Hasta el cierre de ayer, más de 100 mil personas ya habían desfilado frente a la capilla ardiente, ubicada en la Basílica de San Pedro para dar el último adiós al Papa Francisco.
Sin embargo, la despedida mundial al líder espiritual congrega a más de 1.500 millones de católicos.
En ese contexto, el presidente Javier Milei confirmó su viaje a Roma para asistir al funeral. «Es un evento extremadamente importante porque, le guste a quien le guste, el Papa ha sido el argentino más importante de la historia», declaró ayer el mandatario en una entrevista con Radio Rivadavia.
En ese tono, Milei consideró su presencia como un acto de responsabilidad institucional y cultural. «Estamos hablando de una persona de una envergadura enorme. Tuvimos el privilegio de que sea argentino y, como jefe de Estado, no puedo dejar de asistir a un evento de semejantes características, en especial siendo que la Argentina es un pueblo católico», expresó.
El jefe de Estado defendió la austeridad de la comitiva que lo acompañará al Vaticano, y preció que la misma estará compuesta por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el portavoz presidencial, Manuel Adorni; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; el canciller, Gerardo Werthein; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el secretario de Culto, Nahuel Sotelo.
«Es la comitiva más austera de la historia», sostuvo, en respuesta a cuestionamientos sobre los gastos del viaje, y remarcó que su objetivo principal es representar «con altura a los argentinos», a quienes, «el Papa les resultaba un líder impresionante».
UNA RELACIÓN
TENSA Y CAMBIANTE
El vínculo entre Javier Milei y el Papa Francisco ha estado marcado por tensiones públicas, desacuerdos ideológicos y declaraciones controversiales. Antes de llegar a la Presidencia, Milei fue un crítico acérrimo del pontífice. En 2020, durante una entrevista, calificó al Papa como «el representante del maligno en la Tierra» y lo acusó de impulsar el comunismo, lo que, en su opinión, contradice «las sagradas escrituras».
En 2022, cuando aún era diputado, volvió a atacar al sumo pontífice a través de las redes sociales. La crítica se originó tras unas declaraciones del Papa en defensa de los impuestos como herramienta para proteger a los pobres.
Milei respondió en su cuenta de X con una comparación irónica y violenta, que ya no está disponible en su perfil: «Siempre parado del lado del mal. Si a alguien le da un ataque de caridad y sale con una pistola a robar para financiarlo ¿lo bendecís?».
La relación se mantuvo distante incluso hasta 2023. En septiembre de ese año, durante una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson, Milei renovó sus cuestionamientos al líder católico. «El Papa juega políticamente.
Tiene una fuerte injerencia política y ha demostrado, además, una gran afinidad con dictadores como Castro o Maduro», afirmó. Agregó que el Pontífice «es condescendiente con todos los de izquierda, aunque sean verdaderos asesinos».
También puso en tela de juicio el concepto de justicia social promovido por Francisco, al considerarlo «muy complicado».
DEL ENFRENTAMIENTO A LA APERTURA DIPLOMÁTICA
Pero la elección presidencial de noviembre de 2023 marcó un punto de inflexión en la relación entre Milei y el papa Francisco. Tras su triunfo electoral, el entonces presidente electo se comunicó telefónicamente con el pontífice. A partir de esa conversación, comenzó una etapa de distensión que culminó en una serie de encuentros en territorio italiano. El primero de estos encuentros tuvo lugar el 12 de febrero de 2024 en el Vaticano. La audiencia, que duró una hora, fue calificada por fuentes vaticanas como «muy buena y muy amable».
Según trascendidos, Milei le habló al Papa sobre la situación del país y las medidas previstas por su gobierno para enfrentar la crisis económica y social. En junio de 2024, durante la cumbre del G7 en Bari, Italia, el Papa y el presidente Milei volvieron a encontrarse. En ese contexto, se saludaron brevemente, lo que fue leído como un acto protocolar, pero también como una confirmación del deshielo diplomático entre ambas figuras.
Menem negó financiamiento estatal para legisladores que viajen al funeral
En medio de la controversia por el pedido de un grupo de legisladores para asistir a las exequias del Papa Francisco en Roma, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, salió a desmentir versiones sobre el uso de fondos públicos para financiar ese viaje.
A través de su cuenta en X, el diputado fue enfático al señalar que no se autorizarán recursos estatales para cubrir los gastos de los representantes que deseen viajar al Vaticano.
«Quiero ser claro al respecto: cualquier legislador está en libertad absoluta de concurrir a las exequias del Papa, pero deberá costear los gastos con sus propios recursos», expresó Menem, con el objetivo de frenar especulaciones y marcar una posición institucional.
La declaración se produce luego de que circularan rumores sobre la posible conformación de una delegación oficial financiada por el Estado.