El ex gobernador del Chaco, Domingo Zdero, dialogó con LA VOZ DEL CHACO en el marco del ciclo de entrevistas por el 25° aniversario de este medio.
En ese sentido se refirió a temas de la actualidad y de la historia chaqueña, pero también del futuro de la provincia y el del PJ, espacio político del que es parte.
Peppo «está en agenda» si se quiere poner un título y en el medio del oficialismo y la oposición por distintas cuestiones de la coyuntura provincial como ser el tema del endeudamiento en dólares y la discusión política que lleva semanas debido a que el actual gobernador Leandro Zdero no logra el consenso para que la Legislatura le apruebe su iniciativa y así «evitar» lo que dice será una emergencia energética en el verano.
Para Peppo, Zdero debe poner todo en la mesa y en eso avanzar, con lo que la toma de un crédito de USD150 millones podría ser viable «sin ocultamientos».
Pero ese no fue el único título que dejó Peppo, sino también el de que «está dispuesto» y «sin ningún cargo en mente, en cualquier momento a sentarse para hablar tanto con Gustavo Martínez y Jorge Capitanich para que en 2025 (para las elecciones intermedias) y en 2027 (para las generales) el peronismo vuelva a ser una opción.
El exgobernador cuestiona al gobierno nacional de Javier Milei por la quita de la obra pública y lo fundamenta.
-¿Qué estaba haciendo Peppo en 1999?
Primero y principal todo mi reconocimiento a LA VOZ DEL CHACO por esa entrega y esa persistencia en todo lo que hace la difusión y además como medio no solo local, sino también regional porque impacta regionalmente en sus otros medios que están en Corrientes y Formosa y también que lo toman a veces medios nacionales. Así que el reconocimiento a LA VOZ.
En lo personal, al final del 99 estábamos en un proceso electoral muy fuerte en la provincia del Chaco y yo en ese momento formaba parte del equipo político con (Jorge) Capitanich.
Él peleaba por la Gobernación, yo por la Intendencia de Villa Ángela, y esa fue mi segunda derrota en ese momento como candidato intendente; pero sí una gran experiencia que dejó ese tiempo.
Recuerdo sí la presentación de LA VOZ DEL CHACO en Villa Ángela porque hicieron presentaciones en distintos lugares de la provincia donde están presentes y era toda una novedad la llegada de un nuevo medio en ese momento con la presencia del papel muy fuerte habida cuenta que los otros medios muy poco venían, salvo Norte que tenía así su persistencia y El Diario que ya no estaba.
Pero LA VOZ, era una gran expectativa para el interior y siempre reflejó el interior porque también tenían corresponsales en distintos lugares, incluso Villa Ángela.
Así que yo estaba envuelto en la actividad política tratando de ser intendente que no lo fui y viviendo así un interesante momento, del final también de una época peronista a nivel nacional, que fue la del menemismo, que también era en ese momento bastante criticado por los efectos económicos que ya empezaban a darse en ese contexto.
-¿Qué noticia reflejó LA VOZ DEL CHACO que usted se acuerde?
-Las inundaciones, eso fue un momento muy duro para el Chaco y que tuvimos en varias oportunidades y en varios este momentos esas crisis profundas climáticas, como también en otros momentos quizás fueron las sequías, no este y por supuesto las buenas cosechas.
El interior estaba muy asociado a la situación del campo y eso también estaba presente, pero lo que sí recuerdo mucho es el tema de las grandes inundaciones que teníamos que ponían en jaque a todos el sudoeste que era mi zona de influencia y de trabajo y ahí LA VOZ estaba presente con su corresponsales y a veces enviando equipos especiales para mostrar lo que estaba pasando en la región para hacerse eco de eso y la charla directa con los protagonistas y siempre como intendente era parte seguro de esas charlas.
-¿Las inundaciones en esa época se daban por los Bajos Submeridionales y una disputa que había con Santa Fe?
-Sí, el famoso canal, que se pudo lograr y terminar y llegar prácticamente hasta el domo productivo porque el tema era que los canales venían de abajo hacia arriba, pero había un espacio que no conectaba con la zona netamente productiva y algodonera que era en esa época todo se inundaba.
