El economista Rubén Serruya, entrevistado por Radio Facundo Quiroga, analizó la situación económica nacional en el marco de las recientes medidas del Gobierno.
Subrayó que la modificación del sistema cambiario anunciada como una «salida del cepo» es apenas parcial, ya que los bancos aún no cuentan con los dólares físicos necesarios para operar libremente.
Además, explicó que la devaluación registrada fue del 14% sobre el dólar oficial, lo que impactará directamente en los precios y en el índice inflacionario del próximo mes.
Serruya alertó sobre la intención del Gobierno de modificar la metodología del índice de precios al consumidor, lo cual podría generar una subestimación de la inflación real que perciben los hogares.
Señaló que las remarcaciones de precios ya comenzaron, con aumentos del 10% que podrían llegar al 25%, especialmente en alimentos y productos esenciales que dependen de insumos como energía y combustibles.
En ese contexto, advirtió que sin una recomposición salarial urgente, el poder adquisitivo continuará deteriorándose.
-¿Cómo lo analiza usted a esta situación a nivel nacional?
-Sí, mirá, la verdad que hace bastante tiempo que las miradas están puestas o la política económica que está llevando adelante el gobierno nacional está centrada en todo lo que tiene que ver con el sector financiero. Si ustedes ven, estamos más preocupados o más atentos a todo lo que sucede con los bonos, las acciones, el riesgo país y demás, que en lo que tiene que ver con la economía real.
O sea, quedó como desatendido todo lo que tenga que ver con el desempleo, con la recomposición salarial, con las paritarias, con la política de industria, de la economía regional. O sea, hace bastante tiempo que se viene planteando una política económica tendiente a este sector.
En ese marco, una de las cuestiones que también venía siguiendo con mucha atención tenía que ver con el nuevo acuerdo con el FMI.
En ese marco del nuevo acuerdo con el FMI, el Fondo le plantea al gobierno nacional que, para realizarle los diferentes desembolsos de los recursos -en este caso, de los dólares-, tenía que modificar el sistema cambiario. Y ese sistema cambiario es lo que el viernes se modificó.
Y acá también quisiera explicar un poquitito las cuestiones, porque lo que dice el gobierno nacional es que se salió del cepo. El cepo es una restricción para la compra de dólares, básicamente.
Ahora, si uno se pone a pensar, esta semana hubo una salida parcial del cepo. ¿Por qué? Porque si bien vos podías comprar toda la cantidad de dólares que querías, podías hacerlo solamente a través de medios virtuales, si se quiere: a través de las apps, a través de home banking. Pero si ibas a querer retirar los dólares físicos por ventanilla en cualquier banco, solamente podías comprar USD100. Entonces, la salida del cepo yo la veo de forma parcial. Y esto tiene que ver con que los bancos, todavía con este nuevo sistema cambiario, no tienen los dólares físicos.
El Banco Central todavía no planteó, por ejemplo, cuál va a ser el encaje para los bancos privados. El encaje es como un dinero mínimo, ya sea en pesos o en dólares, que necesita el banco en caso de que exista una mayor demanda o que toda la gente -los clientes de los bancos- vayan a querer retirar dólares o vayan a querer retirar pesos. En este caso, estamos hablando de dólares. Entonces, hay una salida del cepo, pero una salida del cepo parcial.
Eso por un lado. Por otro lado, y que también me parece oportuno explicar, siempre cuando se sale del cepo, se sale sobre el dólar oficial. ¿Y por qué digo esto? Porque cuando te preguntan si hubo o no devaluación, lo que hay que mirar es qué pasó con el dólar oficial. Es el dólar oficial el que te plantea a vos si hubo o no devaluación.
En este caso, el dólar oficial pasó de $1.078, que estaba el viernes, a $1.230. Es decir, hubo una modificación de aproximadamente un poquito más del 14% en el dólar oficial. Ese es el monto de la devaluación. Entonces, eso es lo que va a tener efecto sobre los precios. Siempre las devaluaciones se dan sobre el dólar oficial.
En los dólares financieros y el dólar blue -que es un dólar ilegal, que está por fuera de los controles del Banco Central- en esta semana no hubo casi modificación. De hecho, bajaron. Si bien bajaron, tuvieron una modificación bajista, no se modificaron mucho.
Lo que sí se modificó fue el dólar oficial, que pasó de $1.078 a $1.230. Cuando nosotros veamos el mes que viene el índice inflacionario, vamos a ver que la mayoría de las remarcaciones de los sectores, de las distribuidoras, de varias empresas, o vamos a ver en los supermercados, vamos a ver que ya hay una remarcación que va a estar, básicamente, entre un 10% y un 15%.
Entonces, ahí está la cuestión de la movida o, si se quiere, esta nueva política cambiaria. Hay que ver qué es lo que sucede con la recomposición salarial, que va a ser una cuestión básica para lo que viene. Porque ya con esta devaluación del dólar oficial, el salario te queda muy por debajo de la inflación -que ya venía perdiendo- y ahora esto lo que hace es ahondar o profundizar esa caída o esa pérdida de poder adquisitivo, o poder de compra del salario.
