El sector panadero atraviesa una de las crisis más profundas de los últimos años. Según datos de la Federación Provincial CIPAM, las ventas de pan y productos derivados cayeron un 53% en lo que va del año, obligando al cierre de casi 400 panaderías .
Esta situación, calificada como «crisis histórica» por los referentes del sector, es atribuida al aumento sostenido en el precio de las materias primas y la imposibilidad de trasladar esos costos al consumidor debido a la caída en la demanda.
Martín Pinto, secretario de CIPAM, advirtió sobre el impacto devastador de esta crisis: «Nunca vivimos algo así, ni siquiera en el estallido del 2001. Las ventas de pastelería y otros productos cayeron entre un 78% y un 80%». Además, expresó su preocupación por la falta de una recuperación palpable en el rubro, a pesar de los indicadores oficiales que muestran mejoras en otros sectores. «Cada día vemos cómo una pyme cierra sus puertas. Es una realidad que no podemos ignorar», concluyó.
En este contexto, el pan dulce, un clásico de las fiestas de fin de año, refleja la gravedad del problema. Según Gastón Mora, de la Cámara de Panaderos, los precios de este producto oscilan entre $20.000 y $40.000 dependiendo de su elaboración y la cantidad de ingredientes. «El costo de las materias primas es exorbitante: $17.000 el kilo de cajú, $20.000 el kilo de almendra, $13.000 el de nuez. Esto hace que el pan dulce sea cada vez menos accesible para las familias», detalló Mora.
Raúl Santoandre, presidente de la Federación Industrial Panaderil de Buenos Aires, añadió que algunos comercios han comenzado a vender pan dulce por rodajas debido a la baja demanda. «El pan dulce artesanal elaborado fresco cuesta entre $20.000 y $25.000 el kilo, pero la gente busca alternativas más económicas. Es un panorama crítico», aseguró.
Con la llegada de las fiestas, los consumidores enfrentan un escenario de precios récord que impacta directamente en la mesa navideña.