El oficialismo en la Cámara de Diputados, respaldado por aliados estratégicos y votos clave de la oposición, consiguió ayer miércoles 11 mantener el veto que el presidente Javier Milei aplicó a la ley de movilidad jubilatoria. La normativa, sancionada por ambas cámaras en junio, buscaba incrementar los haberes jubilatorios.
La ratificación fue posible debido al giro inesperado de cuatro bancas radicales, Luis Albino Picat, Ricardo Campero, Pablo Cervi y Martín Arjol, que sorprendieron a propio bloque para votar a favor del veto presidencial, y una liberal, ocupada por Jose Federico Tournier, quien hace poco tiempo juró en reemplazo del hoy ministro de Seguridad de Corrientes, Alfredo Vallejos.
Con el cambio de su postura, la balanza finalmente se inclinó en favor del oficialismo. Este golpe, sumado a la abstención estratégica del bloque de Innovación Federal, fue determinante para que el Gobierno lograra bloquear el intento de la oposición de anular el veto y reinstaurar la ley.
El resultado final fue contundente: 153 votos a favor de mantener el veto, 87 en contra y ocho abstenciones. Para lograr su objetivo, la oposición necesitaba 178 votos, una mayoría de dos tercios que quedó lejos de alcanzar debido a las traiciones y las abstenciones.
RENUNCIA ESTRATÉGICA
A esto se sumó la renuncia del diputado radical Rodolfo Galimberti, un hecho que desató sospechas justo antes de la votación. Galimberti, quien dejará su banca para asumir en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, era un defensor de la mejora en los haberes jubilatorios.
Su reemplazo inmediato por la legisladora del PRO Nancy Ballejos encendió las alarmas en la oposición, que acusó al oficialismo de maniobrar para asegurar un voto más a favor del veto.
La oposición denunció que este movimiento fue una jugada calculada para garantizar la ratificación del veto, consolidando una estrategia que dejó a los jubilados sin el esperado incremento en sus ingresos, y provocando un profundo malestar social y político.
EL OFICIALISMO CONSOLIDÓ SU VICTORIA
Mientras el debate se desarrollaba en el recinto, afuera, miles de jubilados y miembros de organizaciones gremiales, sociales y políticas expresaban su indignación ante lo que consideran un golpe directo a los derechos de los más vulnerables. Los manifestantes exigían la devolución del 8,1 por ciento que los jubilados perdieron en enero y un ajuste más justo en la fórmula de cálculo de sus ingresos.
La ley no solo buscaba recuperar ese 8,1 por ciento sino también implementar un mecanismo más equitativo para las jubilaciones, lo que habría significado un alivio considerable para miles de jubilados. Sin embargo, el veto presidencial se interpuso, desatando tanto la furia de las calles como un tenso cruce de posturas en el Congreso.
El bloque radical pide un reordenamiento
Los diputados Manuel Aguirre, Facundo Manes, Marcela Antola, Fernando Carbajal, Ana Carla Carrizo, Mariela Coletta, Marcela Coli, Pablo Juliano, Juan Carlos Polini, Jorge Rizzotti y Danya Tavela presentaron una nota al presidente del bloque, Rodrigo de Loredo, expresando su malestar por la conducta de los legisladores que votaron a favor del veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria.
En la carta, los diputados solicitan el reordenamiento del bloque y cuestionan el accionar de sus compañeros, quienes, según afirman, rompieron un acuerdo unánime, afectando la credibilidad y los principios del radicalismo frente a la ciudadanía.
«Es nuestro deber político actuar con responsabilidad y firmeza en la defensa de nuestras convicciones, como lo hicimos frente al anterior oficialismo», señalaron en la nota, subrayando la importancia de mantener una postura crítica frente a los desbordes del gobierno actual, sin dejar de apoyar aquellas iniciativas que beneficien al interés nacional.
Los firmantes también repudiaron la «sobreactuación» de algunos diputados, que se mostraron en una fotografía junto al presidente de la Nación, interpretando este gesto como una señal de alineamiento con el oficialismo. «Este comportamiento es incompatible con la pertenencia al Bloque Radical, que no integra el gobierno actual», sostuvieron.
Todos ellos coincidieron en la necesidad de un replanteo dentro del bloque, para que aquellos que han decidido tomar un camino diferente lo sigan fuera de la UCR.
La nota concluye con un llamado a la unidad y al rescate de los valores democráticos que caracterizan al radicalismo: «Tenemos el deber de constituir una alternativa para el futuro, basada en la educación, el desarrollo, el bienestar y la equidad», subrayan.