El gobierno de Javier Milei recibió un feroz cachetazo con el dato de la inflación de marzo que se le descontroló al 3,7 por ciento y marcó el dato más alto desde agosto del 2024.
El Indec confirmó las previsiones de las consultoras privadas que venían adelantando que el dato de marzo sería malo. Pero el dato oficial terminó siendo peor que los pronósticos y marcó un revés muy fuerte para el principal logro que venía mostrando el gobierno.
El número de marzo es el más alto desde agosto de 2024 (4,2%) y es el primero en seis meses que está por arriba de 3 por ciento. Incluso dio por encima del índice porteño (3,2%) y el cordobés (3,3%).
Peor que el índice general es el dato del aumento de los alimentos, que en marzo se dispararon un 5,9 por ciento empujado por el aumento en la carne y las verduras. Esto implica un golpe directo a los ingresos de los sectores más bajos.
El salto de la inflación en marzo le quema a Milei el libreto de que la inflación es en todo momento y lugar un fenómeno estrictamente monetario, y que no volvería a subir porque se supone que el gobierno no emite.
Marzo fue el segundo mes consecutivo de suba, aunque la versión edulcorada del Ministerio de Economía es que bajó sustancialmente si se compara con marzo de 2024 cuando fue 11%.
En febrero, el pequeño salto a 2,4 por ciento había sido atribuido a la suba de la carne y Milei argumentó que si se limpiaba ese «efecto puntual» en realidad el índice era de 1,8%. Una suerte de inflación vegana. Pero el efecto no fue puntual y la carne volvió a subir fuerte en marzo.