El año 2024 comenzó colmado de incertidumbre, con muchas preguntas, pocas respuestas y la sinrazón de atacar sectores que, lejos de ser CASTA, son históricamente considerados los más vulnerables.
El Peronismo en la provincia del Chaco y en la Nación concretó políticas públicas con perspectiva de géneros para asistir y acompañar a víctimas de violencia por motivos de géneros y a difundir herramientas de prevención de la violencia machista. Con gran esfuerzo se destinó presupuesto para que todo comience a funcionar. ¿Esto alcanzó? Por supuesto que no, a nuestros gobiernos le quedaron deudas pendientes con los sectores de mujeres y colectivos disidentes.
El 24 de mayo, un hombre MATÓ a una mujer, la séptima mujer en el Chaco. Sí, son siete los femicidios los que se contabilizan en nuestra provincia, este el tercero en el mes de mayo. No queremos ser sólo números, no queremos contar más chaqueñas muertas de la mano de hombres. No queremos más mujeres y niñas violentadas.
Todavía no logramos comprender por qué desarmaron todo lo construido y no tomaron la definición política necesaria para mejorar, continuar o transformar las políticas públicas que faltaban realizar en la provincia.
Todavía no comprendemos por qué utilizaron un femicidio para su campaña política y luego echaron todo por la borda.
Reivindicamos hoy y todos los días las luchas de las mujeres, los feminismos, los colectivos disidentes y las diversidades; porque en ella está la memoria de cada una de las mujeres asesinadas en nuestra provincia. Y porque sabemos que de la única forma que podemos comprender y salir de esta trampa; con la que retrasan, es generando conciencia colectiva, generando acciones concretas que puedan prevenir la violencia más cruel que puede sufrir una mujer por el solo hecho de SER MUJER, que puedan acompañar a las víctimas y sus familias.
Convocamos al gobernador de la provincia del Chaco y a sus funcionarios de turno del área que puedan promover mesas de trabajo conjunta con las organizaciones de la sociedad civil, con organizaciones de mujeres, que son quienes en este momento están acompañando de forma territorial y en total soledad a las mujeres que padecen situaciones de violencia por motivos géneros.
Que la decisión política sea FRENAR CON LA VIOLENCIA Y SU EXPRESIÓN MÁS CRUEL, LOS FEMICIDIOS.
La doble vara
El comunicado hace alusión a un hecho condenable por cierto y reaviva una discusión que no pocas veces hace entrar a los políticos en contradicción. Como contracara del documento que se publica hay dos situaciones en las que el PJ no viene dando señales claras. Por un lado, la posición del bloque de unidad por la Patria en el Senado de la Nación donde ante la vacante que dejaron dos mujeres el caso de las juezas Carmen Argibay y Estela Highton los senadores peronistas y particularmente las senadoras vienen guardando silencio siendo que más allá de la propuesta del presidente Milei de dos jueces varones dicha propuesta no prosperaría si las senadoras hacen honor a la defensa de la paridad de género. Son necesarios dos tercios del Senado que no se lograrían en el caso que las mujeres asuman una posición coherente acorde con la línea discursiva de Cristina Kirchner que hace poco ha fustigado con dureza al Presidente por su aversión por las mujeres.
Aun así, más allá de la posición de las senadoras está claro que el bloque de 33 senadores peronistas debiera levantar de consumo las banderas de la paridad de la que el justicialismo supo enorgullecerse. El segundo caso que queda expuesto frente a este comunicado es el silencio frente al caso del intendente de La Matanza en el que se evidencia una actitud corporativa impropia para los valores del peronismo.