El otro tema era la lucha por la ruta 95, de asfaltarla, dos luchas que se lograron con el gobierno de Carlos Menem y con el gobierno en Santa Fe de Carlos Reutemann, que fue un gran protagonista. Eran luchas que nos involucraban a todos, ahí no había banderas políticas.
Después continuamos, y yo fui uno de los abanderados del proyecto de la ruta con la ruta 89, en ese momento, y que posteriormente se llamó ruta 13, que se pavimentó recién cuando logré fui gobernador que obtuve un crédito posible. Fueron construidos en la gestión posterior los primeros casi 50 kilómetros de pavimento y es una deuda pendiente porque tiene que llegar a Villa Ángela.
O sea, la idea era llegar de Pinedo a Villa Ángela que ya está, y falta de Villa Ángela hasta Cote Lai que es una zona que se va a transformar totalmente cuando esa ruta se termine.
Evidentemente los créditos estaban otorgados, pero hoy es una situación muy distinta de la obra pública. El gobierno nacional niega prácticamente la obra pública y esto es un factor de desigualdad regional económica y política para todo el interior sobre todo que esperan obras importantes.
Yo siempre digo un pueblo es una cosa sin ruta y con ruta. Una vez que llega la ruta a un pueblo, cambia totalmente la calidad de vida, el desarrollo, el crecimiento, las oportunidades.
Por eso mi cuestionamiento a esa decisión política de eliminar la obra pública que no solo es con el financiamiento del Estado directo, sino también con financiamiento internacional que son justamente créditos de fomento y desarrollo que tienen organismos internacionales y que permiten hacer las cosas que se han hecho.
«Se está profundizando
la desigualdad»
-Estás hablando de créditos y ahora está en boga el tema de créditos en dólares. ¿Qué opinás?
-Mirá, la verdad de todo esto es que la diferencia que tiene la deuda que hemos tomado en mi gestión y que yo tomé de los USD250 millones tiene que ver con una serie de factores y hechos del que son todos responsables, pero nadie quiere levantar la mano y decir yo soy parte de eso.
Se tomó porque había una deuda con el sector judicial de un gran juicio multimillonario que venía desde el 91 prácticamente donde todos los gobiernos lo patearon, lo apelaron, ninguno registró como deuda en las cuentas provinciales y cuando yo fui gobernador empezaron a embargar lo que era la coparticipación.
Me parece que esas son cosas que este gobierno trata de evitar hablar y creo que hay que ponerla sobre la mesa, porque lamentablemente estamos camino a una situación muy complicada donde se está profundizando la desigualdad.
Me llegaron datos de algunas consultas que se están dando donde la caída de imagen del gobierno nacional es muy importante, la caída del propio presidente, la caída de la esperanza de la gente.
La gente tenía la esperanza de que esto iba a mejorar, pero ya estamos por llegar al año de gestión y la situación cada vez es peor, y un presidente que verdaderamente ataca de mala forma, digamos hasta con gestos groseros a los distintos sectores que opinan o que plantean opinar sobre esta situación económica. Entonces me parece que es importante sincerar todo esto.
Volviendo al crédito replantear verdaderamente, para qué, cómo se va a usar, dónde, cómo se va a controlar, el rol que va a tener la Cámara de Diputados, el rol que va a tener la oposición. Transparentar toda esa situación, si es que verdaderamente el crédito necesita.
La verdad, yo no conozco en detalle, conozco sí en general lo que me han transmitido lo que son esos proyectos.
«El Gobierno está pisoteando al federalismo»
-¿Qué diferencia hay entre el gobierno actual y el gobierno de Macri?
-Hay muchas cosas de similitud, muchas cosas que se parecen, con la diferencia, creo yo, que nosotros nos plantábamos ante el gobierno nacional ante determinadas situaciones para defender los intereses del Chaco.
Yo he hecho juicios a la Nación por los recursos no enviados, y ese juicio nos permitió en el futuro ser parte y pagar la deuda que teníamos con Cammesa, digamos que relativamente importante para ese momento y poder entregar mi gestión de gobierno a la gestión que siguió de Capitanich prácticamente las cuentas de Cammesa que es la proveedora de energía del Chaco, en orden, porque el dinero que faltaba pagar era el dinero que había que cobrar en la calle.
