Aldo Kastón se refirió al índice de inflación de febrero y señaló que, si bien la estabilidad es positiva, el nivel actual sigue siendo preocupante.
«Siempre que hay estabilidad es beneficioso, pero la verdad es que un 2,4% de inflación sigue siendo muy alto para un país. El problema de la inflación es que no genera consumo. Bajarla está bien, pero no se está propiciando el consumo», sostuvo.
En este sentido, advirtió sobre la caída de ventas y el impacto en la actividad económica. «Con la cantidad de gente que está quedando en la calle, la baja en las ventas y en la calidad del consumo, es lógico que la inflación esté en estos números. Pero el problema es que no se genera un repunte en el consumo», afirmó.
«La famosa V corta no se dio»
Kastón también se refirió a la expectativa de una rápida recuperación económica, desestimando esa posibilidad. «La famosa V corta de la que se hablaba no se dio. Es más, ni siquiera se aplanó, sigue cayendo», explicó.
El dirigente industrial compartió su experiencia tras consultar a colegas en Buenos Aires. «Los que mejor están es porque han incorporado actividades que en algunos casos no tienen nada que ver con lo que hacían.
Si no lo hicieran, ya habrían cerrado», detalló.
Asimismo, describió las dificultades que enfrenta la industria para sostener la producción: «Está muy difícil sostener la actividad. No hay consumo, es simple.
Primero, la gente cambió sus hábitos de compra, pasó de primeras marcas a segundas y terceras. Ahora, directamente, redujo el consumo al mínimo indispensable».
«El Estado se está pegando un tiro en el pie con la importación»
Consultado sobre la apertura de importaciones, Kastón fue crítico y alertó sobre sus consecuencias. «Al no haber actividad acá, tampoco hay impuestos locales.
El Estado mismo se está pegando un tiro en el pie con la importación, porque según ellos van a reducir los impuestos a la importación, pero entonces, ¿cómo se va a sostener el Estado?», cuestionó.
En este sentido, planteó interrogantes sobre el impacto en la infraestructura pública. «¿Cómo van a hacer con las obras públicas, las rutas, el agua, la energía? No nos olvidemos lo que pasamos estos últimos meses con la energía en el Chaco.
Se tranquilizó un poco porque cambió el clima, pero si volaba un transformador a 200 kilómetros, repercutía en toda la provincia», sostuvo.
La obra pública como motor del consumo
Para el dirigente industrial, la clave para recuperar el consumo está en la reactivación de la obra pública. «Es un motor de producción terrible porque moviliza dinero de inmediato y genera actividad en las ciudades.
Si se frena, lo primero que se destruye es la industria local. Traen todo importado y eso termina afectando a la producción nacional», explicó. Además, advirtió sobre el impacto en el poder adquisitivo de los consumidores.
«Al principio, la gente cambió las primeras marcas por segundas y terceras, pero ahora está reduciendo sustancialmente el consumo en general», observó.
La crisis en el Parque Industrial de Tirol
Por otra parte, Kastón describió el impacto de la crisis en la actividad productiva. «Todo está muy deprimido. En general, toda la actividad se ha caído. Lo vemos en los supermercados, en las tiendas, en el consumo de la ciudad.
Ayer estuve en Buenos Aires y mis colegas coinciden en que la situación es la misma en todas partes», dijo.
El empresario también advirtió sobre los costos crecientes que enfrenta el sector. «Pasamos de pagar $90 mil de luz hace un año a pagar $900 mil ahora», señaló.
Consultado sobre los servicios en el parque industrial de Tirol, reconoció que hubo mejoras en el abastecimiento de agua, aunque con algunos problemas puntuales. «Con la energía eléctrica, en cambio, la situación es más compleja. Se tranquilizó un poco porque bajó la temperatura, pero sigue siendo una cuestión grave. No podemos crecer si los costos son imposibles de afrontar y, además, no hay demanda», explicó.
Sobre el panorama industrial en la provincia, Kastón señaló que «el fuerte de la producción chaqueña es la exportación de granos, pero viene en franca caída».
Además, remarcó la crítica situación del agro: «Si miramos las imágenes aéreas de la producción agraria, el deterioro es tremendo debido a la sequía. Es una situación dramática».
Respecto al suministro de gas en el parque industrial de Tirol, Kastón confirmó que «hay gas natural, aunque no todas las industrias lo están utilizando». A su vez, indicó que «las empresas que instalaron gas han tenido muy buenos resultados» y aclaró: «El suministro proviene del sur, porque el anillo norte todavía no se cerró».
En relación a los beneficios fiscales para el sector industrial, Kastón confirmó que «siguen vigentes los incentivos por diez años para las nuevas industrias que se instalen en la provincia».
Sin embargo, advirtió: «Lo que necesitamos es que los gobiernos se alineen y comiencen a generar consumo. Las industrias crecen cuando hay demanda. Si no hay consumo, no importa qué tan buena sea la empresa, porque no hay mercado».
«Un paro nunca beneficia a la producción»
Sobre la posibilidad de un paro general anunciado por la CGT antes del 10 de abril, Kastón opinó: «Hace mucho que no sabemos nada de la CGT a nivel nacional. Un paro nunca beneficia a la producción. Encima que estamos mal, perder un día de trabajo es un problema».
Sin embargo, reconoció que «el país está probando un nuevo modelo económico, pero esta forma de gobernar no es buena».
En cuanto a la situación laboral del sector industrial en el Chaco, el empresario fue contundente: «Indefectiblemente, hubo despidos. No tengo cifras exactas, pero el sector ha reducido personal porque si no producís, no podés sostener el plantel de empleados».
Además, confirmó que en el parque industrial de Resistencia «está todo parado y ha habido cierres de empresas». En ese sentido, explicó que «las industrias se ven obligadas a achicar su producción para poder vender lo poco que se consume y seguir existiendo hasta que la situación se reactive».
Finalmente, Kastón hizo un llamado a la responsabilidad de los dirigentes políticos: «El sector necesita que el Gobierno comience a tomar decisiones para reactivar el consumo.
Si no hay consumo, la industria no tiene forma de crecer». Y concluyó con una crítica a la gestión nacional: «Esta forma de gobernar no es la correcta. No podemos seguir así».