l senador nacional por Corrientes y presidente del bloque de la Unión Cívica Radical, Eduardo Vischi, wentrevistado por Radio Sudamericana, cuestionó duramente el proceso de designación de jueces a la Corte Suprema.
Consideró que la falta de planificación, diálogo y previsión generó un escenario caótico, que tiró por tierra cualquier posibilidad de consenso
El legislador subrayó que el principal problema no fueron los candidatos propuestos, sino el modo en que se condujo el proceso, criticó la falta de diálogo, el desconocimiento de los tiempos parlamentarios y alertó sobre la existencia de más de 170 pliegos detenidos, mientras siguen vacantes alrededor de 200 cargos judiciales, sumado a la falta de definición en cargos clave como el Procurador General o el Defensor del Pueblo.
Así transcurrió parte del diálogo.
-Eduardo Vischi, senador nacional, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical.
- Queda una sensación de angustia de un proceso que debió ser virtuoso: la designación de dos jueces de la Corte, para integrar, para que quede normalizada, para que tenga su funcionamiento como corresponde el principal órgano o institución de justicia que, además, es un pilar fundamental de la República. Y la verdad que, a mi criterio —y fue lo que expuse en el recinto el jueves—, una seguidilla de malas acciones, no sé si adrede o por inexperiencia por parte del Gobierno, llevó a un proceso que terminó tirando por tierra la posibilidad de que esto ocurra. La verdad que no sé si los candidatos iban a lograr o no, con otra metodología, la posibilidad de ser elegidos, pero sin lugar a dudas me parece que falló desde antes de ingresar los pliegos, como a mi criterio debería haber ocurrido otro tipo de forma de llevar adelante.
«CANSÓ LA FORMA»
-¿Me está diciendo que en realidad acá no estamos hablando de que se rechazó a García Mansilla o se rechazó a Lijo?
- Así es. Me parece que lo que cansó fue la forma y, fundamentalmente, el proceso. Y convengamos que cuando llegaron los pliegos al Senado, ni siquiera los mismos senadores de La Libertad Avanza sabían quiénes eran los miembros, los postulantes. Tal es así que uno de ellos, Paoltroni, abandonó el bloque; hasta criticó tanto esto que fue expulsado del bloque. Entonces, me parece que si vos sos el Ejecutivo y tenés la posibilidad de saber esto, que puede ocurrir, bueno, mínimamente lo primero que hacés es tantear cuál es la situación de lo que vas a mandar. Esto evidentemente no ocurrió: mandaron sin avisar. A partir de ahí empezó todo un derrotero realmente complejo que, además, tuvo una reacción por parte del Ejecutivo que generó más problemas todavía, como es la designación de ambos jueces en comisión, como lo hizo. Y eso, verdaderamente, me parece que, si había alguna posibilidad de alguno de los candidatos, terminó echando por tierra esa posibilidad.
-¿Qué es lo que cansó? - La falta de diálogo, la falta de entendimiento, la posibilidad de discutir entre todos qué justicia queremos. No nos olvidemos que la mayoría de los pliegos que están todavía, que los tiene el Ejecutivo, faltan enviarlos al Senado para poder cubrir vacantes. El año pasado el Consejo de la Magistratura envió 96 ternas para cubrir vacantes en los juzgados, que se suman a alrededor de casi 90 pliegos que también tiene el Ejecutivo, que había retirado ni bien ingresó al Gobierno, los retiró del Senado y no los volvió a enviar. Hoy tiene alrededor de 174 pliegos para enviar el Ejecutivo al Senado para aprobar, cuando hay 200 y pico de vacantes. Entonces, me parece que tenemos que discutir todo. Falta también la designación de un Procurador, la designación del Defensor del Pueblo. Me parece que sería importante que el Gobierno nos diga cómo quiere encarar este proceso, qué tipo de justicia nos merecemos, qué inversión va a tener, qué piensa, por ejemplo, del presupuesto para la Corte o para la Justicia en general, cómo se va a llevar adelante.
«No tenemos muchas respuestas»
-¿Qué dice el oficialismo cuando ustedes plantean esto?
- No tenemos muchas respuestas. De hecho, nosotros le habíamos aconsejado previamente, poco antes del año pasado, después de lo que fue el fallido intento de una sesión que se sabía que no iba a tener el acuerdo, y por eso se trató de no hacerla, para darle un tiempo al Gobierno para negociar o hablar o buscar algún tipo de entendimiento. Teniendo en cuenta que la Constitución misma dice que necesita los dos tercios. Cuando la Constitución te ordena eso, es porque te está mandando a hablar, a dialogar. Y entonces, como no se daba, planteamos el retiro y empezar de nuevo. Se retiran los pliegos. Pero no es una cosa descabellada. Ya en otra oportunidad hubo otros presidentes que enviaron pliegos y, obviamente, en el diálogo se dieron cuenta de que no iban a tener acuerdo y los retiraron. No es un error, no es un problema. Es una mirada distinta de cómo se hacen las cosas, que evidentemente este Ejecutivo no lo tiene.
«Hay procesos que no están bien»
-¿Hasta dónde llega el cansancio con el Ejecutivo?
- Nosotros hemos sido muy colaboradores del Gobierno todo este tiempo. Hemos ayudado en todo lo que pudimos. Pero convencidos de que muchas de las cosas que el Gobierno encara son las cosas que hay que hacer en este país. No solo es por colaborar, sino porque creemos que hay cambios que eran necesarios y que este Gobierno lo estaba llevando adelante, y por eso veníamos colaborando. Hay cosas que no, hay procesos que no están bien. Y bueno, como siempre dijimos, lo que está bien vamos a acompañar, y lo que no, lo diremos. Pero además, no desde el punto de vista de que si algo no está bien, salir a ventilarlo a los cuatro vientos, sino primero hacerle saber al Gobierno, buscarle algunos cambios. Y en este caso lo que cansó es que lo planteamos de distintas formas, y bueno, cansó que el Gobierno quiso seguir igual o avanzar igual cuando le dijimos cuál iba a ser el resultado. Pero, fundamentalmente, porque el resultado iba a tener un impacto muy difícil de entender en cuanto a la inversión y a la economía. O sea, le hace retroceder o le hace daño al Gobierno y a la Argentina, en definitiva, esta situación como vimos que pasó.
«La gente quiere que se dejen de peleas»
-¿Esta dinámica de gestión política está dada por personas determinadas, por quien pone el Gobierno a gestionar cada uno de los temas, o es una metodología del Gobierno?
- Me parece que es una metodología del Gobierno. Como todo, siempre seguramente hay alguien que al final es el que decide qué se hace y qué no se hace. Pero, sin importar quién es el que lleva adelante el proceso, me parece que es una metodología que ya tiene instalada. Esto de no estar la política y debilitar muchas veces las instituciones, me parece que eso tiene un límite. Y hoy la gente en la calle, cuando uno habla, se siente un poco ya abrumada o cansada del maltrato general, porque tampoco están los resultados. O sea, evidentemente pudo haber servido para una primera etapa, pero hoy la gente ya quiere que se dejen de peleas y se trate de resolver los problemas que tiene el país.