Habíamos cancelado para atrás con ese juicio que le habíamos hecho como Provincia a la Nación, cosa que no le gustó absolutamente nada a Macri y a todo el gobierno nacional.
Hemos planteado en algunas oportunidades solicitadas públicas en defensa también de los intereses del Chaco. Me parece que hay que tener un poco más de dureza con el gobierno nacional, el Gobierno que evidentemente está pisoteando al federalismo. Está eliminando.
No puede ser que no se diga nada sobre lo que está pasando con la falta de recursos importantes de la Nación que lo tienen que federalizar, hablamos de la obra pública, por ejemplo, como uno de los temas y muchos otros recursos que son importantes, que son de los argentinos y que hacen a la necesidad del Estado de buscar una equidad, no solo seguir beneficiando a la ciudad de Buenos Aires.
Un hecho más es el tema este de los subsidios a los transportes. Es imposible e inaceptable no subsidiar el transporte público en el interior, y seguramente también en el Gran Buenos Aires, porque va a llevar gran parte de los ingresos de los sueldos de los trabajadores.
Nosotros habíamos incorporado un programa que se llama Chaco Subsidia, que subsidiaba no solo la energía, sino también el transporte, por supuesto había un componente importante de Nación, que lo defendimos, lo peleamos y que mantuvimos.
Este Gobierno está eliminando totalmente los subsidios y eso este impacta en el usuario, en lo cotidiano. Por eso me parece que hay que replantear una estrategia de unificar un planteo muy robusto ante la Nación por esos recursos y porque son cosas que van a quedar y que van a afectar indistintamente a la pertenencia política de quién gobierna a los chaqueños. Ahí es donde debe estar la defensa de los intereses del Chaco.
-¿Por qué todavía hay una deuda de Cammesa si usted dice que se la pagó?
-Porque la gestión anterior reprogramó toda y prácticamente no pagó. Esa es la verdad. La gestión posterior a la mía reprogramó la deuda, reprogramó también el crédito hacia adelante, eso significó que tuvo un alivio de caja importante en una gestión de Gobierno donde los recursos nacionales abundaron.
Nunca el Chaco había recibido tantos recursos nacionales como con en esa gestión.
Tampoco se habrán pagado las facturas correspondientes en forma mensual de Cammesa. No sé ahora, no tengo la información si se está pagando o no todas las facturas. Pero es un tema que hay ver, con el crecimiento de lo que es el costo de la energía a nivel nacional también cómo no van a subsidiar la energía.
Nuestra zona requiere de los subsidios de energía siendo nosotros un país federal y un país que este requiere de estas políticas para generar un poco de igualdad de oportunidades. Porque los ingresos que tienen los chaqueños per cápita no va a comparar con los ingresos que tiene la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Caba tiene ingresos comparados con las mejores ciudades de Estados Unidos y de Europa, y estamos en desigualdad de condiciones.
-Pero, esas asimetrías nunca se pudo romper.
-No, pero se avanzó. Nunca pudimos romper, el tema del Puerto de Buenos Aires con el interior, pero sí creo que hubo momentos de avance, sobre todo en la distribución de recursos para poder lograr una infraestructura que es importante y que nos permita ser competitivos, en caminos.
La transformación que ha tenido el Chaco, y esto incluye los gobiernos de Capitanich, mi Gobierno, cuando fui cuatro años gobernador, en obras públicas fue impresionante. El nivel de inversión de rutas.
Pongan un mapa, qué rutas había en 2007 y qué rutas hay hoy, o qué acueductos había, porque cuestionan mucho el agua. Esta inversión en agua fue terrible, tremenda y así podemos hablar de infraestructura social y de muchas otras cosas.
Muchos de esos recursos no eran recursos de coparticipación, eran recursos nacionales destinados a generar un poco más de equidad con los chaqueños, pero es cierto, está pendiente una gran reforma de equidad, de igualdad porque hoy se sigue quedando el centralismo con la mayor parte de la torta de los recursos nacionales.
