Hindú Club, que venía de dos triunfos en fila, vio interrumpida su racha positiva el domingo por la noche al caer, como visitante, por 73-57 frente a Tokio, en Posadas (Misiones).
El Oriental se impuso 73-57 en el Jorge Yamaguchi y cortó una racha de cuatro caídas consecutivas. Con gran juego colectivo y figuras destacadas como Santiago González y Germán Frencia, los dirigidos por Ponissi volvieron a sonreír. El máximo anotador del juego fue Lucas Coronel, con 22 puntos.
Ahora, el Bólido Verde recibirá el jueves, a las 22, a Capri.
Desde el arranque, el partido se mostró parejo. Ambos equipos apostaron a ataques directos y defensas cerradas que trababan las acciones ofensivas.
Recién promediando el primer cuarto empezaron a destrabarse los circuitos, primero con un triple de Lucas Coronel para la visita y luego con la respuesta desde el perímetro de Gastón Araujo para Tokio.
Asimismo, el Oriental cerró el primer parcial 18-15 arriba, gracias a la potencia de González en la pintura. Ya en el segundo cuarto, Ponissi encontró la fórmula. Con Tabbia como organizador (cinco asistencias) y los gigantes González y Frencia imponiendo presencia en la pintura, Tokio comenzó a estirar diferencias.
Un triple del joven Moscoso estiró la ventaja a 30-21, y obligó a Hindú a pedir minuto. Sin embargo, Tokio continuó con Araujo y Barlocchi precisos desde afuera, cerró la primera mitad con una clara ventaja de 46-29.
El tercer cuarto comenzó con ambos equipos intercambiando triples, pero Tokio supo regular el ritmo y sostener la distancia. Con una defensa más cerrada y una rotación inteligente del balón, los locales limitaron las ofensivas de Hindú, que solo logró acortar la diferencia en tres puntos respecto al primer tiempo.
Al último descanso, Tokio seguía arriba 61-47. Los últimos 10 minutos sirvieron para confirmar el dominio del conjunto misionero.
Frencia fue clave en el goleo, asistido por González, Araujo y Rainero. Hindú ya no encontró respuestas y se fue quedando sin argumentos. Con el juego definido, Ponissi le dio rodaje a los juveniles, que cerraron el partido con actitud y oficio.
Un doble de Barlocchi puso cifras finales a una noche en la que todo funcionó para Tokio, que vuelve a soñar con remontar en la tabla.
