Cinco ciudadanos chaqueños que eran explotados, tratados como esclavos y reducidos a la servidumbre en un campo de algodón de Santiago del Estero, fueron rescatados el miércoles por la Policía tras la denuncia de la madre de uno de los jóvenes.
Los damnificados estaban trabajando en una estancia de cosecha de algodón de la empresa Balsuar de la vecina provincia, ubicada a unos 25 kilómetros de la localidad de Malbrán.
La Policía logró rescatar a los jóvenes de 22, 28, 31, 33 y 43 años, todos oriundos de Tres Isletas.
Posteriormente, fueron traslados hacia la ciudad de Pinto, para ser examinados por el médico del hospital zonal.
Uno de los trabajadores rurales, el de 28 años, contó que vino a esta zona a trabajar como pisador de algodón, con el contratista, un hombre apodado «Archi», de 52 años.
Además, señaló que estaban hace dos meses (desde julio), que comenzaron primero trabajando en el establecimiento Los Cachorros (en la zona rural de Bandera), donde estuvieron por 10 días y dormían en un acoplado.
Luego, los llevaron a otro campo llamado Los Pirinchos (en la zona de Guardia Escolta). Allí, pernoctaban en una tapera. Posteriormente, trabajaron también en el establecimiento La Aurora, en Casares. Cuando estaban allí, lo llevaban algunas veces al campo Los Paraisos (en la zona rural de Villa Unión). En ese lugar estuvieron hasta el 23 de agosto, para más tarde llevarlos hasta el establecimiento El Trébol (en la zona rural de Malbrán), donde terminaron la campaña el 7 de septiembre.
En ese momento, tuvieron un problema con «Archi», ya que ponía excusas para pagarle los días de trabajo, manifestándole que se había prendido fuego la oficina de la empresa Balsuar SRL, que consumió papeles y dinero.
Esta persona, al ver que el trabajador al igual que sus compañeros le solicitaba que les pagara la totalidad de los días trabajados, los amenazaba que si no se iban del campo los iba hacer meter presos.
Ante esta situación, todos ellos comenzaron a dar conocimiento a sus familiares del Chaco, quienes acudieron a la Policía en busca de ayuda.
Asimismo, contaron que las condiciones en las que estaban eran malas, ya que improvisaban una carpa para dormir, construida con nylon y palos; no tenían baño, y en cuanto a la comida solo tenían la cena. Además, les quedaron debiendo, aproximadamente, un monto de $ 4.300.000 por toda la campaña.