«Tenemos que recuperar el gobierno»
-¿Dónde está hoy parado dentro del partido?
-Mirá, nosotros estamos en una tarea que nos hicimos eco un poco de la situación de la militancia y de los sectores, sobre todo de los más populares, de la dirigencia intermedia, la dirigencia de la calle y también dirigentes importantes, referentes, en plantear un esquema hacia adelante de dos o tres ejes fundamentales: autocrítica fuerte, volver a las bases peronistas, volver nuevamente a reconstruir el Movimiento Nacional Justicialista hacia adentro.
Yo soy un convencido de que el peronismo cuando arregla las cosas hacia adentro, afuera puede salir a persuadir y a conseguir los votos necesarios porque no todos son peronistas, pero sí puede salir a conseguir los votos una vez que adentro lo arregla.
Y en esto estamos caminando con otros compañeros haciendo encuentros. Lo hemos hecho uno en Fontana, en General Pinedo, y así sucesivamente charlando con todos para que primero vaya esa descarga que tiene hoy de enojo de muchos de los militantes por el hecho de haber perdido.
Yo la verdad que como gobernador pude entregarle a otro gobernador la banda de gobernador y también el bastón, que a partir de mi gestión los gobernadores tienen bastón; y no lo puedo hacer Capitanich y hoy tenemos la tarea de recuperar el Gobierno.
Perdimos la alternativa, pero eso lo tenemos que hacer de abajo hacia arriba, con mucha paciencia, con mucha humildad, sin soberbia y sin querernos dueños de la verdad. Para eso en el peronismo hay lugar para todos, pero cada uno debe saber dónde estar o el lugar que debe ocupar. Y hoy los cargos no son muy importantes. Para mí hoy es esta reconstrucción y asumir responsabilidades con tal de poder ser una fuerza que pueda convencer porque creo que las políticas peronistas en esencia son las que traen dignidad, el trabajo.
El peronismo no es entregar mercadería, entregar planes, todo lo que por ahí se quiere plantear que es el peronismo.
El peronismo es generar empleo, trabajo, crecimiento, oportunidades, formación, en la industria nacional, en la investigación nacional, el desarrollo de tecnología, eso es el peronismo. Lo hizo Perón, lo hicieron los otros gobiernos en mayor o menor medida, y creo que esa es mi responsabilidad, caminemos hacia adelante.
-¿La responsabilidad por la por lo que perdieron una elección es compartida?
-Yo creo que todos tenemos responsabilidades. Yo no le echo la culpa a uno en especial. Pero sí seguramente hay roles y roles. Hay gente que podría, y entendemos nosotros, debería haber abierto un poco más los brazos a la hora de no encerrarse en un círculo muy pequeño que fue el que nos llevó a la derrota.
Yo cuestioné antes ya la conducción del partido porque querían institucionalizar un frente. Y un frente debe ser abierto, todos los días deberían incorporarse fuerzas políticas y eso no se dio. Un partido cerrado, no se escuchaba prácticamente opiniones o sugerencias o hablar sobre todo sobre lo que creíamos que estaba pasando.
Hoy vemos con agrado que muchos intendentes hablan y dicen las cosas que decíamos nosotros, o que decía yo hace un año atrás antes de perder de cómo eran tratados, maltratados, hasta con el término de forreado, como dijo algún dirigente.
Entonces me parece que son cosas que también marcan responsabilidades, pero todos tenemos seguramente una cuota de responsabilidad y la cuota responsabilidad más grande hoy es recuperar esto y ponerlo al peronismo al frente nuevamente de un espacio político que la sociedad vuelva a confiar y para eso hay que dejar de lado algunas cosas, que otros no lo hacen, que es de poner el cargo primero y principal.
Plantear esas cosas nos va a llevar tiempo, y no quiero volver a la época previa a 2007 o 2003, donde en la provincia del Chaco el peronismo estaba representado por 14 intendentes y cinco diputados. Eso no, evidentemente esa crisis no tenemos que volver a vivir, pero si no hacemos las cosas que hay que hacer, vamos a ir en ese camino.
