En el marco del 28 de Septiembre, día de Acción global por el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, Mumalá acercó un reporte de muertes por abortos inseguros recabados a partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones y portales especializados.
«Son también las historias de las mujeres, madres, hermanas, vecinas, hijas; víctimas de profundas desigualdades materiales y simbólicas que fallecieron y no tuvieron pleno acceso a su derecho a la salud no reproductiva. Apelando a mantener vigente su memoria y además alertando sobre la situación del aborto legal en los pocos meses del gobierno de Javier Milei, se vuelve a atentar contra la salud, la vida y la libertad de mujeres y personas con capacidad de gestar», indica.
Betiana Cabrera Fasolis, directora del observatorio nacional MuMaLa agregó “Sabemos que lamentablemente no son los únicos casos, la ilegalidad de la práctica no permitía ni la visibilización, ni estadísticas que reflejen la complejidad del problema, pero queremos recordar que la ilegalidad se cobró vidas y que conquistamos una ley que en los pocos años que tiene redujo la mortalidad materna. Pero tenemos que seguir trabajando porque aún no se han derribado barreras de acceso a la salud y además el gobierno de Javier Milei ataca y desfinancia los pilares de estas políticas de salud que son la provisión de métodos anticonceptivos, de métodos para prevenir ITS, de medicamentos para garantizar la interrupción voluntaria, del Plan ENIA para prevenir embarazo adolescente y de la ley de educación sexual integral”.
Morían mujeres por abortos inseguros y clandestinos
Era una de las principales causas de mortalidad y morbilidad materna, es decir internaciones
hospitalarias, infecciones, cirugías, secuelas, etc¹ . De acuerdo a datos del Ministerio de Salud de la Nación, desde el regreso de la democracia hasta 2016, se registraron 3.040 muertes
de mujeres por embarazos terminados en aborto. Entre 2018 y 2020, los años previos a la
sanción de la ley 27.610 durante los cuales el debate por este derecho se instaló en el Congreso, en las calles y en las casas, el Observatorio Nacional de MuMaLá registró 15 historias
de mujeres muertas tras abortos realizados de manera casera, oculta, en ámbitos inseguros,
sin información y con miedo². La mayoría de ellas ya era madre (67%), algunas tenían entre 4
y 7 hijos e hijas.
La muerte de estas mujeres dejó huérfanos/as a 28 niños, niñas y adolescentes. Eran adultas, su promedio de edad es de 31 años. Al menos cuatro utilizaron el método inseguro más
antiguo para abortar: el tallo de un perejil. Varias padecieron hemorragias durante días sin
acudir a asistencia médica, por miedo a que las denuncien, las judicialicen, las maltraten, “al
qué dirán”, a la condena social.
Fundamentamos en todos los años previos a la conquista de la ley, que era imprescindible
avanzar con el derecho a abortar de manera segura, legal y gratuita, no sólo por ser un relevante problema de salud pública, sino porque también significaba un hecho de injusticia
social: si bien el aborto voluntario era ilegal para todas las personas gestantes, solo aquellas
de menores recursos económicos y acceso a la información fallecían
Fotos: Osvaldo Ramírez.