que a veces tiene que ver con la política, lo cultural y lo económico. Comenzamos en el Gran Norte, que incluye Brasil, Paraguay y Bolivia, y extendimos esas relaciones que, de alguna manera, ya están presentes, pero no siempre están construidas, creando escenarios para una participación más intensa y colectiva.
Sobre todo, porque, si pensamos en invitar galerías de Buenos Aires o del sur, los kilómetros que deben recorrer son enormes. Con Paraguay tenemos solo 400 kilómetros; podemos establecer un diálogo más fraterno. Crear esos puentes era uno de nuestros objetivos. Además, como la feria es reciente, ha contribuido significativamente al crecimiento de la gestión de artistas, galeristas y proyectos en el país.
Aprendemos en estos escenarios sobre no solo la venta del arte, sino sobre qué entendemos por arte contemporáneo, qué diferenciamos como arte regional y cuáles son las identidades que constituyen el arte internacional. Todas estas son discusiones presentes en el ámbito del arte contemporáneo, que a veces es ambiguo, pero que abarca todo lo que se produce en la actualidad.
En este marco, tuvimos una conferencia y otorgamos un honoris causa a Ticio Escobar, que representa un hito, una señal sobre la dirección de esta feria, que en principio busca pensar cómo se dan estos escenarios en el territorio.
Decidimos que, además de las invitaciones que recibirían las galerías o las configuraciones de los proyectos, hay que tener en cuenta que no hay tantas galerías en el interior; es una realidad que se observa.
Hay 10 galerías en el Chaco y quizás unas pocas más en Corrientes. En Formosa, casi no vemos tanta escena, lo que se convierte en una dificultad.
ArteCo había pensado el año pasado en una estrategia muy interesante: si una galería quería venir de Buenos Aires, debía incorporar artistas locales, lo que permite a estos artistas crecer en esa configuración.
Este año, decidimos trabajar con una cartografía más cercana de este territorio y, por otro lado, recibir artistas de latitudes que pudieran ofrecer una cualidad inspiracional.
Hoy, además de la feria, hay proyectos específicos, como una obra de Amestoy en el ingreso del Club Social, una obra de Ángela Copello, una intervención de Andrés Bancalari, y una serie de artistas que realizan trabajos de gran porte, similares a los que veríamos en Buenos Aires; son eventos internacionales o bienales. Esto permite que la gente empiece a comprender todos estos sistemas que dan vida a obras de tal complejidad.
Para crear escenas, también se necesitan otros componentes. Sabemos que, durante estos años, la universidad ha sido un motor constructivo de los escenarios artísticos y teóricos. Muchos de los artistas que veremos en la feria han estado involucrados con la Facultad de Artes Combinadas, que abarca gestión, arte y diseño industrial. En este contexto, pensamos en organizar unos conversatorios.
Invité a la Academia Nacional de Bellas Artes, que cuenta con grandes referentes, así como al Fondo Nacional de las Artes, que puede ofrecer buenos subsidios para que los artistas puedan perfeccionarse.
Por otro lado, el arte contemporáneo se vuelve híbrido y abarca distintas trazabilidades. Incorpora a científicos, abogados y arquitectos que reflexionan sobre el arte. Esto es muy inspirador, ya que durante muchos años los artistas solo hablaban de arte como un reducto. Ahora hay muchas disciplinas.
Ampliamos el concepto, pensando en el arte expandido. En ese sentido, cuando pensamos en escultura, la consideramos expandida; cuando pensamos en pintura, también la vemos de esta manera. Estos formatos o lenguajes cruzan disciplinas y son transdisciplinares. Así surgió Dina, que es Diseño de Diseñadores Argentinos, donde se dieron una serie de conversatorios con Mariana Papis y José Lorenzo, un gran coleccionista que es asesor de la Tate, quienes presentaron a diversos diseñadores.
Por ejemplo, hubo un conversatorio sobre arquitectura paisajística que exploró cómo Mendoza ha pensado la arquitectura de los viñedos para recuperar una mirada internacional.
