El presidente de la Sociedad Rural del Chaco, Marcos Pastori, entrevistado por Radio Libertad, señaló que, pese a la expectativa de una mejora en 2024, la situación climática se agravó desde diciembre, profundizando la crisis en el campo.
Recalcó que la sequía extrema, que ya lleva más de cinco años, ha generado un impacto devastador no solo en la ganadería, sino también en la agricultura y en las economías regionales.
Además, confirmó que la Sociedad Rural del Chaco, junto con la Confederación de Sociedades Rurales de Chaco y Formosa (Cha-For) y la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), ha solicitado al gobierno una reducción de impuestos para aliviar la carga financiera.
-La Mesa Ejecutiva de la Confederación de Sociedades Rurales del Chaco y Formosa (Cha-For) presentó un pedido.
-Nosotros estamos dentro de Cha-For, somos una de las rurales que conforman la Confederación de Cha-For, Chaco-Formosa, así que estamos totalmente de acuerdo con esta iniciativa. Nuestra entidad madre, que nos nuclea, abarca ambas provincias y varias rurales, así que estamos en esa lucha y en ese camino.
La otra vez creo que lo comentaba: habíamos empezado la primavera del año pasado, 2024, con la esperanza de que la situación cambiara después de cuatro o cinco años de sequía.
Sin embargo, a partir del 15 de diciembre, realmente fue otra vez un desastre hasta ahora. Una cosa es contarlo y otra muy distinta es vivirlo todos los días, como lo hacemos nosotros en el campo. No afecta solamente a la ganadería, que es a lo que me dedico especialmente, sino a toda la actividad del sector: agricultura, economías regionales… todo es un desastre.
-Uno cree que si llueve donde está, llueve en todos lados, pero no es así.
-No, no, no. Hay lugares donde no ha llovido nada, absolutamente nada. Y hay lugares donde sí se han registrado algunas lluvias, como decís vos, de 30, 40 o 50 milímetros, pero ante la brutal sequía que venimos sufriendo, eso apenas cambia un poco el color del pasto, ¿viste? Pero no alcanza para generar volumen de forraje ni recuperar el agua de los suelos.
Las grietas que hay en las cañadas son realmente impresionantes. En esta charla podemos contarlo, pero otra cosa es verlo todos los días.
QUITA DE IMPUESTOS
-Desde Cha-For, ¿qué le piden al Gobierno? ¿Quita de impuestos, ayuda económica?
-Mirá, te voy a decir lo que siempre pedimos. La ayuda económica es algo que sabemos que la provincia, el norte y el país entero están atravesando una situación difícil. Pero con una quita de impuestos o, al menos, un alivio fiscal para el productor, la situación sería más llevadera. No pedimos la eliminación total de los impuestos, pero sí un respiro.
Más allá de que sabemos que la cuestión climática no la podemos manejar y que convivimos con inundaciones y sequías, el problema es que a esto se suma una carga impositiva enorme. Además, hay algo muy importante que no podemos dejar pasar: todos los insumos y costos de producción -logística, equipamiento, alimentación, etcétera- están dolarizados, mientras que lo que producimos y vendemos es en pesos.
Esa disparidad afecta muchísimo al productor, especialmente al pequeño y mediano, que son los más perjudicados.
Obviamente, los grandes productores también tienen sus problemas, porque a mayor escala, mayores son los desafíos. Sin embargo, ellos pueden tener algún recurso para sobrellevar la crisis, cosa que los pequeños y medianos no.
«Los costos siguen subiendo»
-Además, recientemente hubo un aumento considerable en el precio de la carne. ¿Ese aumento los benefició a ustedes o solo afectó a otra parte de la cadena?
-No, todavía al productor ese aumento no le llegó. Nosotros vendemos el animal en pie, y ese aumento todavía no se reflejó en nuestros ingresos. Hubo un pequeño incremento en la primera semana de diciembre, pero después de las fiestas volvió a los precios anteriores.
Ahora, esta semana, se anunció otro aumento en el precio de la carne, pero en lo que respecta al ganado en pie, seguimos con los mismos valores que en noviembre. Para que te des una idea, los precios están estables en ese nivel. Obviamente, los costos siguen subiendo.
El combustible aumentó un poco, pero incluso un 1% de incremento repercute en la logística, porque todo se mueve en camiones, y eso termina afectando todos los costos de producción.