La desregulación del sistema de transporte de pasajeros, anunciada recientemente por el gobierno nacional a través del decreto 883/2024, ha causado controversia en diversos sectores del transporte automotor de media y larga distancia.
Según Pablo Ermácora, representante de la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (Aaeta), esta medida «podría generar una desconexión en varias rutas del país, especialmente en aquellas que no resultan rentables».
Ermácora expresó su preocupación por la nueva normativa, argumentando que «si bien el transporte estaba desregulado desde 1992, el contexto actual es diferente y las condiciones post-pandemia afectan tanto a la demanda como a la rentabilidad de ciertos recorridos», dijo en contacto con Radio Natagalá.
Según explicó, la cantidad de pasajeros habituales ha disminuido drásticamente después de la pandemia: «Hoy tenemos una sobreoferta de servicios, y la cantidad de pasajeros se estabilizó en un 70% en comparación con el 2019».
Esto ha generado que varias rutas que eran sostenidas por las empresas se vuelvan inviables desde el punto de vista económico, lo que podría llevar a su cancelación o a una reducción significativa de las frecuencias.
Los impactos
en los servicios
La preocupación central radica en que algunas rutas, especialmente las que conectan destinos menos concurridos, podrían dejar de operar. «Ya no existe la obligación de mantener estos corredores que no son rentables, y seguramente las empresas intentarán dejar de lado esos destinos en favor de rutas más lucrativas», afirmó Ermácora.
Un ejemplo concreto que mencionó el representante de Aaeta es el del corredor NEA, que conecta Resistencia, Corrientes, Formosa y Posadas con Buenos Aires. «En Resistencia, por ejemplo, hoy hay alrededor de 36 servicios diarios a Buenos Aires operados por unas 15 empresas diferentes.
Sin embargo, la sobreoferta de servicios y la baja en la demanda hacen que algunas empresas ya no vean rentable continuar con esta frecuencia», explicó.
Calidad
del servicio
Además de la posible pérdida de rutas, Ermácora también advirtió sobre la calidad del servicio que podría verse afectada. «Es probable que veamos un descenso en la calidad del transporte, o que las empresas opten por vehículos más pequeños y menos cómodos, incluso monotributistas o particulares que realicen estos trayectos bajo contratos más precarios», señaló. A esta preocupación se suma el riesgo de que algunas áreas queden desconectadas por completo.
Ermácora fue más allá y anticipó que «seguramente también veremos la aparición de aplicaciones móviles que permitan a conductores particulares ofrecer estos servicios», lo que podría derivar en un aumento de opciones más informales y una disminución en la calidad del servicio.
Competencia
y precios
En cuanto al impacto en los precios, Ermácora se mostró escéptico. Aunque algunos analistas sugieren que la competencia podría llevar a una baja en las tarifas, el representante de Aaeta aclaró: «Los precios no se bajan por decreto. Hoy en día, ya existe mucha competencia en corredores principales, como el NEA, y este decreto no tiene ninguna cláusula que directamente apunte a una reducción de costos para las empresas o los pasajeros».
Según su análisis, la verdadera clave para reducir los precios pasa por la estructura de costos del sector. «La presión impositiva, el costo del combustible y los insumos hacen que el margen de maniobra de las empresas sea muy limitado», comentó.
En ese sentido, indicó que es poco probable que las tarifas bajen significativamente, al menos a corto plazo, y más aún si las empresas deben recortar costos operativos para mantenerse competitivas.
nuevos operadores
Otro de los puntos críticos del decreto es la apertura a nuevos actores, tanto nacionales como extranjeros. El decreto 883/2024 permite que empresas de transporte de capital extranjero ingresen al mercado argentino en igualdad de condiciones con las nacionales.
Sobre este tema, Ermácora fue claro: «Hasta ahora, las mismas empresas se han mantenido operando por años. No veo que haya un gran interés en ingresar al mercado de empresas extranjeras, salvo que haya un cambio significativo en las reglas de juego».
Además, se mostró escéptico respecto a la incorporación de nuevos operadores internacionales: «El decreto incluye un capítulo para empresas y personas extranjeras que podrían operar en la Argentina. Sin embargo, habrá que ver cómo se reglamenta esto y si realmente genera interés en el mercado internacional», dijo.
En este sentido, destacó que la regulación del sector será clave para determinar si nuevas empresas ingresan al mercado y bajo qué condiciones.
El transporte
en el interior
En cuanto a los servicios de media distancia, Ermácora señaló que en las provincias podría haber menos impacto inmediato, ya que los gobiernos provinciales tienen sus propias leyes de transporte y no están obligados a adherir al decreto nacional.
«El transporte interprovincial no tiene por qué verse afectado, salvo que alguna provincia decida adherir voluntariamente a la desregulación», afirmó.
Sin embargo, insistió en que la calidad del servicio es un tema recurrente en varias provincias, y que la medida del gobierno nacional podría empeorar la situación en áreas menos rentables: «Hay tramos como Resistencia-Sáenz Peña que generan preocupación por la falta de frecuencias y la calidad del servicio, pero esos quedan fuera de esta normativa, al menos por ahora».