La empresa belga Deme, una de las interesadas en la licitación para el dragado y mantenimiento de la hidrovía Paraná-Paraguay, sumó ayer una nueva denuncia contra el pliego del Gobierno advirtiendo que el Ejecutivo favorece a la actual concesionaria, Jan de Nul en el proceso abierto para la administración de la vía fluvial.
Según la firma, los requisitos establecidos otorgan ventajas al operador vigente y derivarán en un incremento de costos para las exportaciones, afectando a un sector clave de la economía nacional.
CRÍTICAS A LAS CONDICIONES DEL PLIEGO
En un comunicado, Deme enumeró ocho puntos en los que considera que la licitación está diseñada en beneficio de Jan de Nul.
Entre los principales cuestionamientos, destaca el corto plazo para la presentación de ofertas, la exigencia de un calado máximo de ocho metros sin justificación técnica y un sistema de puntaje que favorece a empresas con experiencia previa en la concesión.
Además, critica la exclusión de Uniones Temporales de Empresas (UTE) y la exigencia de experiencia en Argentina, lo que limita la participación de nuevos competidores internacionales.
JUDICIALIZACIÓN Y RECHAZO DEL RECURSO
Ante estas irregularidades, Deme presentó un recurso judicial para suspender el proceso, pero el juez contencioso administrativo Enrique Lavié Pico desestimó la medida.
La firma anunció que apelará la decisión una vez finalizada la feria judicial.
Mientras tanto, el Gobierno prevé revelar la lista de empresas candidatas en los próximos días.
OTRAS EMPRESAS CUESTIONAN EL PROCESO
Las críticas a la licitación no provienen únicamente de Deme, ya que empresas como Rohde Nielsen (Dinamarca) y Boskalis (Países Bajos) también se manifestaron en contra de los términos establecidos.
Entre los potenciales competidores figuran Van Oord (Países Bajos), mientras que la empresa china Shanghai Dredging quedó excluida, debido a restricciones a firmas con participación estatal.