El Centro Público de Mediación (CPM) del Poder Judicial del Chaco cumplió 28 años contribuyendo a la pacificación social y la resolución de conflictos en la provincia.
Desde su creación, el 23 de agosto de 1996 y a lo largo de estas casi tres décadas, el CPM ha demostrado ser una herramienta eficaz para aliviar la carga del sistema judicial y ofrecer soluciones rápidas y consensuadas a las partes en conflicto.
Asimismo ha evolucionado para convertirse en una institución de referencia no solo a nivel local, sino también nacional, destacándose por su capacidad para mediar en conflictos civiles y penales, ofreciendo una alternativa accesible y eficiente al sistema judicial tradicional.
El trabajo del CPM se refleja en sus estadísticas, que muestran un volumen considerable de audiencias y un elevado porcentaje de resolución de casos. En 2023, el centro llevó adelante 3.306 audiencias en toda la provincia, de las cuales 2.932 corresponden a conflictos civiles y 374 a casos penales. Además, se realizaron 68 audiencias con la participación de pueblos indígenas, lo que destaca el enfoque inclusivo del centro.
El porcentaje de acuerdos alcanzados en estas audiencias es notable: hasta junio de este año, el nivel global de acuerdo fue del 71,96%. En el ámbito civil, el porcentaje alcanzó el 77,74%, mientras que en el penal fue del 66,18%.
Estos datos reflejan la eficacia del CPM en la resolución de conflictos y su capacidad para ofrecer soluciones rápidas y consensuadas, reduciendo la necesidad de prolongados y costosos litigios judiciales.
impacto
en la justicia
El CPM inició sus actividades el 23 de agosto de 1996, con el objetivo de ofrecer un método alternativo y voluntario para la resolución de conflictos. Desde entonces, se ha expandido significativamente, contando hoy con sedes en las seis circunscripciones judiciales de la provincia: Resistencia, Presidencia Roque Sáenz Peña, Villa Ángela, Charata, General San Martín y Juan José Castelli. Esta expansión ha permitido que la mediación llegue a todas las regiones del Chaco, brindando un acceso más equitativo a la justicia.
El directorio actual del CPM está integrado por el presidente del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Víctor Del Río; los jueces Enrique Varela e Iride Isabel María Grillo.
Bajo su dirección, el centro ha continuado perfeccionando sus procedimientos y ampliando su alcance, consolidándose como una herramienta eficaz para aliviar la carga de los juzgados civiles y penales.
El trabajo
en cifras
Según estadísticas oficiales provistas por el CPM, durante 2023 hubo 3.306 audiencias en toda la provincia de las cuales 2.932 fueron civiles y 374 penales. Además, hubo 68 con pueblos indígenas. Ese total se desglosa de la siguiente manera: en Resistencia hubo 2.066 audiencias (1783 civiles y 283 penales), en la delegación de Sáenz Peña 365 (360 civiles, 5 penales) y 1 con pueblos indígenas; Villa Ángela, 186 (165 y 21); Charata, 263 (260 y 3); General San Martín, 269 (228 y 4) y 14 con pueblos indígenas y Castelli, 157 (136 y 21) y 53 con pueblos indígenas.
Mientras que hasta junio de este año, solamente en Resistencia, hubo 962 audiencias con un nivel de acuerdo global de 71,96%. De aquella cifra 894 fueron civiles con 77,74% de acuerdo y 68 penales que tuvieron 66,18% de acuerdo.
En tanto que hasta mayo hubo 104 audiencias en Sáenz Peña (102 civiles y 2 penales), 60 en Villa Ángela (57 civiles y 3 penales), 83 en Charata (todas penales), 90 en San Martín (85 civiles y 5 penales) más otras dos con pueblos indígenas y 45 en Castelli (38 civiles y 7 penales) a las que se agregan 9 con pueblos indígenas.
El informe del Centro destaca que nueve de cada diez audiencias civiles corresponden a temas de familia en las que el 80% de las veces es por alimentos (sea a progenitores o abuelos) y el resto se distribuye entre régimen de comunicación y cuidados Personales, trámites preparatorios para filiación, disolución de la sociedad conyugal y división de bienes. En tanto que en un segmento minoritario de solo 2% de los casos se analizan cuestiones contractuales de alquileres, daños y perjuicios.
