El caso de Johana González tuvo un giro clave en la causa este miércoles, luego que autoridades judiciales confirmaran que la sangre hallada en el baño del único acusado, Mario Barrientos, pertenece a la joven asesinada.
El descubrimiento se realizó a través de un cotejo de ADN, donde se comparó el perfil genético de la sangre encontrada con el de la madre de Johana, Delia Beatriz Segovia. La evidencia genética refuerza las acusaciones y aporta un elemento determinante contra el único acusado en la causa.
La sangre fue encontrada en el baño de Barrientos, entre el bidet y el inodoro, y en una pared externa. La prueba de ADN que se realizó midió el llamado Índice de Maternidad Total, que dio como resultado una coincidencia superior al 99.99%.
Johana González fue asesinada en Resistencia el 21 de mayo pasado y sus restos desmenbrados fueron hallados en una laguna diez días después.