Miguel Simons, referente del sector supermercadista en el Chaco, analizó las recientes reformas provinciales en materia tributaria y su impacto en el comercio local. Si bien destacó aspectos positivos, también advirtió sobre las limitaciones de estas medidas si no se acompañan con políticas nacionales complementarias.
La Cámara de Diputados del Chaco aprobó recientemente una serie de reformas fiscales destinadas a aliviar la carga tributaria de las pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre las medidas se incluyen la reducción de ingresos brutos, exenciones en impuestos y tasas provinciales, y subsidios en servicios esenciales como luz y agua.
En declaraciones a Radio Natagalá, Simons valoró las iniciativas: «Son buenas noticias, no solamente para el sector supermercadismo, sino también para las pymes, la industria y cualquier otro tipo de comercio».
Sin embargo, enfatizó que estas reformas deben ser parte de un enfoque más amplio que incluya acciones a nivel nacional.
Limitaciones sin apoyo nacional
A pesar de las medidas provinciales, subrayó que los costos financieros y tributarios siguen siendo una carga significativa para los supermercados.
«Además de la mercadería, los supermercados enfrentan altos costos financieros y tributarios, como el cobro del Sircreb, que encarece las operaciones cotidianas», dijo.
Relató una experiencia personal para ilustrar este punto: «Hice una transferencia de $416 mil y el banco me acreditó $404 mil, o sea, me comió $12 mil en una pequeña operación».
Este tipo de situaciones, según Simons, demuestra la necesidad de una revisión integral del sistema tributario a nivel nacional.
Impacto de los subsidios
Las reformas incluyen subsidios del 30% en tarifas de servicios esenciales para microempresas. Simons destacó la importancia de esta medida, especialmente en el contexto de los altos costos de energía:
«Solo tomando el medidor de la panadería, hemos pasado de pagar $70 mil u $80 mil a $250 mil de luz», dijo.
Además, mencionó que el costo del agua también ha aumentado significativamente, lo que ha obligado a muchos comercios a reducir su capacidad operativa.
Empleo y contribuciones patronales
Otra de las medidas anunciadas es la bonificación en contribuciones patronales provinciales por generación de empleo. Sin embargo, Simons expresó escepticismo sobre su efectividad: «El problema siempre va sobre el nuevo empleo. Si no aumenta el consumo, tampoco es necesario el nuevo empleado».
Señaló que la falta de consumo y la informalidad laboral en la provincia dificultan la creación de nuevos puestos de trabajo.
Acceso a líneas de crédito
Las reformas también contemplan el acceso a líneas de crédito para infraestructura productiva. Simons advirtió que, si bien es una medida positiva, las altas tasas de interés pueden limitar su utilidad: «Si hoy voy al banco y pido un préstamo de $3 millones, termino devolviendo $10 millones u $11 millones. Es un disparate», relató.
Caída del consumo
Mencionó que, según datos del Indec, las ventas en supermercados y mayoristas han caído hasta un 1% mensual en febrero. «El valor del ticket del supermercado volvió a caer, está en $26 mil o $27 mil. Eso no alcanza para mucho», comentó
Además, señaló que el aumento en el uso de tarjetas de crédito para compras básicas indica una situación económica preocupante para los consumidores.