En cuanto a la mediación penal, la mayor parte de audiencias son por robo, hurto, amenazas, lesiones y daño y, en menor medida, usurpación y accidentes de tránsito. Este año, en San Martín, se produjo la primera derivación para mediación por parte de la Fiscalía de Investigación Rural y Ambiental.
El aporte a la pacificación social
El responsable del Centro Público de Mediación conexo al Poder Judicial, Gabriel Vecchietti, remarcó que en el organismo «brindamos servicio a los más vulnerables» y que entre sus objetivos se destacan «conseguir una pacificación social y descomprimir los tribunales». En tanto señaló que «el 90% de nuestras causas hoy tienen que ver con cuestiones de índole familiar».
Más adelante explicó que «el Centro es un servicio gratuito, como todo servicio de mediación. En nuestro caso, por nuestra ley, nosotros brindamos una primera atención a la parte, más allá de que se entiende que está la Mesa de Atención de la Víctima y las defensorías, la primera atención cuando viene la persona a averiguar acá».
Además de la sede central, que funciona desde 1996, a partir de 2014 el CPM tiene dependencias en las restantes cinco circunscripciones judiciales.
En otro tramo señaló que «la mediación vino creciendo desde sus inicios en el 96 hasta ahora. De tener cinco o diez audiencias al año hoy hay dos mil quinientas, dos mil seiscientas, tres mil audiencias efectivamente realizadas».
Este fenómeno se aprecia tanto en Resistencia como en las delegaciones Sáenz Peña, Villa Ángela, Charata, General San Martín y Juan José Castelli.
Asimismo, Vechietti, quien se desempeña en el CPM desde 2012 y que en febrero de este año quedó a cargo luego de la jubilación de la anterior directora, Beatriz Contreras, precisó que trabajan con audiencias fijadas a los quince días del momento en que ingresa el pedido.
Así consiguen que «la persona tenga una respuesta rápida a su problema, si no lo acuerda acá, que tenga habilitada la vía para continuar el trámite dentro del juzgado». Y que si llega a un acuerdo «sabe que este trámite terminó acá y lo único que le queda es pasar para el trámite de evaluación al juzgado. Pero por lo pronto ella ya resolvió, las partes resolvieron acá su problema y se van con el acuerdo y una solución».
En tanto que la secretaria del CPM, Andrea Rano, remarcó que la mediación «tuvo su tránsito, su incorporación, su crecimiento dentro de la sociedad». En ese sentido recordó que en la actualidad «más allá de tener una mediación prejudicial establecida por ley, tenemos la elección voluntaria de la ciudadanía en acudir al Centro de Mediación a buscar posibilidades de solución de conflictos».
En el Centro generan «una mesa de diálogo voluntaria consensuada en un contexto de pacificación para que las familias puedan encontrar soluciones para sus hijos dado que -como explica la funcionaria- tenemos un alto volumen de audiencias de mediación de contexto familiar. Entonces lo que acá se genera es una mesa de diálogo en donde los destinatarios son hijos y en donde lo que se busca es consensuar el presente y el futuro para ellos».
Además, más allá del contexto de audiencias familiares, el CPM «tiene amplia derivación desde sede judicial en todas las materias civiles en trámite, penales en curso. Así que es un espacio para el encuentro de soluciones a conflictos que transita esta sociedad».
Rano aseveró que mediante el seguimiento de estadísticas «nos damos cuenta del regreso voluntario de progenitores a medida de los años en donde nos buscan para volver a encontrar una solución en un nuevo contexto, en el presente de ellos, modificando lo que ya acordaron.
Eso nos genera la tranquilidad para nosotros desde nuestro trabajo y nuestra vocación de poder siempre, con puertas abiertas, recibir para que ellos encuentren adecuadamente a su presente la nueva solución que están buscando».
Por último, resaltó que «hay todo un trabajo administrativo previo que requiere la escucha activa desde cada uno de los miembros que forman parte del Centro de Mediación de personas que llegan con estados anímicos emocionalmente desbordados, buscando un lugar donde sean escuchados y puedan canalizar cómo empezar a ahondar su camino para poder ser recibidos y para poder encontrar la salida.
Esto permite que padres o imputados y denunciados puedan sentarse en esta mesa y encontrar este diálogo constructivo y pacificador».