En el 2008 la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner estatizó la empresa Aerolíneas Argentinas y, desde allí la Nación comenzó a destinar millones para que funcione. Tras años de recibir aportes sin evaluar la productividad de la firma, ahora bajo la presidencia de Javier Milei -que no pudo incluirla en la lista de empresas estatales a privatizar- buscan reducir al 50% el déficit, lo que representan unos u$s 200 millones menos.
Milei no pudo cumplir su cometido de privatizar Aerolíneas, la cual quedó afuera de la Ley Bases y el paquete fiscal. Sin embargo, la Casa Rosada tiene claro que ya va a seguir en manos del Estado nacional pero hará una estricta reducción de gastos.
LA PROPUESTA DE MILEI
El Gobierno nacional reacomodó partidas y en julio destinó $ 58.700 millones (42.536.231 de dólares) para el plan de «racionalización», previo a ello contaba con un giro de $ 71.500 millones del Tesoro Nacional. Este monto es ínfimo en relación a los anteriores y se debe a que la aerolínea de bandera habilitó un retiro voluntario este mes y más de 500 personas renunciaron; aunque Nación prevé que renuncien de manera voluntaria, al menos, otros 8.000 más. Eso más la eliminación de vuelos improductivos a provincias que no justifican los gastos van a ahorrarle al Estado varios millones.
Con estas medidas, Aerolíneas Argentinas asegura que la reducción de destinos a provincias poco rentables y de gasto público en términos generales, este año podrían reducir en un 50% el déficit.
Según las estimaciones, serían unos u$s 200 millones menos en gastos que le implica la empresa al Estado.
«Claramente el camino es que Aerolíneas Argentinas, mientras siga estando en manos del Estado, pierda cada vez menos dinero. Eso va a ocurrir con todas las empresas que estén en manos del Estado y que no se privaticen», declaró el vocero presidencial Manuel Adorni.
IRREGULARIDADES EN LAS GESTIONES K
En la gestión del Frente de Todos, Fernández de Kirchner giró una suma de $ 2.500 millones, unos u$s 661 millones al tipo de cambio oficial de aquel entonces.
Tras una revisión por las partidas presupuestarias, se confirmó que esta trasferencia del Tesoro Nacional a la empresa de vuelo y turismo sería la más significativa; pero también, en el mismo año, la firma perdió poco más de 16.000 millones de dólares, y u$s 9.900 millones en 2009.
Luego, en 2015, durante el mandato de Mauricio Macri, el Tesoro volvió a asistir a la empresa con unos poco más de $ 4.000 millones (u$s280 millones), con el crecimiento de la inflación, esta suma representó una caída del 50% en relación a la anterior. El déficit que tuvo la firma en ese año también disminuyó -en términos reales- a casi 465 millones de dólares, según el informe económico de la misma. En este periodo, Macri habilitó la política de cielos abiertos y con ello aparecieron otras empresas de vuelos que compitieron con la aerolínea de bandera.
EL PRESUPUESTO DE AEROLÍNEAS CON ALBERTO Y CRISTINA
Con Alberto Fernández como presidente, Aerolíneas quedó en manos de La Cámpora y eso fue perjudicial para la firma y el Estado, que la financia. Además, el entonces presidente decidió desarticular la política de cielos abiertos, que posibilitó que miles de argentinos vuelen por el país a precios muchos menores que los boletos de la aerolínea de bandera.
Aerolíneas Argentinas hizo público un informe donde afirmaba que el año 2023 concluiría con ganancias. Sin embargo, no precisaron que tomaron una deuda de 100 millones de dólares a través del organismo estatal ANSES. Si bien fue certero que ha logrado reducir el déficit en el año anterior, la contabilización del presupuesto no tuvo en cuenta este traspaso de fondos.
La deuda anunciada por Pablo Ceriani consistió en un fideicomiso a 36 meses que se financió en moneda estadounidense. Aerolíneas recibió este monto en moneda nacional y la mitad (casi 50%) de los mismos fue derivado al propio Estado, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES. Un 18,23% fue suscripto por Fondos Comunes de Inversión (FCI), aunque sus movimientos deberían ser monitoreados por la Comisión Nacional de Valores (CNV).
El otro 14,60% correspondió a suscripciones de Cajas, Asociaciones y otros ítems. Aquel octubre, Ceriani había adelantado este entramado y explicó que fue una forma de evitar recibir fondos del Estado, aunque los recibió. Pero la afirmación del titular fue desmentida con los registros del denominado «crédito devengado» que expone que, pese a que en 2023 no se transfirieron recursos de manera oficial, el Gobierno nacional se había comprometido a pagar 22.500 millones de pesos de un presupuesto de $90 millones mil millones. Es decir que, el Tesoro devengó más de 22 mil millones, el 25% de una partida de $90 mil el año anterior.
En cuanto al déficit de ese período, la suma rondó los u$s 390 millones; de esa cifra, u$s 190 millones se perdieron en la temporada baja (abril y junio).
Es una ensalada de millones en gastos que el kirchnerismo preparó para proteger su nacionalización. Por eso, ahora las políticas de La Libertad Avanza buscan evitar las mismas transferencias irrisorias y garantizar la operatividad a una empresa que no tiene 100% de rentabilidad.