La inflación de marzo se habría acelerado en relación al dato de febrero, cuando el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó un 2,4% mensual. Si bien el dato oficial será publicado este viernes por el Indec, tanto los relevamientos privados como las estadísticas públicas ya anticipan una variación superior al 2,5%, impulsada principalmente por los aumentos en alimentos y bebidas.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, el IPC fue del 3,2%, con un fuerte protagonismo del rubro alimentos y bebidas, que trepó 4,7% y explicó más de 0,8 puntos del alza total. Este comportamiento fue replicado en distintas zonas del país, según consultoras privadas.
Según lo que proyectan las consultoras privadas, se estima una inflación de un 2,7%, con un incremento del 5,4% en alimentos. Las verduras y frutas encabezaron las subas, en parte por las lluvias que afectaron la oferta.
El aumento del costo de los alimentos sigue siendo el principal factor de presión sobre el índice general. Las consultoras coinciden en que los productos frescos, como frutas y verduras, se encarecieron más que el promedio, y que esta dinámica podría mantenerse en abril si no mejora la oferta.
A pesar de la política oficial de postergar aumentos tarifarios y de mantener estable el tipo de cambio, el avance de precios se resiste a bajar del umbral del 2%, y refleja que aún persisten presiones estructurales sobre la inflación.