Tras cumplir la semana pasada jornadas de paro y clases públicas, convocado por Conadu Histórica y acompañada con acciones por las demás federaciones de la docencia universitaria, el Frente Sindical de Universidades Nacionales -que nuclea a todas las federaciones docentes, no docente y estudiantil, además del Consejo Interuniversitario Nacional- resolvió la convocatoria a una marcha nacional y federal el próximo martes 23, que tendrá su epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, de Congreso a Plaza de Mayo, a las 15.30. Una movilización a la plaza del poder político que será masiva, como una gigantesca clase pública para parar al gobierno de Milei.
En la provincia, la concentración será a las 16.30 en el campus de Resistencia para comenzar a marchar a las 17 hacia el mástil central de la avenida 9 de Julio. Mientras que en Corrientes habrá dos horarios de concentración: a las 14.30 en el campus Deodoro Roca y las 15 en Sargento Cabral, donde las delegaciones cruzarán el puente para participar en la provincia de la protesta.
La medida de fuerza cuenta además con el respaldo y acompañamiento de sindicatos de diferentes sectores, entre estos el docente Atech.
movimiento
universitario de pie
Docentes, estudiantes y no docentes enfrentan uno de los mayores ataques de las últimas décadas a las universidades: brutal ajuste salarial -un 37,07% frente al 90% de la inflación de diciembre a marzo, que se suma a la pérdida ya acumulada de períodos anteriores-, congelamiento presupuestario -con fondos que apenas cubrirán los gastos de funcionamiento hasta mayo- y un ataque macartista y persecutorio que remite a los años de la dictadura.
Las primeras respuestas a esta ofensiva se empezaron a manifestar con el paro del 14 de marzo y el 4 de abril, los banderazos, el abrazo a las universidades, actos en los rectorados, cacerolazos, ruidazos y las primeras clases públicas, pero fue el paro de 48 horas del miércoles 10 y jueves 11, de la Conadu Histórica -convocado como jornada por la Conadu, Fedun y Ctera- el que sacudió a las universidades en todo el país. Se empezó a poner en las calles la necesidad de poner en pie un movimiento de lucha de la docencia, los no docentes y el estudiantado para derrotar la ofensiva reaccionaria y ajustadora del gobierno de Milei.
De esta forma se promovieron en cada facultad del país, centenares de clases públicas con cortes de calle en los alrededores de las facultades. En los colegios, donde no está la posibilidad de sacar a los adolescentes a la calle, el paro fue casi total y hacia el fin de la jornada se realizaron cartelazos en los que participó toda la comunidad educativa, incluso los padres y madres de los estudiantes. También hubo en relación a otras convocatorias una cantidad muy grande de docentes que decidieron parar sin acciones de visibilización.
Ahora es cuando
La respuesta de docentes, estudiantes y no docentes, que va creciendo en extensión e intensidad en todo el país, demuestra que la tesis de que hay que esperar el tiempo del desgaste del Gobierno está equivocada. «No es posible fabular el hay 2025 o 2027 cuando nuestros salarios no llegan a fin de mes y cuando el presupuesto universitario tiene fecha de vencimiento: mayo o junio de este año. Esa es la primera conclusión de la lucha durante la semana pasada», señalaron.
Mientras que seguidamente destacaron la importancia de un frente único de lucha en defensa de la universidad,con los centros y las distintas agrupaciones estudiantiles y con otros sindicatos y federaciones que estén dispuestos a dar pelea y ahora se suman a ella.
El 23 también es convocado por los rectores y las autoridades de cada unidad académica. No obstante recordaron que son los mismos que junto a sus gobiernos han mantenido la Ley de Educación Superior vigente, estatutos antidemocráticos con limitaciones del cogobierno, recortes a las leyes conquistadas por el movimiento docente o a la aplicación del convenio colectivo de trabajo. Incluso puertas adentro de cada universidad vienen ejecutando ajustes y recortes. La defensa del salario, de los derechos de los trabajadores docentes y no docentes y de los estudiantes, que son nuestras banderas de lucha, solo serán defendidas consecuentemente por las organizaciones de trabajadores y estudiantes que venimos peleando por ellas».
