La nueva presidente de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia (Jufejus), Emilia Valle fue entrevistada por Gustavo Ojeda en «La otra campana», el programa clásico radial que se emite todos los domingos por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní. En cuya ocasión, subrayó la necesidad de una mayor representación de las mujeres en los puestos de decisión y remarcó que la inclusión femenina en roles de liderazgo es esencial para una representación justa y equitativa.
Así se desarrolló parte del diálogo.
-Jueza Emilia Valle, miembro del Superior Tribunal del Chaco, electa presidenta de Jufejus.
-Sí, soy ministra del Superior Tribunal de Justicia del Chaco y recientemente electa por unanimidad presidenta de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de Argentina y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Es un enorme desafío, un altísimo honor que me han conferido mis pares de todas las provincias argentinas para presidir nada más ni nada menos que la Junta Federal, que en realidad tiene como objetivos principales el fortalecimiento de la independencia judicial de los poderes provinciales, fortalecer el reconocimiento del Poder Judicial provincial como contralor de los otros poderes del Estado y como garante de la seguridad jurídica en la sociedad. También resaltar el rol como hacedores de políticas judiciales.
Es una institución que fomenta la capacitación permanente. Cuenta con dos institutos muy poderosos y reconocidos a nivel nacional e internacional que son el Instituto Reflejar, que nuclea todas las escuelas judiciales del país, y Fintech, que incorpora los principales avances técnicos y tecnológicos.
Cuenta también con múltiples foros de administradores, de estadísticas, de médicos forenses, secretarios, relatores, el Foro Penal Juvenil, de Mediación, Oficina Judicial, numerosas comisiones de trabajo que tienen que ver con género, ambiente, lenguaje claro, acceso a Justicia.
En definitiva, te podría decir que tiene tres puntales que tienen que ver con el acceso a la Justicia como derecho humano fundamental, independencia judicial y capacitación. El Instituto está cumpliendo 30 años de vida este año.
-Es tiempo de mujeres, y de pensar en tres pilares fundamentales: derecho humano fundamental, independencia judicial y capacitación.
-Es muy saludable y lógico pensar que en los poderes de decisión haya presencia de mujeres. De hecho, nosotros tenemos una ley de concurso hace diez años para llegar al Superior Tribunal de Justicia del Chaco, pasamos por un concurso público en todas sus instancias de oposición. Primero, donde sacamos bolilla sobre distintas materias. Tenemos que dar ese examen técnico público.
Después tenemos una etapa de entrevista, una etapa de audiencia pública donde la gente puede hacernos preguntas o formular opiniones favorables o no, y también tenemos una etapa anterior a esta, que es de exposición de un plan de gobierno con soportes tecnológicos y nuestra ley de concursos dice que debe respetarse la representación regional y el género. Nosotras, hace diez años, accedimos por primera vez por concurso, no a ese cargo, y de Isabel Grillo. O sea, estaba la doctora María Luisa Lucas, gran exponente del género, y a los dos años accedí yo. Éramos tres mujeres y dos varones.
Durante muchísimos años había sido una sola mujer, la doctora Lucas. Después, con el fallecimiento de la doctora Lucas, concursó y hoy es ministro el doctor Víctor Del Río.
Esto en relación a los concursos y ahora, últimamente el doctor Enrique Varela. Hoy somos dos mujeres y tres varones. O sea, siempre, por supuesto que privilegiando la idoneidad.
Equilibrar
-Destaco el caso de la Corte Suprema. Ahora no hay presencia de mujeres.
-En realidad, nosotros, como la Junta Federal de Cortes, así como la Federación Argentina de la Magistratura y tantas otras instituciones, sin hacer referencias personales a quienes son nominados, sí nos manifestamos en este sentido, que haya representación del género, especialización y representación regional en la Corte Suprema.
-Fundamental.
-Hay una particularidad que en realidad el número de mujeres magistradas supera al de varones, incluso en los ministerios públicos, en todos los estamentos, ya que acá la cuestión de género está equilibrada y representada. En mi caso, me acompaña en la vicepresidencia de la Junta Federal de Cortes un ministro de la Corte salteña, Fabián Vittar, que representa la región NOA, ya que el Norte Grande está en la máxima conducción de la Junta Federal en este momento. Pero la verdad es que la Junta tiene por estatuto una muy buena representación regional. Hablábamos de tres pilares.
El acceso a Justicia es un derecho humano fundamental que tiene toda persona, de tener un espacio en el cual hacer valer el derecho del que se siente asistida. Todo esto tiene que ver con una Justicia accesible, cercana a la gente, que nos vean en un plano de igualdad para poder acceder. También es un pilar fundamental la independencia, que en realidad debe ser externa e interna. Cuando decimos externa, hablamos de otros poderes del Estado, más allá de la buena relación institucional que sí o sí debe existir. Articular el trabajo de los tres poderes del Estado, pero manteniendo cada uno su ámbito que le es privativo. Y la independencia externa también de la opinión pública y de los medios de comunicación.
El juez debe resolver siempre ajustado a lo que corresponde en derecho, a sus convicciones, a lo que tiene como elementos probatorios frente a sí. Pero también hay una independencia interna. Los magistrados y magistradas no deben sentir de ninguna manera que quienes estamos en un nivel jerárquico superior podemos ejercer ningún tipo de presión o influencia.
Deben sentirse siempre libres para decidir y resolver, y sus resoluciones tienen los recursos y mecanismos que los códigos y las leyes prevén. Por otro lado, la capacitación es un fuerte soporte para una administración de Justicia de excelencia. Tenemos que estudiar todos los días de nuestra vida, eso es una realidad, jamás podemos quedarnos. La capacitación, además, es una obligación ética que está en los códigos de ética como una obligación de continuar formándonos.
La inclusión no implica exclusión
-Quiero destacar una cosa muy importante en cuanto a su persona, que usted es de Villa Ángela.
-Exacto. Yo nací y viví toda la vida en Villa Ángela, excepto cuando me fui a estudiar para la universidad. Y ahora, que desde hace ocho años vivo en Resistencia.
Esto tiene que ver con la representación regional que yo te decía que está prevista en nuestra ley de concurso, que tiene diez años. Incluso el último ministro que ingresó, el doctor Varela, es de Sáenz Peña, que también es localidad del interior. Corrientes, así como Formosa, no tienen mujeres en el Superior Tribunal. Son las dos provincias. Pero realmente conozco la posición de los ministros de ambas provincias que verían con buenos ojos que ante una eventual vacante sea una mujer la que integre la Corte.
-Es una buena noticia. Hoy es el tiempo de las mujeres, mujeres que avanzan en la Justicia.
-Acompañamiento de los hombres que también tienen, por supuesto, sus valiosísimos aportes. Y la inclusión de mujeres no significa la exclusión de los hombres.