La empresa Biocosmética Exel tiene como base a la ciudad de San Justo, provincia de Buenos Aires.
El emprendimiento surgió cuando Víctor Lo Riggio, estudiante de ingeniería química, desarrolló un conjunto de fórmulas caseras de cosméticos para luego, junto con su hermano Héctor Lo Riggio, iniciar lo que hoy en día es el laboratorio de cosmética más grande de Argentina.
Comienzos
En sus inicios, los hermanos crearon cremas faciales que tuvieron acogida en la ciudad. El éxito obtenido los hizo replantear el negocio y soñar con la posibilidad de convertir a la empresa en una marca internacional.
“El desarrollo no fue fácil, con la colaboración de mi hermano Víctor avanzamos con el desafío y logramos obtener resultados más que satisfactorios, pulimos el procedimiento, y entre los dos diseñamos la estrategia para llevarlo adelante. Fue así como decidimos poner todas las energías para poder crearlo”, comenta.
Líderes en exportación
Inicialmente, Exel centró su estrategia comercial en la distribución minorista. Sin embargo, el crecimiento de las exportaciones de cosméticos en los últimos años ha dado lugar al desarrollo de muchas empresas del sector.
Tras realizar una investigación de mercados, Tatiana Vargas, especialista del sector cosméticos y redactora para SuperGuapas, llegó a la conclusión de que la exportación de productos de perfumería y cosmética atraviesan un momento sin precedentes. “Prueba de ello es que este mercado experimentó un crecimiento récord del 10 % en 2018, lo que situó el valor de las exportaciones españolas de cosmética en 4.260 millones de euros. A esta tendencia se sumó el crecimiento de los canales online durante el confinamiento, siendo los segmentos de aseo e higiene personal los más significativos, con un incremento del 36 % de nuevos compradores”.
Con el objetivo de expandirse a los mercados globales, Biocosmética Exel encaminó sus primeras exportaciones a los Estados Unidos en el año 2000. Sin embargo, el proceso de exportación fue todo un desafío, ya que cada país tenía distintas barreras culturales y sanitarias.
En ese sentido, para poder ingresar a otros mercados, la empresa tuvo que adecuarse no solo a los requisitos y normativas que exigen las autoridades, sino también a los distintos hábitos de consumo, tipos de piel y geografías que impactan sobre la demanda del producto.
«Recuerdo una de las primeras exportaciones fuera de Latinoamérica, fue a Arabia Saudita donde tuvimos que cambiar la imagen del logo que teníamos en unos productos porque no estaban permitidos en ese país: se trataba de un producto corporal y la imagen delineaba el contorno del cuerpo de una mujer», explicó Héctor.
Presencia internacional
A la fecha, la empresa factura cerca de USD 2 millones y ha participado en las ferias de cosmética más importantes del mundo.
Sus productos están presentes en más de 20 países: Italia, Inglaterra, Ucrania, China, Arabia Saudí, Estados Unidos, Canadá, Chile, Ecuador, Bolivia, Puerto Rico, Panamá, República Dominicana, Venezuela, Nicaragua, Perú, Costa Rica, Colombia, España, entre otros.