Tuvimos otro conversatorio sobre el arte egipcio, un tema muy divergente y raro, que discutió cómo el arte egipcio se presenta en la Argentina.
Se destacó cómo Borges realizó viajes con María Kodama y la recuperación de muchos lugares que no solo difunden el arte local, sino que entrelazan personalidades que vienen al territorio para conocerse, difundir y hacer crecer la escena local a partir de estos escenarios.
Arte expandido
El curador destacó la importancia de la feria de arte de Resistencia, que ha llegado a su quinta edición. Señaló que la feria ha evolucionado de una participación inicial de 3.500 a la actual A362, que tiene un enfoque en la venta y promoción de artistas, más allá de ser solo un evento de exhibición.
El curador destacó la necesidad de un enfoque inclusivo que permita la participación de diferentes regiones, especialmente del Gran Norte que incluye Brasil, Paraguay y Bolivia. Este objetivo busca facilitar diálogos más fraternos, ya que las distancias que deben recorrer las galerías del sur son extensas.
En ese sentido, enfatizó la importancia de la gestión y promoción de los artistas locales para fomentar su desarrollo.
Fischer remarcó que la feria no solo se limita a exhibiciones, sino que también incluye conferencias y actividades que buscan enriquecer el entendimiento del arte contemporáneo.
Subrayó que la inclusión de voces como la de Ticio Escobar, quien en esta edición recibió el doctorado honoris causa que otorga la Universidad Nacional del Nordeste, refuerza la dirección que se quiere dar a la feria en relación con los contextos políticos, culturales y económicos que la rodean.
El curador, además, distinguió la importancia de la colaboración con instituciones académicas, como la Academia Nacional de Bellas Artes y el Fondo Nacional de las Artes, para fortalecer la escena artística local.
En este sentido, indicó que el arte contemporáneo se presenta como un campo híbrido que integra diversas disciplinas y voces, ampliando así el concepto de arte expandido, que busca cruzar fronteras y enriquecer la experiencia cultural.
A364 2024
Este año, la propuesta artística se enfocó en una perspectiva internacional y en el Gran Norte Chaqueño, con el objetivo de revalorizar las relaciones territoriales y fortalecer los vínculos con los países limítrofes: Paraguay, Bolivia y Brasil.
La iniciativa buscó generar un diálogo cultural y artístico que trascendiera fronteras, resaltando la riqueza y diversidad de la región.
Con este enfoque se pretendió mostrar cómo el arte puede actuar como un puente entre culturas y comunidades. Además, se evitó una visión romántica o anclada en una identidad fija del territorio, optando por una interpretación acorde a los tiempos actuales, en la que se combinaron tradiciones culturales antiguas y contemporáneas.
Para tal fin, se llevó adelante una selección concentrada y rigurosa de obras y artistas que representaran la esencia de la propuesta.
El objetivo fue crear un espacio tipo «boutique», entendido no como algo lujoso, sino como un entorno cuidadosamente curado, donde el público pudiera experimentar tanto emoción como reflexión a través del arte.
Dignificar las artes
-¿Qué opina usted del movimiento que genera el arte contemporáneo de unos años hacia aquí, junto con las ferias, y del surgimiento del Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes Ñande Mac? ¿Evalúa presentarse también en la esquina de 9 Julio y San Juan en 2025?
-Me han hecho propuestas; siempre es muy seductor pensar en algún espacio donde uno es invitado, porque cada proyecto estimula a pensar, a desarrollar. Me han hecho comentarios que esperaré al momento y en ese momento también, porque entiendo que la falta de curadores en el territorio es algo que escasea. No hay tantas personas formadas y desarrolladas en proyectos de gran importancia.
Yo he comandado el Museo Mar de Mar del Plata durante dos temporadas. Habría que ver. Me seduce la idea a veces, pero también entiendo que las instituciones tienen un entramado político, que tienen decisiones que aspiran a construir ciertas ideas en ese territorio.
