-Presentó un desfile performático, inauguró un espacio nuevo en Fray Quintana 971 de Corrientes, en el marco de Ñande Ñemity, que apoya Ñande MAC, con una invitación a diseñadores de todo el país. ¿Cómo se siente?
-La verdad, súper bien. El espacio es un lugar donde se pueden exhibir un montón de objetos, diseños también de nuestro origen guaranítico, wichí, de Resistencia, de Formosa, así que pueden venir al espacio que está muy bueno.
Y nada, recontento de poder estar acá y que la gente pueda venir a ver, a probarse las prendas, a ver los diseños, y bueno, yo voy a estar acá también para asistirlos, así que buenísimo.
-Hubo un gran despliegue en la presentación de la cápsula 4R 2024-2025. ¿Cómo comenzó a pensar esa idea?
-La idea ya viene del año pasado, cuando presentamos nuestro primer desfile 4R con denim reciclado, y bueno, esta vez la idea era poner un poco más de énfasis en el 4R: reciclar, reparar, resignificar algunos diseños, y bueno, la puesta en escena fue fabulosa.
Más o menos estuvimos trabajando casi un mes o dos meses en lo que fue la puesta, así que la verdad que impresionante.
«Sumergir lo autóctono
en lo contemporáneo»
-¿Cómo piensa el diseño en el estudio?
-En realidad, miro mucha moda en todas las redes, todo lo que sea París, Fashion Week, Berlín, Fashion Week, bueno, todo lo que hay en el mundo, y de ahí se me empiezan a ocurrir cosas.
Empiezo a buscar material de lo que hay; a veces me regalan telas, a veces sobran telas de unos trabajos, y bueno, con eso se arman las prendas nuevas de la colección.
En este caso, es todo oversized, un poco grande, digamos, la ropa para que le pueda quedar a cualquier persona.
-En sus diseños hay mucha presencia de la identidad, estilos con impronta muy contemporánea, conectados a la naturaleza y al mundo urbano. ¿Por qué?
-A mí me encanta la urbanidad, y viene todo de ahí. Uno, en la observación de lo que es lo urbano y en la observación de nuestro paisaje natural, es imposible no inspirarse en la naturaleza y poner cosas autóctonas nuestras.
Por ejemplo, tengo un vestido que parece un vestido de paisana, pero está hecho con una tela que tiene estrellas, entonces es como llevarlo más allá a lo que ya tenemos como cultura, lo que fue la vestimenta de esos años o de años atrás.
Entonces, yo lo convierto en algo más llamativo para nuestra urbanidad. Con lo que estamos ahora, la tecnología y todo eso, se pueden hacer millones de cosas y se pueden fusionar también la naturaleza, la arquitectura y la historia que tenemos en el litoral.
-Desde lo urbano, algo muy palpable en su presencia dentro de la ciudad es elegir lugares patrimoniales, eso es muy interesante. ¿Por qué esto de traer este mundo de arte textil a sitios patrimoniales en Corrientes?
-Más que nada es para darle más importancia a lo que es el patrimonio cultural en nuestro día a día.
El diseño siempre está ligado a lo que vemos, entonces es importante estar en esos espacios culturales e históricos de Corrientes y del Chaco para poder darle un valor más a la prenda, en sí, ya sea conceptual o no.
Me encanta estar en los lugares que tienen mucha historia.