El diputado provincial del Partido Justicialista, Rodrigo Ocampo, entrevistado por Radio Libertad, subrayó la importancia de una política que priorice la cercanía con la ciudadanía, el compromiso real con sus necesidades y una transformación social efectiva.
Indicó que la nueva política no puede limitarse a la gestión burocrática ni a la disputa partidaria, sino que debe estar en contacto permanente con la gente, escuchando sus demandas y ofreciendo respuestas concretas a problemas cotidianos.
En este sentido, enfatizó que su labor legislativa se ha basado en la creación de leyes e iniciativas que beneficien a sectores históricamente desprotegidos, y su esfuerzo por abordar problemáticas estructurales que afectan profundamente a la provincia, como la inseguridad y el endeudamiento de las familias chaqueñas.
-Termina su mandato este año. ¿Qué balance puede hacer?
-Hemos presentado más de 100 leyes, más de 500 resoluciones y trabajado con más de 200 instituciones con las cuales hemos podido avanzar en compromisos que asumí cuando fui candidato y que pude cumplir. Ya sea por reconocimientos o por determinados beneficios que consiguieron algunas instituciones, es muy positivo que eso suceda.
Planteamos una agenda legislativa distinta, y eso lo había propuesto desde el primer día, desde el inicio de la gestión, porque creo que mi generación tiene que poder patear el tablero y empezar a discutir las cosas que los chaqueños y las chaqueñas plantean por fuera, muchas veces, del debate político.
Doy un ejemplo concreto: haber impulsado dentro de la Legislatura leyes en beneficio de los inquilinos y de sectores muy vulnerables, como las personas en situación de calle. Antes no había ninguna legislación que las amparara y, a partir de una ley que conseguimos, eso empezó a modificarse, incluso con un cambio de gobierno que sigue respetando la legislación. Para nosotros, es positivo que eso suceda.
Además, logramos un cambio en el perfil legislativo en relación con el turismo. Un ejemplo de ello es la creación de la ruta 7, que llamamos «la ruta del trabajo», y que sancionamos como ley. Para nosotros, es un aporte interesante para transformar la manera de pensar el turismo interno, de la mano del turismo estudiantil y ambiental.
Creo que muchas de las leyes que impulsamos nos permitieron conectar con sectores de la población que estaban fuera del debate político de la Legislatura. Para mí, ese es el valor agregado que podemos incorporar a los debates más importantes.
Después, por supuesto, hay una muestra concreta de lo que hicimos, sobre todo el año pasado. Creo que el símbolo de todo lo logrado en esta nueva etapa, en la que ya no somos oficialismo sino oposición, es el coraje de poder enfrentar ciertas discusiones, con todo lo que eso significa. Muchas veces, el gobierno plantea debates casi como un River-Boca cuando se trata de discutir tarifas, inseguridad o las posibilidades de los chaqueños de defender su bolsillo en un contexto de crisis.
En todos los debates en los que participamos y en todas las leyes que logramos avanzar, demostramos de qué lado estamos: del lado de la gente, del lado del pueblo. Algo muy distinto a lo que hacen otros diputados que, con el cambio de gobierno, modificaron su postura por miedo a quedarse lejos del «calorcito» de la Casa de Gobierno. Nosotros logramos hacer algo distinto.
Así que el balance es positivo, no solo por las leyes que presentamos, sino también porque pudimos demostrar que nuestra generación está preparada para discutir grandes temas en la provincia. Ese era, en algún punto, el primer desafío que planteamos allá por 2021, cuando iniciamos esta etapa.
«Hay una cercanía distinta con la sociedad»
-En su momento, puso una cajita de preguntas en su Instagram. Me pareció muy bueno ese método de dialogar con la gente.
-Sí, lo que cambió es la política chaqueña, y creo que hay que tomar nota, registrarlo y actuar en función de eso. Antes, la cercanía era una opción, no una necesidad.
Había muchos dirigentes políticos a los que nadie les conocía la voz o que ni siquiera estaban en los ámbitos más cotidianos: en una cancha, en un cine, en una plaza. Nuestra generación rompió ese molde. Creo que hoy hay una cercanía distinta con la sociedad.
En mi caso, estoy recorriendo permanentemente la provincia, pero también Resistencia y Barranqueras, que es la ciudad donde vivo. Me llama mucho la atención que la gran mayoría de los vecinos y vecinas se acercan.
Nosotros estamos decididos, o al menos yo me siento decidido, a construir algo distinto, mucho más cerca de la gente.
«El 65% de los chaqueños está endeudado»
-Siempre hago el mismo chiste, aunque no es gracioso: antes se decía «no llego a fin de mes»; ahora, ni siquiera al día 10.
-El 65% de los chaqueños está endeudado en rojo con la tarjeta de crédito. Lo que les ingresa en los primeros días del mes en su homebanking se va automáticamente a pagar la tarjeta, y solo les queda una parte mínima para ordenar el resto del mes.
Entonces, vuelven a recurrir a la tarjeta, entrando en una espiral sin fin. Para mí, esto hay que abordarlo en serio. No solo porque genera morosidad, que en muchos casos se convierte en un problema judicial, sino también por el nivel de estrés, angustia y ansiedad que provoca en las familias.
Esto muchas veces se traduce en más violencia intrafamiliar, en la depresión de los jóvenes y, por qué no, de padres y madres que no saben cómo enfrentar la situación.
«Los problemas de inseguridad
son transversales»
-La gente necesita que la escuchen y, obviamente, que se gestione y se resuelvan sus problemas.
-Sí, principalmente eso. Creo que hay que escuchar de manera atenta, activa y responsable, para que los problemas que nos plantean se conviertan, al menos, en un principio de solución. Un ejemplo concreto: la agenda de seguridad es un tema que me moviliza mucho.
En otro momento, se decía que era una agenda de izquierda o de derecha. Pero la realidad es que los problemas de inseguridad son transversales, sobre todo en sociedades empobrecidas, que han visto retroceder su poder de consumo y su calidad de vida.
Hoy, una familia con un ingreso menor a $1 millón es una familia pobre. Muchas familias chaqueñas que antes pertenecían a sectores medios ahora son sectores empobrecidos. Cuando sufren un robo o algún otro delito, es evidente que el Estado debe encontrar soluciones.
Se vienen otros desafíos, como el de las tarifas. Hay que alinear las tarifas con los salarios, y eso no solo debe discutirlo el oficialismo, sino también la oposición. Incluso en cuestiones tan sensibles como el acceso al agua: hoy en la provincia hay sectores de la población que dependen de que el municipio les lleve una manguera para llenar el tanque de su casa.