En base a los últimos acontecimientos desde este espacio aseguraron que «no hay un movimiento estudiantil de derecha, seducido por el libertarismo. A poco que las organizaciones sindicales docentes, pero sobre todo las estudiantiles, comienzan a convocar a acciones concretas: clases públicas, asambleas, abrazos, ruidazos, etcétera, el movimiento estudiantil encuentra un camino de intervención y su debut callejero. Poco a poco, pese a estar hundidos en condiciones de estudio y de trabajo que son cada vez más precarias, las y los estudiantes empiezan a procesar la crisis y a comprender que la salida es colectiva y que la lucha en defensa de la universidad pública y por todos los derechos amenazados es ahora».
Por una gran marcha
A lo largo de su historia, el movimiento docente, estudiantil y no docente ha protagonizado grandes batallas que no se limitaron a sacudir el ámbito académico, sino que confluyeron con las luchas del conjunto de las y los trabajadores. «Hemos protagonizado marchas masivas, la última de las cuales fue en agosto de 2018 cuando llenamos las calles de la Ciudad de Buenos Aires, pero también las principales plazas públicas en todo el país», recordaron.
Al tiempo que anticiparon «el martes 23 posiblemente realicemos la marcha más grande de los últimos años. Tenemos que intervenir la semana previa para que eso sea posible: en los cursos, en las asambleas gremiales que se convoquen en cada unidad académica, en las agitaciones en salas de profesores, laboratorios, en las cátedras», instaron.
«Vamos por la defensa de la universidad pública, del presupuesto, de los salarios y derechos estudiantiles. Vamos por el conjunto de nuestros reclamos. Vamos para derrotar la política macartista y vaciadora de la universidad y el sistema científico por parte del gobierno de Milei. El 23 y su masividad será un fuerte empuje para continuar el plan de lucha hasta que lo logremos», instaron.
Convocatoria del Consejo Interuniversitario
A su vez las rectoras y los rectores de las universidades públicas argentinas, reunidos Consejo Interuniversitario Nacional) convocaron a defender la universidad pública en la marcha del 23. «Queremos manifestar con claridad que la situación económica financiera que atraviesa el sistema universitario público es grave y que necesita urgente respuesta por parte de los poderes del Estado nacional», señalaron.
«Las universidades nacionales hemos dialogado con distintos representantes del Poder Ejecutivo en estos primeros cien días de gobierno y planteamos en detalle la compleja situación del sistema. Hemos aprobado una declaración en febrero en la que expresábamos nuestra preocupación por la falta de acuerdos paritarios en desmedro del poder adquisitivo de nuestros trabajadores, por el deterioro del sistema científico, tecnológico y de innovación; la suspensión total de obras de infraestructura científica y universitaria en ejecución; la abrumadora falta de actualización de los gastos de funcionamiento y la no renovación de los sistemas nacionales de becas.
Con sólo nombrar esas dificultades que afrontamos podemos sintetizar la profundidad de la crisis. A ello sumamos nuestra preocupación por la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
«Hoy es necesario que la sociedad en general y la comunidad universitaria en particular nos acompañen en nuestro reclamo. Se trata de la defensa de la sociedad argentina en su conjunto, que si quiere resolver sus problemas estructurales, debe priorizar la educación pública que nos iguala y hace libres, la formación universitaria de excelencia y la inversión en ciencia y tecnología y, consecuentemente, jerarquizar su asignación presupuestaria.
«Defendemos el derecho de las y los jóvenes de acceder, según su deseo y vocación, a la educación pública superior de excelencia, no arancelada y con ingreso libre. Un sistema abierto que promueve la movilidad social y las transformaciones de nuestras comunidades, del que nuestras y nuestros graduados son su mejor expresión».