Escuchaba (Rodolfo) Martínez Llano en un medio de Corrientes también en su lucha por Corrientes y la situación que tiene el peronismo hoy y la necesidad de replantear hacia adelante porque es posible ser alternativa y gobernar la provincia. El Chaco y como seguramente él lo está planteando en Corrientes.
-¿Dialogó ya con Capitanich o con Gustavo Martínez sobre este tema?
-Sí, con Gustavo, con José Mongeló, con otros dirigentes estamos hablando muy seguido de política y nos estamos juntando. Con Capitanich (vive en Buenos Aires) algún mensaje cruzamos de vez en cuando, pero no hay diálogo prácticamente político.
Él cada vez que viene se junta con el partido, con su gente. No hubo un espacio abierto de charlas, que ni siquiera deberían ser mediáticas. Un acercamiento, que no hay; evidentemente no está en sus planes al menos en este en este tiempo.
Pero lo veo. Bueno que empezó a tallar en la política chaqueña, había dicho que no iba a estar, que se retiraba. Me parece bueno que sí esté, que sea un actor importante, porque él es alguien importantísimo de lo que fue en los últimos años la vida política del Chaco, de nuestro partido, de los que trabajamos juntos este con él.
Nos distanciamos en lo político, no en lo personal, pero tenemos diálogo y respeto también.
-¿Si él le llama para hablar, se juntaría?
-Sí, sí, como no. Yo no tengo problema con nadie, ni del oficialismo ni de la oposición y menos dentro de mi partido.
«La Argentina es un país que tiene
una potencia impresionante»
-Si tiene que calificar o contar su experiencia en el Paraguay, ¿cómo la definiría?
-Una experiencia muy buena. La verdad que fue algo que me dio experiencia, una mirada y una visión distinta a través de lo que es la política internacional, sobre todo por la relación directa con el Paraguay que es un país muy parecido a nuestras costumbres regionales, que eso es muy bueno, y permite una rápida inserción, sino también con la relación que puede tener ahí con embajadores y líderes de otros lugares del mundo.
Eso me dio una perspectiva de mirar la fortaleza de la Argentina, que tiene y que a veces no valoramos y que lamentablemente la están destruyendo.
La Argentina es un país que tiene una potencia impresionante y eso se basa en el conocimiento, desde la escuela pública, la universidad pública, de la investigación, del Conicet, de traer a los científicos que estaban por el mundo y creamos nosotros tecnología.
La Argentina produce satélites, produce aviones, produce de todo. Hoy estamos siendo condicionados ya por las potencias internacionales para no fabricar determinadas cosas porque responde a que se están tocando intereses de esas potencias, llámese Estados Unidos o determinados países europeos, u otras zonas del mundo.
Esa mirada la puede consolidar y ver cómo ven desde otros lugares del mundo a nuestra Argentina. Lamentablemente hoy me duele mucho porque veo que estamos en el otro camino.
-Y, el Chaco, ¿cómo está hoy?
-El Chaco está complicado, porque también tiene el efecto de la política nacional. Es un gobierno provincial que trata de mantener y defenderse en este contexto y sin este reclamar lo que es necesario, el federalismo y más recursos para la provincia.
El Chaco siempre tuvo necesitado de fondos nacionales porque es una provincia en desarrollo, en crecimiento y hoy lamentablemente esto se está achicando. Este gobierno trata de sobrevivir, y va a tener seguramente situaciones no fáciles, por eso y por ello es importante que se pueda lograr este crédito que permitiría financiar Secheep, Sameep, mantener los gastos corrientes con la coparticipación.
Evidentemente es un tema que nos afecta a todos, por eso a nadie nos conviene que al Chaco le vaya mal y que al gobierno le vaya mal.
Es un poco mi visión, pero espero que haya sabiduría, que haya inteligencia, que haya equipos que puedan plantear esto y cómo superar esto porque no nos conviene una provincia devastada para adelante. Hay que cambiar y cambiar también la política.
Esto de mirar para atrás en la política hay que cambiar, hay que mirar para adelante. Si bien no hay que negar lo que pasó, tampoco puede ser el latiguillo cotidiano. Eso hay que plantearlo para adelante.