En ese momento, si llega ese momento, pensaría esas ideas en función del entramado y lo que está pensando la política de Corrientes en función de este nuevo hecho o este nuevo hito, que creo que va a ser significativo y que va a modificar de alguna manera también el territorio, porque le va a posibilitar tener una mirada cuidada, consensuada, donde se puedan ver grandes referentes. Es algo estimulante. Me lo han dicho, pero a veces son simples comentarios. A lo mejor sucede, y cuando suceda, bueno, ahí veremos.
He estado en el Museo de Bellas Artes en el Chaco como director durante un tiempo, y son espacios difíciles, pero a la vez estimulantes, porque, como te decía, están con ideas de la política: quien está en ese momento, cómo lo quiere llevar adelante, qué ideas quiere poner y contenidos en ese lugar.
Habría que ver si en ese momento yo pudiera esos contenidos que se tratan de poner de manifiesto, esas ideas que estén en sintonía con las que yo pienso, como hoy que te decía: derechos humanos, prioridad de los artistas… Bueno, todo esto que venimos pensando hace largo tiempo para dignificar la tarea del arte y de los artistas y los roles que hay en el arte.
Ñande MAC, un deseo colectivo
-¿Qué opina del ejemplo en materia de coleccionismo que da el artista visual fundador del MAC Luis Niveiro al donar generosamente gran parte de su patrimonio a Corrientes?
-Creo que ese es un dato importante. En algunos encuentros de coleccionismo, creo que él ha hecho un gesto muy humano, que es pensar que cuando un coleccionista va comprando esas obras, de algún modo las va adquiriendo y van quedando en su potestad, en su patrimonio.
Pocos coleccionistas a veces muestran esa colección que tienen, o pocos historiadores toman esas colecciones porque están cerradas. Cuando un coleccionista toma una obra, si el coleccionista no tiene esa generosidad de, cada tanto, poder exhibirla, las obras, y esas obras que a veces son poderosas, significativas para la historia del arte, quedan condenadas al anonimato.
Entonces, ahora sí hay una vertiente que las colecciones empiezan a abrir sus puertas, a mostrarse o a donarse, porque entienden que no es solo un acto personal, sino que cuando uno adquiere una obra es una preservación y un acto colectivo, y es un acto de cuidado de la memoria, de las ideas y de los artistas.
Entonces creo que lo que está haciendo Luis es muy importante porque él viene haciendo un trabajo que, en principio, seguramente empezó como un amor personal hacia estas imágenes y a esto que él iba, pero que ahora siente que hay una responsabilidad que va más allá de su deseo, y que es un deseo colectivo.
Ese deseo colectivo también permea en la cultura, y lo que él deje va a seguir para las futuras generaciones, siendo un activador de memoria, de contenido, de dignificación de esas obras, de poder leer la historia del arte para algunos curadores o historiadores. Creo que es una acción que todavía en este territorio no se ha visto; es la primera, y espero que haya muchas, pero de la mano de él.
Micropolítica del hogar
-¿Qué lo estimula a crear este canal de comunicación a través de la curaduría?
-Una de las cosas que estuve pensando en el último tiempo es algo que uno va construyendo como una forma identitaria de qué desarrolla, qué proyectos se involucra o no. Hay muchas otras cosas que he realizado.
Durante mucho tiempo trabajé para Naciones Unidas y Unicef. Los contextos sobre contextos humanitarios o proyectos que tienen que ver con políticas de desarrollo humanitario es algo que a mí me interesa. De hecho, la muestra que se llama «Cuánto pesa el amor», y una anterior que había hecho de «Breve historia de la eternidad», tenían que ver con una cosa particular, propia y personal, de la adopción de tres niños que hice hace dos años.
A partir de esa experiencia, con ese contacto y con lo que significa construir familia, y con lo que significa ese desarrollo de estos niños en crecimiento, empecé a pensar algunas cosas que tienen que ver con la micropolítica del hogar y esa política que uno instituye, y cómo eso impacta en lo social general.