Hugo Rohrmann, especialista en recursos hídricos, destacó la gravedad de la bajante que se está registrando en la región, pero también subrayó que se trata de un fenómeno transitorio, y que, de acuerdo a las proyecciones, la situación podría mejorar en los próximos meses.
Asimismo, detalló que «el río Paraná está muy bajo, oscilando alrededor de un metro de altura. De acuerdo a las estadísticas de 120 años, cuando el nivel del río está por debajo de los tres metros, se considera una situación de aguas bajas.
Sin embargo, este valor de un metro, aunque es preocupante, no es el más crítico que hemos visto».
Recordó que la situación fue mucho más grave en 2021-2022, cuando el nivel del río llegó a estar cerca de los cero metros. «En aquella ocasión, la bajante fue tan pronunciada que el nivel del río estuvo alrededor de cero metros, un metro menos de lo que tenemos hoy.
Y si vamos más atrás en la historia, en 1944 se registró el valor mínimo histórico, con 82 centímetros por debajo del cero, es decir, un metro ochenta menos que el nivel actual», explicó el especialista.
Impacto en la navegación y actividades portuarias
Uno de los aspectos más preocupantes de la bajante actual es su impacto en la navegación comercial y las actividades portuarias. «La navegación comercial desde Rosario al norte, especialmente en el riacho Barranqueras, está siendo seriamente afectada.
Las terminales de combustibles y los puertos no están operando debido a los bajos niveles de agua. Es una situación preocupante», afirmó Rohrmann.
Sin embargo, el ingeniero también mencionó que la situación actual, aunque grave, no debería prolongarse tanto como la bajante de años anteriores. «La diferencia clave con la gran bajante de 2019-2022 es que esta vez la situación parece ser más corta en el tiempo. Hace apenas un mes y medio que comenzaron estos valores bajos, y las perspectivas de lluvia en el sur de Brasil, sumadas al inicio de la temporada de lluvias en septiembre y octubre, nos hacen pensar que en un mes más podríamos ver una recuperación de los niveles del río», sostuvo.
los embalses en la recuperación del Paraná
Rohrmann también destacó el papel crucial que están jugando los embalses en la cuenca del Paraná, tanto en Brasil como en la Argentina. «Hoy, los embalses tienen un almacenamiento útil del 60%-70%, lo que contrasta fuertemente con la gran bajante de hace unos años, cuando el nivel de almacenamiento había caído por debajo del 20%.
Este mayor nivel de almacenamiento permite que las centrales hidroeléctricas sigan liberando agua, lo que ayuda a mantener los niveles del Paraná», explicó.
El ingeniero añadió que, si bien los niveles actuales son bajos, sin la intervención de los embalses, el río estaría aún más bajo. «Si dependiéramos únicamente de las lluvias, los niveles del Paraná serían mucho más bajos. Pero gracias a los embalses, el río tiene cierta estabilidad que debería mejorar con las lluvias pronosticadas», afirmó.
Afectaciones
a la fauna y la infraestructura
En cuanto al impacto ambiental, Rohrmann explicó que la fauna íctica también está siendo afectada por la bajante. «La mayoría de los peces necesitan alimentarse y reproducirse fuera del cauce principal, en los arroyos y valles de inundación. Con la bajante, estos lugares quedan inaccesibles para ellos, lo que afecta su ciclo de vida.
Sin embargo, el impacto es mayor cuando la bajante se prolonga por años, como ocurrió en la gran bajante anterior», comentó.
«Lo que pasa es que el período es muy corto en este momento, obviamente es distinto ya cuando pasa un año, dos o tres, como pasó en la granbajante, porque ahí ya se están afectando ciclos de reproducción de los peces y de hecho acá en Corrientes hay un Instituto de Ictiología que se encarga específicamente de eso, que depende de la Universidad del Nordeste y bueno, ahí es donde surge la información que yo le estoy dando», detalló.
Respecto a la infraestructura, Rohrmann mencionó que la toma de agua de Sameep en Barranqueras está siendo afectada.
«La toma de agua en el riacho Barranqueras, cerca de los silos de grano, está afectada debido a la bajante. Sameep ha intentado mitigar el impacto bajando las bombas, pero aún así, las bombas están perdiendo rendimiento debido a la necesidad de elevar el agua desde un nivel muy bajo», explicó.