La organización ecologista Greenpace presentó este martes un escrito ante la Corte Suprema de Justicia, para denunciar la ilegalidad de las recientes actualizaciones de los Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos de Salta y Chaco, que permitirán el desmonte de casi 2 millones de hectáreas, avanzando sobre territorios indígenas y campesinos, y poniendo en riesgo la supervivencia del yaguareté en la región.
“La deforestación parece no tener límites. Los nuevos Ordenamientos de Bosques de Salta y Chaco no sólo son regresivos, sino que buscan legalizar crímenes ambientales en zonas que anteriormente estaban protegidas. La flexibilización de estas leyes es completamente ilegal, y pone en peligro la existencia de los bosques nativos, de su rica biodiversidad y de las comunidades que los habitan”, señaló Noemí Cruz, coordinadora de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Respecto a la nueva normativa forestal de Chaco, Greenpeace advirtió que la misma “permitirá el desmonte legal de cerca de 1.200.000 hectáreas, desprotegiendo corredores de conservación de grandes mamíferos como el yaguareté y “legalizando” las recategorizaciones prediales, (…) que ya habían flexibilizado de manera irregular al Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos original. En ese sentido, la nueva zonificación redujo un área clave en términos de corredores de conservación como lo es la zona lindera al Parque Nacional Copo y las Reservas provinciales Loro Hablador y La Pirámide”.
Finalmente, la organización ecologista señaló que “las recientes actualizaciones de los Ordenamientos Territoriales de Bosques Nativos (OTBN) de las provincias de Salta y Chaco no reflejan en sus zonificaciones lo establecido por los científicos y ponen en serio riesgo la supervivencia del yaguareté en el Gran Chaco argentino”.