«Se está planteando modificar el Índice de Precios»
-¿Está afirmando que se dio y se va a confirmar con el nuevo Índice Inflacionario una devaluación del 14%?
-Sí, así es, efectivamente. Pero además, nosotros nos desayunamos el día de ayer con que el ministro de Economía está planteando modificar el Índice de Precios. ¡Oh, casualidad! En un marco donde se produce la devaluación, dice que ya estarían muy avanzados los nuevos índices, la nueva elaboración de los índices inflacionarios, y que ya lo que está haciendo es abrir el paraguas.
Lo que está diciendo es que, con el nuevo índice, no te hubiese dado 3,7%, sino que te hubiese dado menos del 3,7%, cuando en realidad nosotros vamos al supermercado y vemos que hay una remarcación de los precios.
Entonces, si los precios están remarcados producto de la devaluación, o producto del aumento de costos o de tarifas, tiene un efecto directo sobre los precios. Porque en muchos de los alimentos, uno de los insumos tiene que ver con la energía, con el gas, con el agua; muchos de los alimentos también tienen insumos que plantean servicios. Y además, a eso hay que agregarle el combustible también, que tuvo aumento el mes pasado, y que se plantea que va a seguir incrementando.
El combustible es uno de los insumos básicos dentro del precio del producto. Por lo tanto, si aumenta el combustible, aumenta siempre el precio de los alimentos, sobre todo hablando de los alimentos en góndola.
Entonces, cualquier tipo de afectación que tenga que ver con los insumos de los productos, vamos a tener la incidencia o vamos a tener un incremento de los precios en góndola.
Esta devaluación que se produjo el viernes pasado -vuelvo a repetir- siempre se da sobre el dólar oficial, no sobre los dólares paralelos.
Esta devaluación, su consecuencia la vamos a ver el mes que viene, y seguro que, si no hay una recomposición salarial, vamos a profundizar esa caída del poder de compra.
Hablé el viernes pasado con algunas distribuidoras de alimentos y ya comenzaron a remarcar el 10%, y pensaban llegar a fin de mes a remarcar hasta el 25%. Imagínense eso, el efecto para los meses siguientes.
«Es un momento histórico dea caída de consumo interno»
-¿La profundización de la devaluación se va a continuar entendiendo las nuevas condiciones que impuso el FMI?
-Sí, yo creo que sí, y de hecho el presidente de la Nación, Javier Milei, y el ministro de Economía ya lo vienen planteando. Primero que todo, no hay una apertura al diálogo donde estén sentados los sindicatos, las empresas, el Estado, etcétera. O sea, las mesas paritarias no están funcionando. ¿Por qué? Y… porque a ellos no les conviene.
Nosotros estamos atravesando una coyuntura donde la economía se llama estanflación. O sea, tenemos estancamiento del producto bruto interno, si se quiere, de todo lo producido, que es autogenerado por el mismo gobierno, y eso es acompañado por un proceso inflacionario acelerado.
Podés decirme que hubo una desaceleración, pero fueron meses donde bajó la demanda, bajó el consumo, producto justamente de que no hubo una recomposición salarial. Si vos no tenés dinero en el bolsillo, por supuesto no vas a tener o va a disminuir tu consumo, y por lo tanto va a disminuir la producción, va a disminuir la oferta, etcétera. Eso, por supuesto, lo vamos a ver en una desaceleración de la inflación.
Ahora, con estas remarcaciones, no solamente vamos a tener una baja de la producción y de la oferta, sino también una profundización de la demanda y del consumo. Estamos atravesando un momento donde el consumo, ya por décimo quinta vez, bajó. Es decir, ya estamos atravesando un momento histórico de caída de consumo interno, estamos hablando en serio, además.
Entonces, en ese marco, el gobierno establece el salario mínimo, vital y móvil por decreto, y todos los ajustes salariales los hace por decreto. Es decir, por supuesto, si vos lo establecés por decreto, lo vas a fijar por debajo de la inflación, porque vas a estar licuando una parte de los ingresos o de las deudas del gobierno nacional con esa inflación.
Bueno, no solamente está licuando la deuda, sino que está licuando el salario de los trabajadores y trabajadoras. Yo no veo en el mediano plazo que se modifique esta política, y de hecho, creo yo que además de la modificación del sistema cambiario, el FMI le planteó al gobierno nacional reformas estructurales.
Una de las reformas estructurales básicas es la reforma previsional -es decir, aumentar la edad jubilatoria-, pero además de eso, una reforma impositiva y una reforma laboral. Esas tres reformas, que son reformas estructurales, le pidió el FMI para seguir bajándole los desembolsos.
Entonces, en el mediano plazo, yo creo que va a haber una profundización de la recesión, y creo que esto va a estar acompañado de una aceleración de la deflación y una pérdida de poder adquisitivo de los salarios.